Transición y golpe militar
Leopoldo Puchi|
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo presentó un documento denominado “Marco para transición democrática”, dirigido a la sustitución del actual gobierno y la salida de Nicolás Maduro de la presidencia. El planteamiento se concretaría por medio de un acuerdo entre Estados Unidos, el gobierno y la oposición.
Ahora bien, el Gobierno ya informó que estaba en desacuerdo con la propuesta del secretario de Estado. De manera que el plan debe considerarse como la posición de una de las partes, que difiere de la posición de la otra parte, el Gobierno. El espacio para abordar este pulso es el de una mesa de diálogo.
Oferta a militares
Sin embargo, es probable que se intente adelantar ese mismo plan sin que haya acuerdo entre las partes. De ser así, ¿cuál sería el camino que se tomaría? La respuesta está en el propio texto del documento: los militares. Es razonable pensar que quienes elaboraron la propuesta estaban al tanto de que no contarían con la aprobación del Gobierno.
Esto explica que la iniciativa tenga como centro una oferta a los militares: ya no sería Juan Guaidó presidente interino y pudiera ser un militar; los altos mandos permanecerán en sus cargos.
En esta perspectiva, se parte de la hipótesis de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se fracturaría o capitularía con facilidad frente a una presión externa, lo que conduciría a un levantamiento militar o a un golpe de Estado palaciego. Posteriormente, a partir de los puntos que contempla el plan, se procedería a legalizar el golpe de Estado en la Asamblea Nacional.
Aunque la circunstancia de la epidemia del Covid-19 no es apropiada para deponer a un gobierno, sí se presta para ser utilizada con fines políticos, por los problemas sociales que genera.
Tregua
Por supuesto, la oferta a los militares no tiene lugar de forma aislada, sino que se produce en el contexto de una grave situación económica, de la caída de los precios del petróleo y en el marco de las acciones de cambio de gobierno.
Como se sabe, estas acciones se centran en el vector de las sanciones, es decir, el bloqueo a la venta de petróleo y de otras materias primas, para así disminuir el flujo de divisas que se utiliza en la importación de insumos, medicinas y alimentos.
El objetivo es el incremento del deterioro de las condiciones de vida de la población, para que presione. Este vector de las sanciones ha estado articulado con otros movimientos en el tablero, como el cerco bancario y financiero, el poder dual, la acción del fiscal William Barr y la amenaza de una intervención extranjera.
El punto a despejar es si el plan de transición de Pompeo será retirado luego de conocerse que no tiene consenso o si se tomará el camino de un golpe para concretarlo. De retirarse o congelarse el plan, pudiera seguirse el camino de una tregua y adelantar acuerdos puntuales Gobierno-oposición para enfrentar la epidemia del coronavirus.
Día a día
Sobre el planteamiento de Pompeo, Elliott Abrams señaló que era predecible que Nicolás Maduro no estuviera de acuerdo. Lo importante son las conversaciones “dentro de los militares y dentro del régimen y dentro del partido”, aseguró. El Grupo de Lima respaldó el planteamiento, la UE tomó “nota positiva” y el gobierno de España lo examinó “con interés” e insistió en el reinicio de negociaciones como Oslo/Barbados.
El gobierno argentino señaló que la situación en Venezuela “debe ser resuelta sin presiones ni condicionamientos externos”.
Tom Rogan, del Washington Examiner, indicó que “el despliegue militar en el Caribe no tiene que ver con drogas”. “Es una excusa. Lo que realmente está sucediendo es que Trump está aumentado la presión para que Maduro renuncie”. Mauricio Claver-Carone dijo: “Es la última oportunidad de Maduro”.
Mientras, el presidente Nicolás Maduro llamó a “todos los sectores políticos a un alto al fuego, a una tregua política y a un acuerdo humanitario”.
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*Politólogo. Exministro de Trabajo