Venezuela vota, de nuevo

(Xinhua)

Marcos Salgado

El 25 de mayo Venezuela vuelve a los centros de votación. En este 2025 coinciden tres elecciones. Este domingo se realizarán las regionales, para elegir 24 gobernadores (mención aparte: se elegirá autoridad para la Guayana Esequiba) y las parlamentarias, para los 285 diputados a la Asamblea Nacional. También deberán realizarse comicios para alcaldes, aunque todavía no tienen fecha.

Se presentaron 54 partidos políticos, la mayoría de oposición. Uno de los destaques de estos comicios es la vuelta al redil de furibundos antichavistas que abrevaron en años recientes en maniobras destituyentes contra Nicolás Maduro. Es el caso de Henrique Capriles Radonski, dos veces candidato presidencial y de Juan Requesens, condenado por el atentado con drones contra Maduro en 2018.

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Con ellos, vuelven como candidatos Manuel Rosales, capitoste del Zulia y uno de los jefes políticos que acompañó la candidatura de Edmundo González en las presidenciales del año pasado. E incluso Jesús Chúo Torrealba, ex secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática, en el que tal vez fue el mejor momento de unidad de la oposición.

Son candidaturas que le vienen bien al gobierno de Nicolás Maduro. Porque muestra en cada vez mayor aislamiento a María Corina Machado, entronizada fronteras afuera como la “líder” de la oposición, pero con cada vez menos prédica hacia adentro. Ahora además entrampada en el apoyo sin cortapisas a la administración Trump, y su persecución contra los migrantes venezolanos en Estados Unidos.

Y el otro destaque de esta elección es ese: el gobierno ha capitalizado (tal vez sin buscarlo, pero aprovechando errores ajenos) la dramática situación de los deportados, en una clase de realpolitik que deberá analizarse en el futuro. Consiguió la liberación de la niña Maikelys atrapada sin sus padres en EE.UU. y acaricia una liberación express de los más de 250 secuestrados en la cárcel de Bukele en El Salvador.

Son logros palpables que opacan campañas de prensa como la de la supuesta “operación de extracción” de los cinco asilados en la embajada argentina en Caracas. A medida que pasan los días, la ausencia total de datos concretos en torno a cómo se habría sucedido la temeraria operación solo consolida la versión del gobierno venezolano sobre una salida acordada.

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Así las cosas, el chavismo demostró en las calles en la campaña electoral su enorme capacidad de movilización. El mismo presidente Maduro se encaramó a más de una tarima en los días finales, dejando claro que aunque se trata de dos elecciones que no los involucran directamente, todo tiene que ver con todo, y un buen resultado en la Asamblea Nacional y en el mapa regional no viene mal para revalidar hegemonía.

El buen resultado estará ligado, también, a los porcentajes de participación. En los cuarteles del chavismo advierten que históricamente estos comicios son los de menos participación, pero aún así una convocatoria a las urnas demasiado baja sería una mala noticia. Como sea, la extraña dictadura donde se vota y se vuelve a votar al año siguiente, tiene este domingo otra cita.