Stelling: En el plan de pacificación de Venezuela “deberían entrar los medios de comunicación”

CORREO DEL ORINOCO | En el plan de pacificación del país que promueve el Gobierno Nacional “deberían entrar los medios de comunicación social”, aseguró la socióloga Maryclen Stelling.

maryclenstelling01332088463A su juicio, se debe revisar cómo reseñan los medios la violencia. Puntualizó que hay un sobredimensionamiento, no porque la violencia no exista, sino porque se genera un clima de odio, paranoia y desconfianza. Explicó que los medios refieren unas cifras de la violencia, pero hay otras que no son registradas.

Entrevistada por el periodista Vladimir Villegas en el canal Globovisión, ratificó que el sistema de medios públicos “debería ocuparse de trabajar la violencia y no dejarle a la oposición la bandera de la violencia”.

“Deben trabajar cuáles son las cifras reales”, cuántas personas fallecen en la morgue por la violencia, presentar los avances del Gobierno Nacional en esta materia, propuso a las reporteras y a los reporteros de los medios del Estado.

En esta nueva etapa, insistió, debe hacerse un convenio entre los medios privados y los del Estado para “hablar de la violencia”, pero en términos reales y con la exposición también de las acciones emprendidas para combatirla. “Debe haber transparencia y no debe haber miedo de informar a los venezolanos que sí hay problemas con la inseguridad, pero que se han hecho cosas”, manifestó.

Medios son instituciones políticas

Stelling afirmó que la confrontación entre dos proyectos de país se da en Venezuela en el frente electoral y en el mediático, y ambos buscan aniquilar al adversario. Explicó que los partidos se convirtieron en maquinarias electorales, y que eso “convirtió a los medios en instituciones políticas”.

Pero al haber una pausa electoral, “cancelado hasta dentro de dos años el frente de batalla electoral” la confrontación se centrará en el frente mediático. “Estos dos países se van a confrontar a través de los medios”.

Stelling enfatizó que hay medios de oposición y hay otros que sí cumplen un rol equilibrado, y que los medios del Estado “mantienen la misma línea de confrontación directa” contra sus adversarios. Enfatizó que la ética periodística se relajó en los últimos años, porque se veía al adversario “como un enemigo a eliminar”.

Para la docente, ahora se pone a prueba si los buenos deseos de convivencia “son reales”. De ser así “debe venir un proceso de des-socialización bélica” y de resocialización para la convivencia, la armonía, la paz y la tolerancia, y en ese contexto los medios de comunicación cumplirán un rol fundamental.

“Los periodistas, que están entrenados para matar mediáticamente, simbólicamente” deben participar en el proceso de des-socialización.

Explicó que, cuando Globovisión comenzó a cambiar la intencionalidad, se percibía a algunos comunicadores incómodos al tener que reseñar las noticias sin emitir juicios de valor y al hacer entrevistas al adversario. “Había una gran incomodidad al principio”, refirió, pero “eso ha ido mejorando”. Esa es una prueba de la importancia de la des-socialización y de la resocialización.

Agendas

En el presente los medios públicos “se centran mucho en la figura presidencial”, lo que genera “una reacción en los medios privados”, porque “cuando van a atacar la gestión personalizan el ataque”.

Consideró que los medios del Estado se centran en inauguraciones y cosas puntuales “y pierden la visión global” de lo que se hace. Mientras tanto, los medios privados atacan la gestión gubernamental, con un ataque macro coyuntural.

En su criterio, “los medios del Estado bailan al son” de lo fijado por los medios privados.

Sin embargo, como hay lo que denominó un bono democrático por la pausa electoral de este año, se debería pactar un espacio de convivencia, estimó Stelling. Propuso a los medios privados organizar foros y debatir: “Es el momento de romper las cadenas, no esperar que sea Maduro quien llame a Miraflores a los dueños de los medios”.

Como docente e investigadora, instó a preguntarse si, en esa revisión de los parámetros éticos, el rol del periodista cambió y es ahora un actor político.