Una tríada infame: Donald Trump, Fox News y la Asociación Nacional del Rifle/Democracia a la venta

346
eeuu trump y el white powerAmy Goodman y Denis Moynihan-Democracy Now!|

Cuando Theodore Roosevelt acuñó la expresión “bully pulpit” para expresar que la Casa Blanca era una formidable tribuna de acción política, no imaginó que muchos años después la retórica de campaña de un candidato a la presidencia de su mismo partido podría cambiar radicalmente el sentido de la expresión, haciendo que se tiña de los sentidos más recientes y negativos de la palabra “bullying”.

Sin embargo, es lo que parece estar haciendo Donald Trump, a juzgar por el cada vez más irracional y peligroso espiral discursivo de su campaña, a la que bien podría considerarse como una formidable tribuna de intimidación y amenazas. El martes, en Carolina del Norte, Trump dijo acerca de Hillary Clinton y la Segunda Enmienda de la Constitución, que es la que garantiza el derecho a portar armas: “Esencialmente, Hillary quiere abolir la Segunda Enmienda. Y por cierto, si logra designar a los jueces que quiere, no hay nada que puedan hacer, amigos. Aunque los muchachos de la Segunda Enmienda tal vez sí. No sé.”. La sugerencia por parte de Trump de que sus seguidores y defensores de la libre portación de armas podrían asesinar a Hillary Clinton o a los jueces que ella pudiera designar ha provocado indignación, no solo a nivel nacional, sino también alrededor del mundo.

Sin embargo, las palabras agresivas y demagógicas de Trump no producen el alejamiento de todos. Si bien cada vez más dirigentes republicanos condenan sus expresiones, aún goza del ferviente apoyo de algunas personalidades en el seno del canal Fox News de Rupert Murdoch y de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). Esta tríada infame conformada por Trump, Fox y la NRA podría fácilmente provocar violencia política durante esta campaña electoral.foxnews06

Horas después de efectuar esos comentarios, Trump hizo su primera aparición en el programa “Hannity” de Fox News. En la entrevista, Sean Hannity se adelantó a Trump y compartió su propio razonamiento retorcido para contribuir a mitigar la catástrofe que se profundizaba: “Obviamente, lo que usted está diciendo es que existe un fuerte movimiento político de defensa de la Segunda Enmienda y que si la gente se moviliza y vota se puede impedir que Hillary tenga ese impacto en la Corte Suprema”. Trump coincidió amablemente con esa versión revisionista de su llamado a las armas. Pero la maniobra retórica se desvanece en el aire. Trump no estaba abogando por un movimiento político que impidiera a Hillary Clinton llegar a la presidencia, sino que estaba sugiriendo que “los muchachos de la Segunda Enmienda” podrían tomar medidas si eso sucede, si ella gana las elecciones.

La NRA también salió rápidamente en defensa de Trump y publicó en Twitter: “Donald Trump está en lo cierto. Si Hillary Clinton logra designar a magistrados de la Corte Suprema contrarios a la Segunda Enmienda, no hay nada que podamos hacer”. Mientras iba en aumento la reacción negativa ante los comentarios de Trump, la NRA agregó, anticipándose a la versión de Hannity: “Pero SÍ hay algo que podemos hacer el día de las elecciones: ¡Ir a las urnas y votar por la Segunda Enmienda! Defiendan la Segunda Enmienda. Hillary nunca”. Pocas horas después, la NRA anunció una campaña publicitaria nacional por valor de tres millones de dólares en apoyo a Trump. La campaña incluye un aviso publicitario en el que se ataca a Hillary Clinton, a quien se califica de hipócrita por contar durante sus viajes con la protección de agentes armados del Servicio Secreto.

