¿Elecciones adelantadas en Venezuela?

Marcos Salgado |

Mientras un sector de la oposición avanza hacia una primaria que no entusiasma a casi nadie, el presidente de Venezuela ordenó a las autoridades militares alistar el Plan República, como se denomina al operativo militar de custodia de los comicios. Desde hace tiempo el gobierno coquetea con la posibilidad de adelantar los comicios presidenciales. ¿Fuegos de artificio o táctica en desarrollo?

“He dado la orden para ir preparando el mejor Plan República para los procesos electorales, cuando toque y donde toque”, dijo el presidente Nicolás Maduro durante una reunión de trabajo con el Estado Mayor Superior Ampliado y los Comandantes de regiones y zonas militares de todo el país, para revisar a las políticas públicas a las que acompaña el componente castrense.

No es la primera vez que desde el gobierno se sugiere que las elecciones presidenciales podrían adelantarse. En rigor, el reglamento electoral no prevé una fecha concreta para la realización de los comicios. En la Constitución venezolana sólo se menciona la fecha de toma de posesión de los presidentes. Siguiendo la norma, el próximo jefe de Estado venezolano deberá asumir el 10 de enero de 2025.

Desde el oficialismo es Diosdado Cabello, vicepresidente primero del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) quien regularmente recuerda que la fecha es flexible. El presidente Maduro, por su parte, aseguró que “Diosdado dice que pudiera haber elecciones este año. Hay tiempo. Es un análisis que escuché de Diosdado en estos días. Interesante”.

Diosdado estuvo esta semana de visita en Cuba, donde se reunió con autoridades del Partido Comunista y también con presidente Miguel Diaz-Canel. “Abrazar a un hermano en casa, la mayor alegría. Ya se verá qué especulan los adversarios. Nosotros sólo reiteramos que quien se mete con Venezuela se mete con Cuba y viceversa”, escribió en Twitter el mandatario cubano.

Bailando la música del adversario

Aunque las referencias a un eventual adelantamiento de los comicios siembre es difusa, en plan de especulación y muchas veces hasta en tono jocoso, los medios hegemónicas y la oposición adscrita a los tiempos de Washington se toman muy en serio las declaraciones de la dirigencia del chavismo sobre el posible cronograma electoral. Esto deja claro quién maneja el ritmo político en Venezuela: el gobierno.

Esto no es nuevo, fue en tiempos del comandante Chávez cuando se acuñó la consigna “Chávez los vuelve locos”, que resumía cabalmente el estado de la oposición en sus distintas variantes y dirigencias. Ahora con Maduro, en tiempos políticos muy complejos, la premisa se sigue cumpliendo. Es el oficialismo el que pone la música, mientras la oposición no logra imponer condiciones ni tiempos.

La primaria del a priori más importante sector de la oposición sigue sin emocionar. Con candidatos inhabilitados (no podrían presentarse en la general) que siguen de campaña como si nada. La furibunda antichavista María Corina Machado (¿la candidata de la Casa Blanca?) sigue en recorridos más bien modestos por los estados, en los que no parece tejer alianzas o simpatías más allá de lo que muestra en sus propias redes.

Sorprendió por caso el anuncio que hizo en el Zulia, de que apoyaría en las próximas elecciones para gobernadores (serían recién en 2025) a un candidato distinto al gobernador y mandamás político del estado, Manuel Rosales, ex candidato presidencial en 2006.

El otro candidato en la primaria que concita algo de atención es Henrique Capriles, quien también recorre el país. Tanto Capriles como Machado tuvieron encontronazos con militante del partido de gobierno, lo que parece ilusionar a algunos medios opositores que imaginan una posible campaña violenta, y la parangonan con la grave crisis de Ecuador y el asesinato tras un mitin de campaña del candidato derechista Fernando Villavicencio.

Una comparación ridícula, que esconde un mecanismo invariable en la oposición venezolana de los últimos lustros: sentarse a esperar que alguien llegue de afuera y resuelva lo que ellos no pueden, por su falta de tino y de construcción política. Ejemplos sobran, y van desde intentos de magnicidio (esta semana se cumplieron 5 años desde el dronazo contra Maduro en la avenida Bolívar), pasando por irrupciones mercenarias y hasta un presidente virtual.

Así, no se puede descartar intentos desesperados por torcer la hegemonía política del gobierno. Insistimos: ejemplos sobran.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)