Trump endurece la política petrolera contra Venezuela ¿Hasta dónde llegará?
Marcos Salgado
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles la decisión de revocar las licencias que permitían a la petrolera estadounidense Chevron extraer y exportar petróleo venezolano. Una medida que entraría en vigor a partir del 1° de marzo según avisó Trump en su red social.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó el anuncio de Trump. Dijo que es una medida como “lesiva e inexplicable”. Rodríguez aseguró que esta acción no solo perjudica a Venezuela, sino también a los propios Estados Unidos, su población y sus empresas.
“El gobierno de los Estados Unidos ha tomado una decisión lesiva e inexplicable; al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, pretendiendo hacerle un daño al pueblo venezolano”, escribió Rodríguez en Instagram.
La vicepresidenta argumentó que, con esta medida, «en realidad se está infligiendo un daño a los Estados Unidos, a su población y a sus empresas, poniendo además en entredicho la seguridad jurídica de EE.UU. en su régimen de inversiones internacionales”.
Discurso provocador
En su mensaje, Trump hizo gala nuevamente de su estilo confrontativo y provocador. Criticó a Maduro por no haber cumplido con la deportación de “criminales violentos”que, según él debían ser repatriados “a un ritmo rápido”.
“Estamos revirtiendo las concesiones que el corrupto Joe Biden concedió a Nicolás Maduro, de Venezuela, en el acuerdo sobre transacciones petroleras del 26 de noviembre de 2022, así como las relacionadas con las condiciones electorales dentro de Venezuela, que el régimen de Maduro no ha cumplido”, afirmó Trump.
La licencia otorgada por la administración Biden permitía a Chevron operar en Venezuela hasta finales de julio de 2024, por lo que la decisión de Trump adelanta el cese de actividades en varios meses. Esta medida podría representar un duro golpe para la economía venezolana, aunque su impacto inmediato es difícil de mensurar.
Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Venezuela superó por primera vez desde junio de 2019 el millón de barriles diarios (bpd) en este mes de febrero de 2025, se sabe que en parte esto es debido a las operaciones de la petrolera estadounidense.
Por su parte, Chevron señaló que está evaluando las implicaciones del anuncio y recordó que opera en Venezuela cumpliendo con todas las leyes y regulaciones, incluidas las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense. La compañía ha retirado sus activos venezolanos de sus reservas debido a las incertidumbres políticas, lo que significa que la producción del país no contribuye a sus ganancias.
Esto parece ser la razón de la estabilidad de las acciones de Chevron en la bolsa de valores estadounidense luego del anuncio de Trump: apenas cayó menos de un 1%.
¿Y ahora?
¿Está Venezuela de nuevo de cara a una caída abrupta de sus exportaciones petroleras, que representan casi el único flujo de caja para el Estado? ¿Se puede parangonar esta situación a la crisis de las sanciones que arrancaron en el 2015?
En principio, parece que la situación no es la misma. Primero porque no está claro el alcance de la última bravuconada de Trump, y cuánto afecta las operaciones de empresas de la India, España y Francia, que están operando en Venezuela. Segundo, porque en esos negocios en curso se debe sumar la venta de petróleo venezolano a terceros, y las exportaciones a China, socio comercial que se mantiene vigente.
Lo que sí está claro es que el ahogo de las cuentas de Venezuela, lo mismo que se intentó en 2019, es la única tabla de salvación de la muy alicaída oposición de ultraderecha. La promocionada presencia de María Corina Machado en “Triggered”, el podcast de Donald Trump Jr. no alcanzó para desnivelar las cargas.
“Para mí, esto (la revocación de las concesiones petroleras) es la prueba de que el presidente Trump está con Venezuela, con los venezolanos y con la seguridad”, interpretó MCM. Queda por ver, como se indicó más arriba, cuanto del ¿nuevo? escenario que se configura sucederá o no.
A juzgar por la primera reacción oficial, la de la vicepresidenta Rodríguez, Venezuela apelará a mantener la calma y guiarse por la dignidad, antes que por los ansiosos cantos de sirena que ya fallaron una vez, y nada indica que ahora será distinto.