eeuu obama y armas de asaltoLa Coalición para Detener la Violencia con Armas (CSGV, por sus siglas en inglés) condenó inmediatamente los comentarios de Trump y agregó: “Es un punto de vista que la Asociación Nacional del Rifle ha intentando transformar en mayoritario y que ha sido repetido incesantemente por candidatos a cargos políticos en el pasado”. La organización que trabaja por el control de armas lleva una amplia base de datos en línea de los comentarios efectuados por los líderes de la NRA llamada “NRA on the Record” o “Dichos públicos de la NRA”, en español. Al buscar en el sitio las entradas “Violencia Política” o “Vigilantismo” se pueden encontrar incontables justificaciones para la violencia armada cuyas fuentes han sido citadas de manera impecable. En el sitio, aparecen gran cantidad de citas textuales de Ted Nugent, integrante del directorio de la NRA, guitarrista de rock de edad avanzada, incisivo defensor del derecho a portar armas y simpatizante de Trump. En relación a Hillary Clinton, Nugent comentó en Facebook el pasado mes de mayo: “¡Tengo tu control de armas justo aquí, puta!”. La frase acompañaba un satírico video en el que aparece Bernie Sanders disparándole a Hillary Clinton durante un debate en CNN sobre el control de armas.

En buena parte de la retórica grandilocuente contra Hillary Clinton se refleja un patrón de misoginia, profundamente arraigado, que se evidencia en muchos de los tiroteos masivos, desde el agresor de Orlando, Omar Mateen, que golpeaba a su esposa, hasta Adam Lanza, que mató a su madre en su hogar antes de perpetrar la masacre de la escuela primaria Sandy Hook. En 2010, Glenn Beck, que era entonces presentador de Fox News Channel, inició una campaña para denigrar a la fundación filantrópica progresista Tides y a la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). En julio de ese año, Byron Williams, que dijo haberse sentido inspirado por Beck, se subió a un automóvil lleno de armas, municiones y chalecos antibalas e intentó matar a por lo menos once personas en Tides. En una entrevista mantenida en la cárcel, el periodista John Hamilton le preguntó a Williams si Beck había incitado a la violencia explícitamente. Williams le respondió: “Beck va a negar todo enfoque violento, va a negar todo acerca de conspiraciones, pero proporciona todas las razones para creer en esas cosas. Se protege a sí mismo y no se lo puede culpar por eso”.

Hillary Clinton dijo el miércoles durante un acto de campaña celebrado en Des Moines, Iowa: “Las palabras importan, amigos míos. Si uno es candidato a la presidencia o si es presidente de Estados Unidos, sus palabras pueden tener enormes consecuencias”. Donald Trump ha prometido pagar los honorarios legales de las personas que agraden físicamente a manifestantes opositores durante sus actos de campaña. Ha insultado a las mujeres, a los musulmanes, a los mexicanos y a los mexicano-estadounidenses. Se burló de un reportero discapacitado. Predijo que si es derrotado, será debido a que las elecciones fueron “manipuladas”. Uno de sus más cercanos asesores pronostica que su derrota provocaría un “baño de sangre”.

Trump es un peligroso demagogo que incita a la violencia y el momento de detener todo esto es ahora.-

*Directores de Democracy Now!

Anexo  1

eeuu no a trumpDemocracia a la venta

David Brooks| Esta, la de Estados Unidos, es la mejor democracia que el dinero puede comprar. Cuando uno de los principales precandidatos es un multimillonario, y cuando todos los demás de ambos partidos –con excepción de uno– son patrocinados por multimillonarios, es difícil hablar de una democracia del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Como para confirmarlo, ahora hay un potencial candidato independiente, Michael Bloomberg, que amenaza con ingresar a esta, la elección más cara de la historia mundial, y que dice estar dispuesto a invertir mil millones de dólares de su propia fortuna para buscar la presidencia. Ya deberían poner un anuncio de “Se vende” en el jardín frente a la Casa Blanca.

En 2010, la Suprema Corte, en un caso conocido como Citizens United, emitió un fallo que declara que las donaciones de campaña tanto de individuos como de empresas son, en esencia, libre expresión, y por lo tanto no pueden ser limitadas. Esto llevó a la creación de Comités de Acción Política ampliados, o súper PAC, que son entidades dedicadas a promover sus intereses en una elección y, aunque no pueden por ley coordinarse con un candidato o partido, pueden comprar publicidad en televisión, generar campañas de propaganda y más, a favor de un partido o candidato. Más aún, no tienen que divulgar de dónde reciben sus contribuciones ni los montos donados.

