Un diluvio inundó Bahía Blanca y esta vez Milei no se rió del cambio climático
Rubén Armendáriz
En la peor catástrofe de su historia, cayeron sobre la sureña ciudad de Bahía Blanca unos 400 milímetros de lluvia en ocho horas, lo que normalmente cae en ocho meses, produciendo por lo menos diez muertes, miles de evacuados, calles convertidas en ríos que arrastraron autos y árboles, y devastaron hospitales y edificios de vivienda. Esta vez el gobierno del libertario Javier Milei no se rió del cambio climático y aceptó coordinar la ayuda con el gobierno provincial,
Ante la feroz tormenta, el mandatario suspendió un viaje a la provincia de Mendoza, mientras las autoridades provinciales activaban mecanismos preventivos que incluyeron la suspensión de actividades al aire libre, y pusieron en marcha centros de evacuación. En todo 2024 el gobierno de Milei desistió de ayudar a las provincias y ciudades con obra pública. Menos aún a la Provincia de Buenos Aires, gobernada por un peronista, posible candidato presidencial.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, firmó un decreto que declara la emergencia para disponer de los fondos necesarios para colaborar con la recuperación de la ciudad y brindar ayuda a los vecinos de las zonas afectadas.
Flotaron y se hundieron autos, camas y heladeras que junto a parte del arbolado y postes del alumbrado público, navegaron a toda velocidad por las calles céntricas de la ciudad convertidas en río con rápidos, remolinos y hasta pequeñas cascadas por el empuje del agua y el viento.
Bahía Blanca, ciudad ubicada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a 636 kilómetros de Buenos Aires. Constituye un nudo energético, de transportes y comunicaciones entre los flujos económicos del suroeste de la provincia de Buenos Aires y del yacimiento petrolífero y de gas no convencional de Vaca Muerta, y es el puerto natural de salida de su producción.
El ministro de Seguridad de la provincia, Javier Alonso, aseguró que lo ocurrido representa “una situación muy adversa con cosas nunca vistas”. “Cayeron 400 milímetros en 6 horas, mientras que la tormenta más fuerte en Bahía Blanca fue en la década de 1930, cuando cayeron 175 milímetros”, describió.
“Como es una zona rodeada de sierras, el agua drenó hacia la ciudad y la correntada provocó el colapso de rutas y puentes, por lo que estamos bastante incomunicados, con muchos camiones varados en la ruta y las banquinas socavadas, lo que hace muy difícil transitar”, explicó Alonso el cuadro que se mantenía al caer la noche.
*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)