Uno por uno, los (nuevos) muertos de la violencia política en Venezuela
Marcos Salgado |
Una vez más las redes sociales son el caldo de cultivo de la falta de rigurosidad a la hora de replicar una información y otra vez los medios se suman alegres al festín de la desinformación. Dirigentes políticos de oposición tensan la cuerda y tuitean con más que dudosa rigurosidad. Es el caso del referente estudiantil Hasler Iglesias, quien el doce de abril emitió este tuit:
Asesinados de esta dictadura:#6A Jairo Ortiz#10A Ricarda de Lourdes#10A Daniel Queliz#11A Miguel Ángel Colmenarez#12A Brayan Principal
— Hasler Iglesias (@HaslerIglesias) April 12, 2017
Del tuit de Iglesias, se infiere que se trata de cinco personas en cuyas muertes tiene directa responsabilidad el gobierno (la mentada “dictadura”) o al menos sus cuerpos de seguridad. Pero revisemos cada uno de estos trágicos hechos:
Jairo Ortiz Bustamante. El joven fue asesinado en Carrizal, estado Miranda por un efectivo de la Policía Nacional Bolivariana afectado al servicio de control de tránsito, en las inmediaciones de una protesta que se realizaba en el lugar. El ministro del Interior aseguró que el efectivo no formaba parte del operativo de control de la protesta. El policía, Rohenluis Leonel Mata Rojas, fue detenido en el lugar por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, y la fiscalía le imputó el delito de homicidio. Jairo Ortiz padre, dijo que su hijo no participaba de la protesta, y pidió que su nombre no sea utilizado para la violencia, sino para la paz y el diálogo. En declaraciones al periódico digital El Estímulo, la ex novia de Jairo, Sabrina Sousa, aseguró que el joven sí participaba en protestas opositoras.
Aquí una entrevista a Jairo Ortiz padre:
http://www.youtube.com/watch?v=MZAHl_Xuq-k
Ricarda Lourdes González. La mujer de 83 años murió en su casa de la urbanización Bello Monte, en el sureste de Caracas. En redes sociales desde cuentas ligadas a la oposición se aseguró que Ricarda murió por la inhalación de gases lacrimógenos que llegaban desde la calle. Pero su hija, Almeris Mendible, repudió la versión. Indicó que en el apartamento no se sintieron los efectos de las lacrimógenas, y explicó que su mamá sufría de hidrocefalia, problemas de corazón y cáncer de piel, y que en la tarde del 10 de abril desmejoró y cuando quiso trasladarla a una clínica no pudo hacerlo porque manifestantes opositores tenían la calles bloqueadas. Al igual que el padre de Jairo Ortiz, calificó de “inaceptable” la “politización” de la muerte de su madre por parte de la oposición.
Daniel Queliz. Fue asesinado en la madrugada del 10 de abril en la urbanización Los Parques en Valencia, capital de estado Carabobo. El gobernador del estado, Francisco Ameliach, confirmó que la bala que segó la vida del joven de 20 años fue disparada por el arma de un efectivo de la policía de la entidad. La madre de Daniel aseguró que su hijo se encontraba con otros 20 jóvenes “defendiendo a los habitantes de la urbanización” de los gases que lanzaban fuerzas de seguridad y remarcó que “lo mataron a mansalva”. El miércoles cinco efectivos policiales estaban detenidos por el hecho, según confirmó la abogada de la familia Queliz.
Miguel Colmenares. Fue asesinado en la noche del martes en las inmediaciones de la calle 59 con carrera 14B, en el oeste de Barquisimeto, capital del estado Lara. El diario El Carabobeño indica que los familiares de Colmenares remarcaron que el joven fue asesinado de once disparos “por presuntos colectivos afectos al Gobierno”, en segura referencia al gobierno nacional, ya que el gobierno local del estado está en manos del opositor Henry Falcón.
Brayan Principal. Es la víctima más joven, 14 años. También en el estado Lara. El diputado opositor Alfonso Marquina tuiteó sobre este hecho en la mañana del 12 de abril:
Acaban de confirmar la muerte del niño de 14 años de edad Brayan Principal, quien recibió anoche disparó en el abdomen de colectivos
— Alfonso Marquina (@DipMarquina) April 12, 2017
Pero los vecinos y allegados de Brayan lo desmintieron el mismo día, en redes sociales, y en este video difundido por una televisora local:
https://www.youtube.com/watch?v=gPicY3UjZa0
A diferencia de lo que afirma el diputado Marquina, Brayan no fue atacado por “colectivos” sino por piquetes violentos que acechaban su urbanización, la ciudad socialista Alí Primera, construida como parte de la Gran Misiòn Vivienda Venezuela, impulsada por el gobierno nacional.
A pesar de la desmentida, Marquina insistió en redes sociales en afirmar que Brayan fue asesinado “por la dictadura de Maduro”, en un tuit que fue replicado por el ex candidato presidencial Henrique Capriles, quien agregó:·”Repudio mundial! Justicia! Nuestro bravo Pueblo larense luchando contra la narco corrupta cúpula madurista y en defensa de la Constitución!”.
Así, de los cinco muertos que la oposición atribuye al gobierno central, dos surgen de la acción, directa o indirecta, de partidarios de la oposición, otros dos a la acción de fuerzas policiales, con los perpetradores detenidos. Y otro, por la intervención de sujetos armados que la prensa atribuye a “colectivos” chavistas, en un estado bajo gobierno opositor.
Otros casos
Durante el día 13 de abril, se conocieron otros dos casos de víctimas fatales, de nuevo en el estado Lara.
Jey Amaro, 37 años, funcionario de PoliLara, fue arrollado durante una protesta; y Antonio Gruseny Calderón, de 32, murió en el Hospital Central Universitario de Barquisimeto por las graves heridas ocasionadas por disparos de civiles durante una protesta en Cabudare, el martes 11.
Esperamos que esta lista no crezca. Esperamos que se imponga la cordura, pero no podemos dejar de parangonar esta situación a la vivida en 2014, cuando la trágica lista fatal de la violencia creció hasta 43 personas, muchas de ellas funcionarios policiales, funcionarios públicos, militantes y adherentes al chavismo y también partidarios de la oposición.
Mientras tanto, los periodistas -todos nosotros- tenemos que hacer el mejor esfuerzo por ser precisos. Ya esta claro que, como en 2014, no le podemos dejar esa tarea a los que ven en en un hecho-noticia la oportunidad de llevar agua para su molino. Y así perpetrar la octava víctima (o tal vez la primera): la verdad.