El ex presidente Jimmy Carter calificó este fallo de legalización del soborno en las elecciones. Abundó, en una entrevista reciente con la Radio 4 de la BBC: el fallo erróneo de la Suprema Corte, donde ahora millonarios y multimillonarios pueden entregar montos ilimitados de dinero, permite que el soborno legal pueda prevalecer, porque todos los candidatos, sean honestos o no, o sean demócratas o republicanos, dependen de estas infusiones masivas de efectivo de gente muy rica para poder contar con el dinero para hacer sus campañas.

Explicó que cuando los candidatos son electos hacen lo que los ricos desean. Y eso es dejar que la gente rica se haga más y más rica, y dejar de lado a la clase media. Todas las estadísticas demuestran que la clase media está estancada o va hacia abajo en el ingreso por el trabajo que realizan, indicó.

Miles de millones se invertirán en esta contienda presidencial que supuestamente refleja la voluntad del pueblo. Pero unos cuantos ricos determinan en gran medida quiénes serán los candidatos entre los cuales el pueblo podrá escoger. Pero esta vez hubo una diferencia.

Esta vez hubo dos precandidatos, por ahora, que no reciben fondos de multimillonarios ni tienen un súper PAC: el por ahora republicano Donald Trump, que lo puede hacer porque es multimillonario, y el precandidato demócrata y proclamado socialista democrático Bernie Sanders, quien se destaca por rehusar aceptar fondos de cualquier interés empresarial o multimillonario y por financiar su campaña casi exclusivamente con donaciones pequeñas (en promedio de 27 dólares) de más de un millón de ciudadanos, un nuevo récord.

La periodista financiera Nomi Prins ofreció datos sobre los patrocinadores ricos de algunos de los principales precandidatos en un reportaje para Tom Dispatch, entre lo que informa: el ultraderechista cristiano Ted Cruz cuenta con tres millonarios -todos proclamados cristianos- que han financiado su súper Pac con más de 35 millones, además de los 65 millones que ha recaudado hasta ahora para su campaña.

Marco Rubio ha recaudado más de 33 millones de contribuciones de individuos y PAC, entre ellos Goldman Sachs. Se destaca por tener entre sus tres principales patrocinadores al jefe del fondo buitre Paul Singer, famoso por su disputa contra el anterior gobierno argentino; otro conocido es el ejecutivo en jefe de Oracle, Larry Ellison, quien es el tercero en la lista de los hombres más ricos del país, según Forbes.

Jeb Bush, quien el pasado fin de semana suspendió su campaña, había acumulado más fondos que cualquiera de los precandidatos -más de 128 millones hasta finales del año pasado- con ocho de sus 10 principales donantes del sector financiero, incluido Goldman Sachs, todos los cuales seguramente hoy están muy decepcionados con el fracaso de sus inversiones en él.

Hillary Clinton, como precandidata demócrata, y su marido Bill, el ex presidente del país, ganaron 139 millones entre 2007 y 2014, casi todo por ofrecer discursos a empresas de Wall Street y compañías internacionales, y por sus libros. Clinton ofreció 12 discursos a empresas del sector financiero entre 2013 y 2015 ganando 2 millones 935 mil por sus palabras.

Para su campaña Clinton había recaudado más de 100 millones. Sólo 17 por ciento de sus fondos provienen de pequeñas donaciones individuales y 81 por ciento de grandes contribuciones de donantes. Cuatro de los seis principales bancos de Wall Street figuran entre los 10 contribuyentes más generosos a su carrera política, aunque ahora han sido más titubeantes. Más aún, cuenta con varios multimillonarios, entre ellos Haim Saban y George Soros.

Este costoso espectáculo arrojaba varios interrogantes en las internas: ¿ganarán los candidatos millonarios y/o los patrocinados por multimillonarios, o el único que depende en gran medida sólo del apoyo financiero de los ciudadanos comunes? O, por otro lado, ¿se verá un gran combate entre dos gladiadores multimillonarios: Trump contra Bloomberg? ¿O todo acabará como siempre, con varios multimillonarios patrocinando a sus gallos para ver quién es el mejor actor en este espectáculo llamado democracia?

No sorprende que tres de cada cuatro estadounidenses opinan que la corrupción es generalizada en el gobierno, según una encuesta Gallup en 2015, y que 84 por ciento opinan que el dinero tiene demasiado poder en este sistema político, según una encuesta de CBS News. Por ahora, la democracia es un lujo en este país.

* De La Jornada de México.