“Tribunal” paga más de 3.000 millones de dólares por vacunas dañinas

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Desde 1988, el gobierno de Estados Unidos ha pagado 3.200 millones de dólares a 4.150 a personas y familias por lesiones y muertes atribuidas a vacunas contra la gripe, difteria, tos ferina y otras afecciones. Aunque las vacunas “siguen siendo uno de los mayores éxitos de la salud pública, “para algunos estadounidenses, los efectos secundarios raros de inoculaciones han dado origen a dificultades, lesiones graves e incluso la muerte”, informó la periodista de salud Tracy Seipel.

Como Anders Kelto reportó en NPR’s All Things Considered, exitosos juicios de alto perfil contra las compañías farmacéuticas en la década de 1980 pagaron por los niños inmunizados contra la difteria-tétanos-tos ferina (DTP, sigla en inglés) que experimentaron reacciones adversas, incluyendo convulsiones y daño cerebral, que condujeron al menos a dos transacciones judiciales por valor de millones de dólares.

En respuesta, las compañías farmacéuticas amenazaron con dejar de producir vacunas para el mercado estadounidense debido a riesgos de litigios demasiado grandes, a menos que el gobierno les proporcionara protección “sin culpa”. Anna Kirkland, profesora de estudios sobre la mujer y ciencias políticas en la Universidad de Michigan, citada por NPR dijo: “Existió el temor real de que dejarían de estar disponibles algunas de nuestras vacunas infantiles”.

En 1986, el miedo llevó al Congreso a establecer la poco conocida Oficina de Maestros Especiales del Tribunal de Reclamaciones Federales de Estados Unidos (conocida informalmente como “la Corte de la Vacuna”) y el Programa Nacional de Compensación de Daños por Vacunas. NPR informó que el tribunal administra un “programa de compensación sin culpa que sirve como una alternativa al sistema tradicional de responsabilidad civil de Estados Unidos”. Como explicó Kirkland, “la Corte de la Vacuna” sirvió para “proteger de la responsabilidad a los fabricantes de vacunas”. También se creó un fondo para compensar a los vacunados lesionados, mediante un recargo de 75 centavos en cada dosis de vacuna.

Como explicó el informe de NPR, “los peticionarios no tienen que demostrar que la vacuna causó su condición: la corte opera bajo la presunción de causalidad si la lesión se desarrolla dentro de un cierto período de tiempo”. Para ganar una demanda, los solicitantes deben presentar pruebas de que desarrollan una condición que aparezca listada en una gráfica de lesiones por vacuna. Los fallos para condiciones no incluidas en el listado requieren una mayor carga de la prueba. Pero, según informó Seipel, la otra restricción que enfrentan los peticionarios es la presentación dentro de los límites estrictos del plazo. Una petición debe ser presentada dentro de los tres años de los primeros síntomas, o dos años después de la muerte, o dentro de cuatro años después del primer síntoma de una lesión relacionada con la vacuna que resultó en la muerte.

El problema del límite de tiempo es doble. En primer lugar, y lo más fundamental, la mayoría de las personas simplemente no saben sobre el programa del gobierno de compensación de la lesión por vacuna y pueden no tener conocimiento al momento de la petición. En segundo lugar, en los casos en que los padres alegan que una vacuna hirió a uno de sus niños, el alcance de la lesión no puede ser conocido hasta que el niño sea mayor. Como dijo a NPR Anna Kirkland, la profesora de Michigan que ha estudiado “la Corte de la Vacuna”, se crea un dilema dando a conocer el programa de compensaciones del Tribunal de la Vacuna y de indemnización por lesiones: Una vez que los críticos ven avenencias de compensación, concluyen que “las vacunas son peligrosas y no se debe vacunar”. Si el tribunal logra una mayor visibilidad, especialmente en relación con los pagos a los pacientes lesionados, el público podría llegar a la conclusión de que las vacunas son generalmente más peligrosas que la significativa investigación y la evidencia.

Jessica Boehm, de Cronkite News, informó que las avenencias sobre vacunas, cuando existe información sobre dos posibles efectos secundarios, se proporciona a los pacientes el programa de compensación de la vacuna antes de cada inoculación. Sin embargo, pocas personas leen la letra pequeña. De acuerdo con Drew Downing, un abogado que se especializa en casos de lesiones por vacunas, “ese es realmente el único lugar donde nunca se habla del programa de vacunación”. Como informó Seipel, otros críticos han señalado que, los pacientes deben ser informados sobre el sistema judicial y el programa de compensación cuando buscan atención médica por una reacción adversa.

El informe de Boehm en Cronkite News indicó que los ingresos anuales del Fondo Fiduciario de Compensación de Daños por Vacunas superan significativamente la cantidad gastada en demandas por lesiones a través del programa de compensación. De acuerdo con datos de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, desde 2005 el tribunal de la vacuna ha compensado un promedio de 190 de las 466 reclamaciones que recibe cada año. Durante ese tiempo, el presupuesto anual del programa tiene un promedio 148,7 millones de dólares. Boehm informó que algunos críticos del programa preguntan por los registros del programa de compensación, dado que ahora mantiene un fondo de 3,5 mil millones de dólares. Otros afirmaron que el gran fondo fiduciario es una “red de seguridad”, mantenida por el programa en caso de que el Tribunal de la Vacuna decida compensar a miles de familias, como pudo haber ocurrido en 2007, cuando la corte inició el Omnibus Autism Proceeding (Procedmiento Ómnibus del Autismo) para determinar si dos tipos de vacunas desencadenan el autismo en los niños. En 2009 la corte falló en contra de las familias, pero si no hubiera sido así, la solución habría requerido al menos esa cantidad por concepto de indemnizaciones. Víctimas de la vacuna con lesiones tienen derecho a los salarios perdidos, gastos médicos y de rehabilitación y hasta 250.000 dólares en compensación por dolor y sufrimiento. Para las muertes relacionadas con la vacuna, la compensación se limita a 250.000 dólares.
Desde 2002, el Washington Post ha publicado numerosos editoriales, artículos de opinión y cartas al editor que han abordado el Programa Nacional de Compensación de Daños por Vacunas. En 2009 se publicó un artículo de primera plana con la conclusión del Tribunal de la Vacuna que descartó una relación entre las vacunas y el autismo en los niños. La cobertura del New York Times sobre la Corte de la Vacuna y su programa para las lesiones parece haber sido limitada a una sola historia desde 1994, emitida por la Associated Press, con motivo de una nueva vacuna contra la tos ferina, que menciona sólo de paso el fondo del programa y la compensación.

Traducción de Ernesto Carmona / Mapocho Press

Fuentes:
Anders Kelto, “Vaccine Court Aims to Protect Patients and Vaccines,” All Things Considered (NPR), broadcast June 2, 2015, edited transcript, http://www.npr.org/sections/ health-shots/2015/06/02/ 411243242/vaccine-court-aims- to-protect-patients-and- vaccines.
Tracy Seipel, “Vaccine Battles Call New Attention to Obscure Compensation Court,” Marin Independent Journal, August 2, 2015, http://www.marinij.com/ article/NO/20150802/NEWS/ 150809969.
Jessica Boehm, “Vaccine I njury F und T ops $3.5 B illion, as P atients F ight for P ayment,” Cronkite News (Arizona PBS), May 8, 2015, http://cronkitenewsonline.com/ 2015/05/vaccine-injury-fund- tops-3-5-billion-as-patients- fight-for-payment/.
Student Researchers: Brittany Oldham, Dorsa Abyaneh, and Emiko Osaka (San Francisco State University)

Faculty Evaluator: Kenn Burrows (San Francisco State University)