Trump, el acosador, al frente del poder menguante de EEUU
Mirko C. Trudeau.
Donald Trump no es una anomalía sino un síntoma, porque Estados Unidos vive una crisis de consenso, ya que no es más una fuerza hegemónica de dirección cultural sobre el mundo, sino que expresa las crudas realidades del poder menguante de su país y grita impotente su eslogan –que bien define la realidad-: MAGA, Make America great again.
¿Hacer a Estados Unidos grande otra vez? Sí, porque es conciente, como todo el mundo, que Estados Unidos se ha ido empequeñeciendo y eso le resulta intolerable a su ego, que insiste en anexar Canadá como estado 51, a Groenlandia como estado 52. “Y quizá hasta a Gran Bretaña como estado 53, y la enajenación catastral del cementerio de Gaza convertido en ilusa riviera inmobiliaria”, señala el mexicano Alfredo Jalife Rahme.
Anunció la recuperación del control del Canal de Panamá, amenazó a México y a Canadá y amedrentó a Colombia, El Departamento de Eficiencia Gubernamental, encargado al multimillonario sudafricano Elon Musk, fue o frenado por orden de un juez previniendo su acceso al sistema de pagos del Tesoro. Planea apoyarse en Musk para hacer una reforma profunda de la administración del gobierno, con trasfondo eminentemente político y de índole autoritaria, asunto clave de todo este proceso.
Trump desmanteló en pocos días lo hecho por la administración de Joe Biden en materias social, política, de regulación, de las relaciones y los acuerdos internacionales. Hasta dijo que el mundo abusa de su país, que no obtiene las retribuciones que le corresponden. Sabe en qué consiste el poder que tiene y piensa que dispone de los medios para exhibirlo y aplicarlo. Y toma represalias contra quien lo enfrenta.
No puede negarse que Trump tiene mucho poder, lo usa y buscará profundizarlo. Ha colmado la atención mundial, puso en jaque a varios gobiernos; colocó contra las cuerdas a la Unión Europea y a los organismos internacionales como la ONU y la OTAN; mantuvo quieto al presidente ruso Vladimir Putin con un bajo perfil. Y planteó un desconcertante y bárbaro plan para Gaza y para los palestinos,.
Adam Tooze, historiador económico británico, profesor de la Universidad de Columbia, señala que “El poder del acoso no es lo mismo que el autoritarismo, la tiranía, la dictadura o la represión. El acoso implica el uso del poder para humillar, así como para intimidar, herir o coaccionar. El acoso es transgresor y excesivo.Va más allá de la policía, el castigo o la coerción convencionales y, sin embargo, también es menos. Es menos intencional e instrumental que otras formas de poder”.
León Bendeski señala que el frenético tempo del inicio de la segunda presidencia de Trump es una especie de blitzkrieg político, un tipo de ataque relámpago que se hizo famoso con la estrategia militar alemana en la fase inicial de la Segunda Guerra Mundial. La prensa internacional contiene ya una larguísima lista de reflexiones para retratar al farsesco magnate. “No obstante, hay que tener cuidado, ya que el poder herido puede dar zarpazos horribles”, añade Tooze.
Por su parte, su socio Benjamín Netanyahu, genocida primer ministro israelí, con todo el poder militar nuclear que detenta todavía Estados Unidos, aprobó el traslado de 1.8 millones de palestinos a Jordania, que parece haber aceptado el rey Abdullah, y a Egipto, que ha rechazado tajantemente el presidente Al-Sisi.
Se aprovecha del agujero negro geopolítico que se abrió en Gaza para incitar a trasladar a los palestinos al desierto de Arabia Saudita: los sauditas pueden crear un Estado palestino en Arabia Saudita; tienen mucha tierra ahí, dijo. En realidad tienen más arena que tierra.
