Violencia electoral en México: siguen asesinando candidatos

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El asesinato de Bertha Gisela Gaytán Gutiérrez, aspirante oficialista a la alcaldía de Celaya, en el estado Guanajuato,  estremeció a la opinión pública mexicana por el desparpajo con que fue perpetrado, característico de quienes confían en salir impunes. Este crimen se aumó a los abundantes episodios de violencia política que este año se ha cobrado la vida de una veintena de candidatas y candidatos de todos los partidos. 

Gerardo Villagrán del Corral | 

México se prepara para su evento electoral más grande de la historia, con más de 20.000 puestos en juego el 2 de junio, la atmósfera preelectoral se ve empañada por una inquietante ola de violencia contra los candidatos. El gobierno,reconociendo la gravedad de la situación, confirmó el asesinato de 15 candidatos desde que comenzó la temporada oficial de campaña el 1 de octubre. Además, se han presentado más de 100 solicitudes de protección de candidatos que temen por su seguridad.México: conmoción por el asesinato de una candidata a alcaldía durante evento público

Este recuento oficial de homicidios es el primero publicado por el gobierno mexicano y es inferior a las cifras reportadas por organizaciones civiles. La consultora Data Int reportó 28 asesinatos relacionados con las elecciones, mientras que Data Cívica documentó 10 en los primeros dos meses de 2024 y 11 en la segunda mitad de 2023.

Pero el asesinato de Bertha Gaytán también estremece a la ciudadanía por las omisiones de la autoridad electoral local, que se negó a tramitar la protección que se solicitó puntualmente con el pretexto de que las campañas no habían comenzado; por la desoladora ineptitud de la policía local y la parálisis general de los organismos estatales antes, durante y después del asesinato. Medio centenar de políticos en activo fueron ultimados de fines del año pasado a la fecha.

La violencia asociada a las elecciones ha tenido una tendencia de incremento preocupante en México: desde junio del año pasado se han registrado 158 agresiones a aspirantes y personas relacionadas con el proceso electoral actual, de las cuales 52 terminaron en asesinatos, de entre ellos 28 eran precandidatos y candidatos. Además, hubo nueve secuestros y 75 amenazas.

El segundo Reporte sobre Violencia Electoral, proceso 2023-2024, elaborado por Laboratorio Electoral, un centro independiente de investigación, reflexión y análisis en temas electorales, señala que el oficialista Morena es el partido con el mayor número de aspirantes asesinados (11); el Partido Acción Nacional (PAN) con cinco, seguidos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Esta violencia política está dirigida a imposibilitar por medio del homicidio que aspirantes de distintas fuerzas lleguen a las posiciones a las que aspiran. Esos crímenes no sólo constituyen delitos de privación de la vida sino también formas de extrema barbarie de impedir, inhibir o torcer el ejercicio de la voluntad popular.

“Esta execrable violencia política coincide con una desaforada violencia verbal y propagandística que se vale de la calumnia, la insidia, las fake news y el denuesto puro para descalificar a partidos y personas que participan en la contienda; en ella participan activamente medios informativos, organismos de la llamada sociedad civil, operadores de bots en redes sociales e incluso instancias políticas y mediáticas del extranjero”, señala una editorial del diario La Jornada.

Esta “ guerra sucia, pero en serio”, se vincula con la palmaria debilidad de las oposiciones partidistas al gobierno progresista de Andrés Manuel López Obrador, de cara a las elecciones del 2 de junio, debilidad que viene siendo señalada desde hace meses por todas las firmas encuestadoras profesionales.

Esta desaforada violencia verbal y propagandística utiliza la calumnia, la insidia, las fake news y el denuesto puro para descalificar a partidos y personas que participan en la contienda, donde participan activamente medios informativos nacionales y extranjeros, organismos de la llamada sociedad civil, operadores de bots en redes sociales e incluso instancias políticas y mediáticas del extranjero.

Obviamente, la “ guerra sucia, pero en serio”, se vincula con la palmaria debilidad de las oposiciones partidistas de cara a las elecciones, debilidad que viene siendo señalada desde hace meses por todas las firmas encuestadoras profesionales.

Los asesinatos

De los 28 precandidatos y candidatos asesinados, el primero fue en junio de 2023, otro en julio, uno más en septiembre, cuatro en octubre, uno en noviembre, uno en diciembre, seis en enero de 2024, cinco en febrero, seis en marzo y dos en abril.Advierten focos rojos de violencia electoral; van 26 asesinatos

En la mayoría de los casos de amenazas e intimidación no se dan a conocer los nombres o cargos por miedo, y en casi ningún caso se ha informado a las autoridades electorales de estas situaciones, advierte el reporte.El presente proceso ya superó el número de precandidatos y candidatos asesinados con relación a 2018, cuando se registraron 43 asesinatos, de los cuales 24 fueron de precandidatos o candidatos, mientras en 2021 se dieron 88 asesinatos, 30 de ellos de pre o candidaturas.

Las entidades con más casos de violencia son Guerrero, Veracruz y Michoacán, donde ha habido denuncias por parte de los partidos políticos y funcionarios públicos en el sentido de que no hay garantías para participar en procesos electorales.

