Trump y el caballo de Troya digital de la privatización de la moneda

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Hasta ahora, los banqueros centrales consideraban las criptomonedas como una simple molestia, de una magnitud insuficiente para alterar las políticas de las que están a cargo. Pero están mucho más inquietos desde la aprobación, el martes 17 de junio, del proyecto de ley Genius (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins) por el Senado de los Estados Unidos, que sigue al decreto adoptado por el presidente Donald Trump el 6 de marzo, estableciendo una reserva estratégica de criptomonedas.

Ahora temen que Trump se base en las “monedas estables” [criptoactivos cuyo valor está indexado a otro producto] indexados al dólar para reconfigurar el sistema monetario mundial (de paso haciendo su fortuna y la de su familia). Temen un desmantelamiento deliberado y caótico del orden monetario del siglo XX, en el que los bancos centrales reinaban como arquitectos únicos de la moneda.Trump revoluciona el mercado con su criptomoneda: $TRUMP arrasa en horas

El proyecto de ley Genius no solo permite las monedas estables privadas, sino que otro proyecto de ley tiene como objetivo prohibir que la Reserva Federal de Estados Unidos emita moneda digital de banco central (MNBC). La adopción definitiva de estos dos textos consagraría los tokens emitidos por algunas empresas como los nuevos instrumentos de la hegemonía del dólar.

No se trata de innovación, sino de una oferta pública de compra hostil sobre el dinero. En ausencia de cualquier regulación seria, las monedas estables no son ni estables ni una alternativa real al dólar. No son más que el caballo de Troya de una privatización del dinero.

El Banco Central Europeo (BCE) es consciente del peligro. Si la gestión y el comercio de valores migran a la cadena de bloques -si los bonos, las acciones y los derivados se “tokenizan”-, también será necesario adaptar los sistemas de reglamentación. La solución del BCE radica en un euro digital que circula por una cadena de bloques. El dinero público seguiría siendo así la base de las finanzas. Hasta ahora, el BCE se enfrentaba a la resistencia de los bancos privados alemanes y franceses.

Euro digital: conocé la fecha tentativa para su lanzamientoAhora se encuentra con un segundo problema, aún más grave: Estados Unidos está corriendo en la dirección opuesta. Al prohibir los MNBC y dar luz verde a las monedas estables, el equipo de Trump no solo rechaza la idea de un dinero público digital, sino que también subcontrata la supremacía del dólar a las grandes empresas tecnológicas.

Feudalismo monetario

Los mismos libertarios que se rebelan contra el Estado ahora le ruegan que transforme sus monedas estables en moneda oficial de facto. Peor aún, piden poder afianzar sus fichas en las reservas de un banco central, la Reserva Federal. Imagine un mundo en el que Tether, Circle o un “token X” respaldado por Elon Musk se beneficien del apoyo implícito del Tesoro de los Estados Unidos mientras escapan a cualquier regulación bancaria. ¡Una forma de feudalismo monetario!

Estados Unidos ya ha experimentado tal caos monetario. En el siglo XIX, varios miles de bancos salvajes emitían billetes privados; los frecuentes pánicos financieros dejaban a los ciudadanos, y en particular a la clase trabajadora, en posesión de papel sin valor. La propia J.P. Morgan estaba tan consternada que entabló un tira y afloja con el gobierno federal y otros banqueros para establecer la Reserva Federal como una institución pública con la misión de estabilizar la moneda.

Estados Unidos retorna a este pasado, arrastrando consigo al resto del mundo. El proyecto de ley Genius es la recetaProponen ley GENIUS para regular todas las stablecoins perfecta para desencadenar una era digital salvaje, en la que las monedas estables, indexadas al dólar pero controladas por actores privados, inundarían la economía mundial con pseudodólares digitales. Las stablecoins privadas nunca mantendrán su anclaje en el dólar una vez que hayan recibido el imprimatur oficial de las autoridades federales y vean cómo su volumen se dispara. Incluso si los países abandonan el billete verde, seguirán siendo prisioneros de su sombra digital.

Un renminbi digital

Consciente de la amenaza, el Banco Central Europeo acelera la creación de un “MNBC al por mayor”, un euro digital para uso institucional, que serviría de paliativo: un sistema híbrido diseñado apresuradamente, destinado a ahorrar tiempo hasta que se imponga una verdadera solución reglamentaria.

Pero puede que sea demasiado tarde. Si las monedas estables se convierten en la moneda predeterminada de los mercados criptográficos, las finanzas descentralizadas y las economías emergentes, el euro digital mal encadenado del BCE se sumaría al campo de batalla de una guerra ya perdida.

El yuan digital gana terreno entre países que tienen que pagarle aranceles a EE. UU.El único banco central que ha tomado la iniciativa es el Banco Popular de China. Con su propio renminbi digital, que ya funciona, el BPC puede permitirse negarse a conferir legitimidad a las monedas estables, prohibiéndolas. Sin embargo, tal elección dejaría sin respuesta un dilema considerable: las instituciones públicas y privadas chinas tienen ahorros acumulados de aproximadamente 4.500 millones de dólares (3.900 millones de euros). ¿Deben deshacerse de ellos, dando así un impulso al plan de devaluación del billete verde del equipo de Trump, o mantenerlos y permanecer expuestos a las turbulencias que el presidente estadounidense es tan bueno en provocar?

A más largo plazo, esta bifurcación monetaria puede exacerbar las incertidumbres geopolíticas. Dos sistemas monetarios paralelos, uno basado en monedas públicas emitidas en China, India y potencialmente en la zona euro, el otro compuesto por dinero privado cada vez más dominado por monedas estables indexadas al dólar, inevitablemente acabarían enfrentándose. Los banqueros centrales no son los únicos que tienen motivos para preocuparse.

*Catedrático universitario, político, exministro de Finanzas de Grecia, autor de varios libros de política y economía.