Trinidad investiga muerte de dos ciudadanos en ataque estadounidense
La policía de Trinidad y Tobago abrió una investigación sobre informes que indican que dos ciudadanos del país murieron en un ataque militar de Estados Unidos contra una embarcación cerca de las costas de Venezuela.
Las víctimas, identificadas como Chad “Charpo” Joseph y un hombre de apellido Samaroo, eran pescadores del pueblo costero de Las Cuevas, según confirmaron medios locales y familiares.
El ataque, anunciado el martes por el presidente Donald Trump, formó parte de una operación contra presuntos “narcoterroristas” que, según Washington, transportaban drogas desde Venezuela hacia el Caribe.
El Pentágono afirma que la acción se ejecutó en aguas internacionales y que la embarcación era parte de redes vinculadas al terrorismo y al narcotráfico.
Sin embargo, la versión ha sido rechazada por los familiares, quienes sostienen que los fallecidos eran pescadores que regresaban a casa.
“Si ves una embarcación, lo correcto es detenerla e interceptarla, no volarla por los aires”, Lenore Burnley.
La madre de Joseph, Lenore Burnley, denunció que su hijo fue víctima de un acto “cruel e injustificado” y acusó a Estados Unidos de violar las normas marítimas. Según Burnley, “si ves una embarcación, lo correcto es detenerla e interceptarla, no volarla por los aires”.
La comunidad de Las Cuevas, dedicada principalmente a la pesca, ha expresado miedo a salir al mar tras conocerse el ataque.
Organizaciones locales, como Fishermen and Friends of the Sea, calificaron el hecho de “asesinato extrajudicial” y exigieron una respuesta diplomática firme por parte del Gobierno de Trinidad y Tobago.
Su secretario, Gary Aboud, instó al país a denunciar a Estados Unidos ante la Corte Penal Internacional por “violar el derecho internacional humanitario”.
Desde el inicio de la campaña estadounidense contra el narcotráfico en el Caribe, al menos 27 personas han muerto en ataques similares ejecutados por drones y embarcaciones de guerra.
La Casa Blanca sostiene que estas operaciones son necesarias para “proteger a Estados Unidos de redes criminales transnacionales”, mientras crecen las críticas por la falta de pruebas que respalden las acusaciones.