Zika: miedo sobre sus efectos, dudas sobre su origen
Juan Guahán|
Zika, es una zona boscosa de Uganda. Otra vez África. Cuando fue necesario explicar el origen del HIV en el escenario apareció África y unos monos fueron considerados responsables de su trasmisión y traspaso a los humanos. Luego no fueron pocos los que asumieron la responsabilidad de sostener que ese mal, característico de las últimas décadas del siglo pasado y aún no extinguido, había sido producido en laboratorio y que los monos no se auto inocularon ese virus.
Ahora apareció el Zika, una enfermedad que trasmite el mosquito Aedes aegypti, el mismo del dengue y la chinkungunya, y que podría provocar la microcefalia, la que también sería trasmisible por vía sexual y salivar. Dada la posibilidad de dicha microcefalia, los Estados Unidos han recomendado que las mujeres embarazadas no viajen a 14 países latinoamericanos (Brasil y Colombia, entre ellos). Su origen estaría en ese bosque ugandés y sería conocido desde 1947, aunque recién tomó estado público 60 años después. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estaría extendiendo rápidamente por varios países de la región, habiendo producido los primeros muertos.
Lo dicho hasta aquí es la versión más oficial e institucional de lo que está pasando, pero hay otras versiones. Ellas abarcan diversas opiniones. Desde aquellos que sostienen que es parte de una política deliberada para frenar el crecimiento de la especie humana en los países más pobres, hasta otras que también lo atribuyen a una creación de laboratorio que se “escapó” produciendo este daño. Hay publicaciones que afirman que la especie que lo provoca no es más que una “extensión” de un mosquito transgénico creado para matar al real y contener la epidemia de dengue. Tampoco faltan los que afirman que esto no va más allá de una “falsa alarma” destinada a producir remedios por cifras multimillonarias en beneficio de laboratorios estadounidenses. Citan como ejemplo las dudas que dejó la “gripe aviar”, que llenó los bolsillos de un par de laboratorios.
Una empresa británica, dedicada a la biotecnología y financiados por una Fundación de Bill Gates, Oxforg Insect Technologies (Oxitec), ha quedado en medio del debate dado que ya ha realizado experimentos con mosquitos transgénicos. Esa experiencia se realizó, hasta su reciente suspensión, justamente en el norte brasileño donde hizo su aparición el zika.
Otros investigadores (Asociación Brasileña de Salud Colectiva) cuestionan la relación establecida entre los casos de microcefalia y el zika. Sostienen que habría que estudiar si tales casos no tienen que ver con la presencia de insecticidas y larvicidas mezclados con el agua potable.
Para completar esta información digamos que según el registro de una compañía que se dedica a la “recolección, autentificación, categorización y distribución de microorganismos para proyectos científicos”, el virus del Zika ha sido registrado como propiedad de The Rockefeller Foundation.
Desde hace varias décadas, los Rockefeller y ahora Bill Gates están dedicando fortunas en pos de instrumentos que permitan reducir la población humana sobre la tierra. Gates donó, en el 2010, unos 10 mil millones de dólares para el desarrollo de vacunas destinadas a los niños de los países más pobres. Su objetivo fue explícito: “con nuevas vacunas y asistencia en salud reproductiva podríamos bajar el número de personas en un 10 o 15%”. La razón de ser de estas ideas las proporcionó el legendario Príncipe Felipe de Edimburgo, consorte de la Reina de Inglaterra: “Si pudiera, me gustaría volver como un virus mortal con el fin de contribuir a resolver la superpoblación