¿Quién podrá detener hoy la militarizada despoblación de palestinos en Gaza (360 kilómetros cuadrados con alrededor de 1.8 millones de habitantes) y Cisjordania (5.655 kilómetros cuadrados con una población de más de tres millones de habitantes? El problema que sigue lo constituye Cisjordania, colonizada por más de medio millón de Israelíes, sin contar otros 220 mil colonos israelíes que pretenden apoderarse de Jerusalén Oriental (Al-Quds).
Mientras, sigue en Estados Unidos, el debate sobre los aranceles. Algunos, como el propio Trump, imaginan que van a enriquecer a EEUU y a inaugurar una nueva época productiva. Otros muchos ven claramente un autoflagelo, ya que no es una economía industrial emergente que necesita proteger a sus nuevas industrias de sus competidores poderosos, sino una economía madura con una industria en declive que no se recuperará con aranceles a las importaciones chinas, mexicanas, canadienses o alemanas.
Todos lo saben: La industria estadounidense montada en territorio de EEUU no inagurará una nueva historia con la varita mágica arancelaria de Trump.
Reveses judiciales
Pero Donald Trump sufrió esta semana tres reveses judiciales. Un juez federal determinó que su gobierno no ha cumplido con su orden de descongelar el gasto federal y le ordenó desembolsar el dinero; otro bloqueó su orden ejecutiva destinada a negar la ciudadanía estadounidense por nacimiento, y un tercero suspendió el plazo para que renuncien voluntariamente los burócratas.
En Concord, Nueva Hampshire, el juez federal de distrito Joseph Laplante bloqueó la orden ejecutiva de Trump que termina con la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de personas que están en Estados Unidos sin papeles.
Mientras, el juez John McConnell, de Providence, en el estado de Rhode Island, después de que un grupo de 23 fiscales generales estatales demócratas advirtiese la semana pasada de que algunos fondos seguían retenidos, encontró evidencia de que algunas subvenciones y préstamos federales aún no se están entregando a los destinatarios y ordenó que se libere el efectivo.
El nuevo gobierno alegó que la pausa era necesaria para asegurar que el gasto federal esté en línea con la agenda del presidente.El juez aclaró que su fallo también impide al gobierno de Trump recortar miles de millones de dólares a los institutos nacionales de salud. El Gobierno Trump había dicho a los estados que creía que la orden no se aplicaba a ciertos gastos ambientales y de infraestructura, y que algunos pagos se retrasaron por “razones operativas y administrativas”.
Otro juez federal, en Washington, emitió una orden de restricción temporal contra el plan de congelación de fondos y desde entonces ha expresado preocupación de que los grupos sin fines de lucro no estén recibiendo su financiamiento. La decisión surge después de dos fallos similares de jueces en Seattle y Maryland la semana pasada. Laplante, quien fue nominado por el ex presidente republicano George W. Bush, dijo que no lo convencieron los argumentos de los abogados de la administración Trump.
En tanto, el juez federal George O’Toole suspendió el plazo dado por el gobierno federal para la dimisión voluntaria de funcionarios federales y prohibió que se emitan nuevas propuestas en este sentido. Los trabajadores seleccionados tenían hasta el jueves para renunciar y recibirían los salarios correspondientes hasta finales de septiembre.
El Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro presentó dos demandas judiciales contra el director interino del CFPB, Russell Vought, acusándolo de intentar cerrar la agencia –creada por el Congreso– y de dar al Departamento de eficiencia gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, acceso a la información personal de los empleados.
Las medidas de Vought reflejan un intento ilegal de frustrar la decisión del Congreso de proteger a los consumidores, argumentan en una de las demandas.La CFPB se creó a raíz de la crisis financiera mundial de 2008 y actúa como organismo de control en temas como las hipotecas, las tarjetas de crédito o el cobro de deudas.
En este contexto, funcionarios y policías federales impidieron la entrada a numerosos empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) que se presentaron a trabajar en su sede de Washington, luego de que un tribunal bloqueó de manera temporal una orden del gobierno que habría retirado a casi todos los trabajadores de sus puestos a nivel mundial.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)