Trump, la ultraderecha y las relaciones con Brasil
Juraima Almeida
La toma de posesión de Donald Trump es un momento importante no sólo para Estados Unidos, sino también para Brasil, que desde hace semanas se pregunta cómo evolucionarán sus relaciones con la nueva administración y teme la desestabilización tanto con medidas que imponga Washington, como también por el apoyo del nuevo mandatario estadounidense al ultraderechista expresidente Jair Bolsonaro..
La incógnita parece aún mayor después de que el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, negara la devolución del pasaporte al expresidente Jair Bolsonaro, invitado por Trump a su ceremonia de investidura. El libertario presidente argentino Javier Milei culpó al “régimen de Lula” de impedir que Bolsonaro llegara a Estados Unidos, a la toma de posesión de Trump a la que no fue invitado el progresistya presidente Lula da Silva.
La cercanía entre Trump y y el ultraderechista expresidente Jair Bolsonaro obliga a Lula buscar estrategias políticas y comerciales para mantener estable la relación con Washington. Lula expresó su deseo de que Estados Unidos siga siendo “socio histórico” de Brasil durante el gobierno del republicano Donald Trump, “No queremos peleas, ni con Venezuela, ni con los estadounidenses ni con China, India o Rusia”, agregó.
El canciller Mauro Vieira es optimista. Señaló que “las relaciones entre Brasil y EEUU siempre serán muy buenas, como siempre lo han sido. Son relaciones de Estado; el propio presidente Lula tuvo la mejor relación posible con Bush en el pasado. Los intereses de los Estados son siempre más importantes”, declaró al diario O Globo.
Nadie duda que una de las metas de Trump para América latina es librarse de Lula y su influencia sobre gobernantes de varios países de la región. De cara a las presidenciales de 2026, la alianza Trump-Bolsonaro tratará de derrotar a la izquierda, a pesar de que Bolsonaro no podrá presentarse a las elecciones porque es inelegible hasta 202 por resolución de la justicia.
Y ya esbozó en la campaña electoral la posibilidad de aplicar aranceles a las exportaciones brasileñas, pese a que nunca las transacciones comerciales ha sido tan buena entre los dos países como en 1014, cuando las exportaciones brasileñas crecieron 9.2% (por 40.330 millones de dólares), mientras que las importaciones aumentaron 6,9%, hasta 40.583 millones de dólares. El saldo favorable para EEUU fue de 253 millones de dólares.
Lula, quien no fue invitado a la ceremonia de asunción de Trump, está intentando crear una alianza alternativa con Europa en este asunto, de ahí sus recientes llamadas telefónicas con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el socialista António Costa, el nuevo presidente del Consejo Europeo.
El gobierno brasileño también está preocupado por los migrantes brasileños que viven ilegalmente en Estados Unidos, especialmente en Maryland. En total, hay 230.000 brasileños indocumentados en Estados Unidos, frente a los 100.000 que había en 2021. Entre las principales promesas de campaña de Trump está la de repatriar a los inmigrantes ilegales.
Brasil es uno de diez países americanos que expresaron “grave preocupación” por la promesa de Trump de ordenar el mayor operativo de deportación de extranjeros en la historia de esa nación, apenas asuma el cargo.
El interés del equipo de Trump por expandir el sector de las monedas virtuales, aún poco regulado, hace temer el riesgo de que aumente la presencia de las organizaciones criminales brasileñas en EEUU, donde ya tienen actividades de blanqueo de capitales y tráfico de armas. El
El vicepresidente de Trump, James David Vance, es un gran defensor de las criptodivisas y en el pasado ha recibido financiación de Peter Thiel, cofundador de PayPal, quien el año pasado 200 millones de dólares en criptodivisas y Ethereum. En general, son muchos los entusiastas de las criptomonedas que pretenden transformar el sistema monetario de EEUU.
Entre las propuestas más recientes figura la de la senadora republicana Cynthia Lummis, según la cual la Reserva Federal debería utilizar sus reservas para emitir certificados de compra de bitcoins, alcanzando así una reserva estratégica de un millón de bitcoins en un plazo de cinco años.
*Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)