Una Francia en guerra nacionaliza la energía eléctrica

(Xinhua/Aurelien Morissard)
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Isabella Arria

Francia anunció un cambio histórico para recuperar la soberanía energética perdida durante las últimas décadas por la liberalización del sector: la nacionalización total de la abastecedora de energía eléctrica, gestionada por la empresa Electricidad de Francia (EDF), con el objetivo de fortalecer su independencia energética y alcanzar las emisiones cero.

La derechista primera ministra francesa, Élisabeth Borne, adelantó en un discurso ante la Asamblea Nacional que el gobierno controlará de forma inminente 100 por ciento del capital de la compañía (hoy controla el 83,88 por ciento de la empresa EDF) en un contexto cada vez más volátil, en el que el precio de la electricidad se decide en el mercado mayorista y a expensas de las subastas y pujas de las grandes multinacionales.Francia planea nacionalizar el gigante eléctrico EDF

Francia decidió dar un vuelco en la tendencia europea para mitigar la cada vez más acuciante pérdida de soberanía energética, dos palabras que en los últimos meses han vuelto al debate público, así como el de la nacionalización, dejando atrás los discursos para privatizar todo lo nacional. Una de las preocupaciones, según los analistas económicos, es que la empresa pudiera ser adquirida por consorcios extranjeros.

Que este giro lo emprenda una administración hasta ahora tan comprometida con el credo neoliberal, y alejada de cualquier postura estatista o de izquierda, debiera motivar a una seria reflexión a quienes , intoxicados por la propaganda o porque defienden intereses inconfesables,  se oponen aún a a considerar al sector eléctrico como palanca del desarrollo de las naciones.

Es que ello significa el fin del expolio perpetrado por un puñado de compañías al amparo de las leyes creadas a su medida durante décadas, que mienten  invocando desde la libertad de mercado hasta una oportunista defensa del medio ambiente.

Francia va a nacionalizar por completo la eléctrica EDFA nadie escapa que semejante anuncio marca un punto de inflexión, tanto en el entorno europeo como en el mundial, respecto a las tendencias neoliberales que han dominado al sector energético en la mayor parte del mundo durante décadas.

La indiscriminada entrega de este rubro estratégico a la codicia de las multinacionales ha traído todo tipo de quebrantos. Hoy en España, cerquita de Francia, las autoridades no sólo se ven despojadas de cualquier facultad para auxiliar a su población en medio de una carestía sin precedente, sino que hasta ahora apenas ha podido tomar alguna acción contra corporaciones señaladas por conductas delictivas, como Iberdrola.

Mantener las centrales nucleares

El gobierno francés augura que en unas circunstancias como las actuales, agravadas con la guerra en Ucrania, el resto de los mercados de la energía en Europa seguirán sus pasos, con nacionalizaciones totales o parciales. Borne, además, defendió el modelo francés, que mantiene en actividad sus centrales nucleares al tiempo que impulsa los modelos alternativos más limpios.

“Seremos la primera gran nación ecológica en salir de los combustibles fósiles, pero para eso necesitamos tener el control total de la producción y de nuestro futuro energético”, advirtió la gobernante francesa, presionada por la volatilidad provocada por la guerra en Ucrania.

“Aunque nuestro país es menos dependiente del gas ruso que nuestros vecinos, no podemos creer ni hacerEl modelo nuclear francés: ¿Un ejemplo a seguir?creer que seremos inmunes a las decisiones unilaterales de Rusia. Si Rusia cortara sus exportaciones de gas, también nos veríamos afectados. Así que a partir de ahora debemos considerar todos los escenarios posibles, incluso los más difíciles, y compartir sus consecuencias con todos los actores y con el pueblo francés. Podemos resistir, pero todos debemos poner de nuestra parte”, añadió Borne.

La medida de Francia también está relacionada con los cambios jurídicos y estratégicos adoptados por la Unión Europea (UE), que a partir de ahora considera el gas y la industria nuclear como energías verdes.

La medida provocó una ola de reacciones en Europa, tanto a nivel bursátil como político, ya que muchos países se están planteando volver a las nacionalizaciones de la energía eléctrica ante la escalada sin freno de los precios y la vulnerabilidad que está provocando en la sociedad.

Para dejar atrás el carbono adoptaremos un mix energético equilibrado alrededor de las energías renovables y de la nuclear. Aceleraremos el despliegue de energías renovables e invertiremos en la nuclear con la construcción de nuevos reactores e innovaciones para la energía nuclear del futuro, aseguró Borne.

Alemania, que tiene totalmente privatizado ese sector estratégico, ya trabaja por una reforma legislativa para rescatar o nacionalizar empresas energéticas y/o gasísticas. En España el debate es impulsado por uno de los dos partidos que forman la coalición de gobierno, Unidas Podemos (UP), pero su debilidad parlamentaria y frente al propio Ejecutivo han impedido que llegara a buen puerto su propuesta de nacionalizar total o parcialmente el sector eléctrico.

Del entorno europeo sólo hay actualmente un país con la titularidad pública total del sector eléctrico, que es Suecia, ya que la mayoría mantienen sistemas mixtos, que con el paso del tiempo se ha ido inclinando la balanza en favor de la iniciativa privada, como ha ocurrido en Portugal, España, Italia, Alemania, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Holanda y Bélgica, que ahora también parece que podrían iniciar una ofensiva de nacionalizaciones para recuperar soberanía energética.

Por cierto, EDF arrastra un pasivo de 43 mil millones de euros, con el que tendrá que asumir el objetivo impuesto por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de poner en marcha a partir de 2035 seis nuevos reactores nucleres, con un precio estimado de 52 mil millones de euros. A este monto hay que añadir 50 mil millones de euros, necesarios para mantener en servicio el parque atómico actual, compuesto de 58 reactores que normalmente generan 70 por ciento de la electricidad del país.

* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)