Stelling: Rumiantes políticos

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Sin distingo de tolda política invade la sospecha expresada sin tapujos en las redes, medios tradicionales, análisis profundos y el boca a boca… Estado de sospecha generalizado, que se debate entre la objetividad y la subjetividad en torno a la apuesta al éxito y la presunción de un nuevo fracaso de la última estrategia oficial. Sospecha razonable sustentada en indicios, señales y hechos del pasado reciente, permeada por  conjeturas, creencias y suposiciones.

Mediados por la afiliación política, los hechos se tiñen con diferentes sentimientos que expresan suspicacia, recelo, desconfianza e incertidumbre en diferentes gradaciones.  Mientras en unos impera el deseo expreso de fracaso; en otros, aun cuando se apuesta al éxito,  se impone el miedo y el dolor ante un posible desengaño y decepción.

En este contexto, destaca la condición de descreimiento en la que ha caído la ciudadanía a la luz de la crisis multidimensional, el grave deterioro institucional, la lenidad y la impunidad en conjunción con la corrupción imperante en sus dimensiones económica, política y social.

COVID-19 en Venezuela: lo peor aún está por venir | Las noticias y ...Bajo un estado de sospecha permanente, golpeada la legitimidad y fracturada la credibilidad, hemos devenido en una suerte de rumiantes políticos conminados a masticar y reingerir sin cesar hechos, acontecimientos y decisiones.

Así, para lidiar con esa pesada carga, aligerar el presente y  exorcizar  el futuro, hemos desarrollado una patológica función de rumia política, suerte de eterno ritornelo  consecuencia del ambiente  de incertidumbre, duda, desconfianza e inquisición constante  en el que nos hemos habituado a convivir y sobrevivir. Así, transitamos la historia reciente bajo un malsano estado de sospecha permanente y en condición de rumia política.

Es el momento oportuno de construir coaliciones y retomar la contraloría social.