Tiroteo durante el juramento del nuevo Gobierno italiano
Los disparos de un hombre en paro «desesperado» que, según la Fiscalía, quería alcanzar a los políticos marcaron el estreno del Gobierno de Enrico Letta, quien hoy acude al Parlamento para pedir su confianza.
GARA
Un hombre en paro, desesperado, que quería disparar contra los políticos durante la toma de posesión del nuevo gobierno italiano, acabó abriendo fuego contra los carabineros del Palacio Chigi, sede del Gobierno, a un kilómetro de distancia del palacio de Il Qurinal, donde tuvo lugar la ceremonia de juramento del nuevo Ejecutivo que dirigirá Enrico Letta.
Uno de los carabineros fue herido en el cuello, otro en una pierna y una mujer embarazada fue rozada por uno de los proyectiles. El atacante fue hospitalizado por las contusiones recibidas al ser inmovilizado por los carabineros.
El autor de los disparos, un calabrés de 49 años, «tenía como objetivo a los políticos, no era un loco», señaló el fiscal de Roma, Pierfilippo Laviani. «Era un hombre lleno de problemas que ha perdido el trabajo, había perdido todo, tuvo que regresar con su familia. Estaba desesperado», agregó. «Quería disparar contra los políticos, pero visto que no podía alcanzarlos ha disparado contra los carabineros», aseguró el fiscal tras escuchar a Luigi Prieti, autor de los disparos.
Aún no se había aclarado lo ocurrido cuando comenzó la polémica política, y, aunque ninguno de los que intervino lo mencionó claramente, varias voces -sobre todo las del Pdl de Silvio Berlusconi- apuntaron al Movimiento 5 Estrellas, por sus continuas críticas a la clase política. Desde su blog, Beppe Grillo se apresuró a desmarcarse: «Somos solidarios con las fuerzas del orden. Esperamos que seas un acto aislado», escribió.
La ceremonia de la toma de posesión se llevó a cabo con normalidad, y hoy el Gobierno de Letta -con nueve ministros del PD, cinco del PdL, tres centristas y otros tantos «tecnócratas»- tendrá que pedir la confianza de ambas cámaras del Parlamento.
«Vendidos al caimán»
En el PD aumentan los llamamientos a la unidad dentro de la formación e incluso, algunos de los diputados denominados «rebeldes» dan señales de apoyo al Ejecutivo y parecen haber relajado las tensiones evidenciadas en la elección del jefe del Estado, que podrían dejar algunos votos negativos o abstenciones.
Algunos militantes de base del PD consideran que se ha liquidado la tradición postcomunista de la formación, con la exclusión de nombres como el de Massimo D’Alema, y que se trata de un Ejecutivo con una amplia mayoría de componentes de tendencia democristiana. Diarios de izquierda como «Il Fatto Quotidiano» se muestran preocupados por el peso que puede tener Berlusconi en el Ejecutivo, del que su mano derecha, Angelino Alfano, es el número dos. «Los electores del PD vendidos al caimán (sobrenombre de Berlusconi)», tituló.
Pero otros comentaristas subrayaron el carácter «incorruptible» de la nueva ministra de Justicia, Annamaria Cancellieri, que tendrá que supervisar los problemas judiciales de Berlusconi, perseguido por fraude fiscal (caso Mediaset) y prostitución de menores (Rubygate).
El Gobierno recién formado sí cuenta con el apoyo de la formación del ex primer ministro Monti y presumiblemente también con el del PdL.
Más difícil resulta que convenza al M5S de Grillo, el partido Izquierda Ecología Libertad -que acudió a las elecciones en coalición con el PD- y Hermanos de Italia, grupo escindido del PdL, que ya le han negado su apoyo. La Liga Norte dijo que decidirá en función del discurso de Letta en el Parlamento.
La UE presiona para que sigan los ajustes
El nuevo Gobierno italiano recibió en su primeras horas el «recado» de la UE para continuar por la senda de los ajustes del Ejecutivo de Mario Monti. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que el Gobierno de Enrico Letta «tendrá el pleno apoyo de las instituciones europeas para seguir las reformas que Italia ha emprendido, necesarias para el crecimiento y el empleo».
Además, alabó la labor de Monti y sus reformas «difíciles pero necesarias». Algunos analistas estiman que la situación ha cambiado pero otros creen que Letta y su ministro de Economía seguirán el consejo porque perfectamente podrían haber formado parte de un gobierno Monti. GARA