Este centro de análisis electoral elaboró un mapa de riesgos, señalando que Michoacán, Chiapas, Guerrero y Morelos representan focos rojos porque en 2021 fueron las entidades donde se registraron más suspensiones de votaciones, debido a la violencia.

La prensa mexicana insiste en que la investigación del caso no quede en las instancias de Guanajuato, dada su incapacidad para contrarrestar la descontrolada violencia local y de los oscuros antecedentes del fiscal Carlos Zamarripa, sobre quien pesan señalamientos de delitos graves. Señalan que debe ser la Fiscalía General la que debe investigar responsabilidades a los perpetradores materiales e intelectuales y a quienes contribuyeron al crimen mediante la omisión en el cumplimiento de sus funciones.

Guerra sucia en redes y la Red Atlas

La guerra sucia en redes sociales contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y la candidata presidencial de la izquierda, Claudia Sheinbaum, se ha intensificado en los últimos dos meses: se han publicado hasta 30 millones de mensajes contra el mandatario y Sheinbaum en plataformas como X, en los que se intenta vincularlos con el crimen organizado y con las mafias del narcotráfico.

Esta campaña es cónsona con la estrategia diseñada por grupos de derecha y de extrema derecha de México, España y Estados Unidos, según el investigador en temas digitales Julián Macías, quien dirige la plataforma Pandemiadigital.net, quien advierte que nunca antes se había orquestado una campaña de esta envergadura y virulencia.

La oleada digital y mediática de la extrema derecha tiene dimensiones internacionales.  La pregunta es: ¿quiénes son? Y ¿de dónde provienen? Uno, de las creadoras de contenido o matriz de opinión, formado principalmente por periodistas, medios, influencers, políticos y trolstars (cuentas anónimas). Dos, las cuentas automatizadas que difunden los contenidos que estas primeras publican, o que agregan tuits con un HT determinado, y tres, los denominados trols.

Estos son los que se encargarían de atacar a rivales políticos mediante insultos o burlas (en Argentina es usado por el “libertario” Javier Milei). En muchas ocasiones una misma cuenta puede pertenecer a estos dos últimos grupos, que, en general, tienen una relación dependiente con la organización ultraderechista Red Atlas, que aglutina a más de 500 fundaciones en todo el mundo.

Dos de sus principales promotores son Heritage Foundation, el think tank del ala derecha del partido republicano de Estados Unidos.En México, existen cinco fundaciones pertenecientes a la Red Atlas, y todas participan Julián Macías Tovar on X: "Pero veamos al resto de Fundaciones mexicanas de Atlas Network, sin olvidar que en Red Relial hay otra fundación mexicana, pero que solo se dedica a haceractivamente en campañas o publicaciones contra el actual gobierno de López Obrador: Caminos de la Libertad, IMCO, IPEA, México Evalúa y Promoción de la Libertad y Familia.

Algunas de las fuentes principales de financiamiento son empresas tabacaleras como Philip Morris, petroleras como Exxon, fundaciones de la familia Koch y el Departamento de Estado. Entre todos sus benefactores suman un montante de unos quince millones de dólares, que luego se invierten en la creación de nuevas fundaciones, eventos, formación y premios. La partida más grande se destina a fundaciones de América Latina.

La relación y control de los medios de comunicación más importantes de México por la organización de EEUU es algo que debería preocupar: no solo el Director General editorial de Reforma recibió un premio de 100.000 dolares de Atlas Network con el apoyo de Carlos Loret y otros periodistas.

Grupos mediáticos importantes como Azteca TV tienen como asesor editorial al director de Atlas Network para América Latina, quien también preside Business México Forum, financiado por grandes empresas como Iberdrola y KPMG, y Alamos Alliance, donde se reúnen grandes empresarios de EEUU y otros países para hacer lobby para sus intereses. Otra de las campañas premiadas por Atlas Network fue la de la fundación IPEA llamada #NoMásImpuestos, por su actividad en redes. El político español que los felicitó fue José María Aznar.

Tampoco hay que olvidar la participación de la Red Atlas y sus socios políticos y mediáticos para blanquear el golpe de estado en Bolivia, donde tienen su evidencia en las conexiones en redes sociales de apoyo a campañas a favor del mismo, donde hubo un uso fraudulento demostrado, con la creación de más de 200.000 cuentas falsas.

YouTubeLa última campaña orbitaba en torno a los hashtags #NarcoPresidenteAMLO –20 millones de tuits de 350 mil cuentas diferentes– y #NarcoCandidataSheinbaum, con más de 10 millones de tuits publicados por más de 250 mil cuentas”, con lo que habría un total de “23 millones de tuits desde más de 373 mil cuentas, ya que la mayoría de los mismos incluían ambos hashtags o alguna de sus variantes”.

Macías señala  que se vive una campaña de guerra sucia con apenas uno por ciento son tuits originales, frente a 70 por ciento de retuits por trolls en su mayoría, 25 por ciento de respuestas y 5 de menciones, además de los millones de mensajes emitidos con los mismos errores ortográficos.

 

*Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)