Uruguay cambia posición sobre Venezuela y la OEA

(Xinhua/Nicolás Celaya)

Luvis Hochimín Pareja

El flamante canciller uruguayo Mario Lubetkin marcó la agenda del nuevo gobierno encabezado por Yamandú Orsi: dijo que Uruguay no reconoce ni a Nicolás Maduro ni a Edmundo González como presidentes legítimos de Venezuela, ni a los organismos como el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), proponiendo el rol de una mediación por parte de Uruguay

Lubetkin habló del rol que pueda jugar el pequeño país sudamericano de 3,4 millones de habitantes -en declaraciones que alguno analistas calificaron de “injerencistas”: “Si existen los acuerdos de paz de Oslo (de 1993, entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, la OLP), por qué no pueden existir los de Montevideo (sobre Venezuela)?”, señaló al diario español El Mundo.

Implicarían “respetar nuestras tradiciones históricas, es actuar con la mejor tradición de Uruguay”, explicó. “Uruguay tiene que ser un factor que ayuda a la paz.Alguien me preguntaba si vamos a ser intermediarios en la situación de Venezuela entre Gobierno y oposición. Nadie nos pidió nada, pero, ¿por qué esa tradición de serenidad de Uruguay no se puede también transmitir en escenarios de paz?”,añadió.

“Tenemos, sí, un problema: las relaciones entre Uruguay y Venezuela están a cero, las embajadas están casi cerradas. ¿Qué hacemos con los miles de uruguayos que están en Venezuela? ¿Quién los protege? Alguien me preguntó si esto significa el restablecimiento de relaciones diplomáticas y mi respuesta es no”, añadió Lubetkin.

El gobierno anterior del derechista Luis Lacalle Pou, había reconocido, en cambio, a González como presidente electo, quien había recibido su enfático apoyo en Montevideo el 4 de enero. Según el diario El País, Orsi tenía previsto invitar a Nicolás Maduro a su juramentación el pasado sábado, así como también a Nicaragua  y a Cuba, pero finalmente, esos país no estuvieron presentes ya que Lacalle decidió no firmar sus invitaciones.

Asimismo, emitió junto a las administraciones de Brasil, Chile, Colombia y Bolivia una declaración en respaldo al candidato postulado por Surinam -el canciller Albert Ramdin- para suceder al uruguayo Luis Almagro en la secretaría general de la Organización de Estados Americanos, pese a que Orsi había transmitido a Paraguay su disposición a mantener el apoyo al candidato paraguayo .

La propuesta del gobierno de Orsi es que la OEA “ayude a la estabilidad, la paz y la integración”; porque la gestión de Almagro “dejó mucho que desear”, dijo Lubetkin.

La Internacional Antifascista Capítulo Uruguayo rechazó las declaraciones del canciller Lubetkin: “Contradicen las mejores prácticas diplomáticas uruguayas que históricamente han estado basadas en el respeto a la soberanía de los pueblos. Uruguay tiene una doctrina de política internacional, la Doctrina Larreta, que establece la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados y el reconocimiento de los jefes de Estado designados según las leyes de cada país”, reseña el escrito.

Asimismo, sostuvieron que el presidente y canciller uruguayos deberían reconocerlo del mismo modo que reconocen como jefe de Estado del Reino de España a Felipe de Borbón por su condición de primogénito de la dinastía borbónica, y con más razón y legitimidad que a Volodímir Zelenski, quien ha cancelado las elecciones en Ucrania en flagrante violación de la Constitución y de la voluntad del pueblo ucraniano.

Varios analistas uruguayos recuerdan que el propio gobierno de Estados Unidos, que durante años impulsó políticas de presión contra Venezuela, ha enviado recientemente un representante de alto nivel a Caracas para mantener negociaciones directas con el Gobierno de Nicolás Maduro, lo que constituye un reconocimiento de su autoridad y desmonta la narrativa del desconocimiento promovida por algunos sectores internacionales

*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)