Stedile sobre Dilma: “en este mandato, no tomó medidas a favor del pueblo”

Manuel Alfieri – Tiempo Argentino

João Pedro Stédile es uno de los históricos fundadores del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, una de las organizaciones sociales más grandes del mundo. Por su intensa trayectoria militante, se convirtió en referencia para hablar sobre cómo viven los sectores más humildes y desposeídos de la población. También para sentar posición sobre los desafíos que enfrenta el gobierno, con el que su movimiento mantiene una postura de “apoyo crítico”. Explicó en diálogo con Tiempo: “Apoyamos cuando se toman medidas a favor del pueblo y criticamos cuando se equivocan.”

Efectivamente, el MST estuvo cerca de Lula durante el primer gobierno de PT, acompañando las medidas sociales que devolvieron la dignidad a millones de personas. Pero también supo tomar posturas críticas cuando las decisiones perjudican, según su mirada, a la mayoría de la población. Algo que ocurrió hace pocos días, cuando la organización denunció que el nuevo plan de ajuste, como un “programa de la derecha”.

-¿Qué explicación encuentra al ajuste anunciado por el gobierno?

-La economía brasileña está en crisis por cuestiones estructurales. Hay un proceso de desindustrialización y la burguesía ha dejado de invertir. Por otro lado, como el gobierno tiene problemas en el presupuesto, ahora trata de tomar medidas clásicas de los neoliberales: cortar gastos sociales y tratar de aumentar el presupuesto. Además, implementó una política de alza de la tasa de interés que el mismo gobierno paga a los banqueros. Esa alza representa un aumento de gastos públicos transferidos a los bancos, casi el doble de los cortes en gastos sociales. Un programa de derecha.

-¿Hay alternativa?

-Comprendemos el déficit presupuestario, pero no se puede cortar gastos sociales. El gobierno debería aumentar el presupuesto con más impuestos al capital financiero y a las grandes fortunas, además de hacer una reforma tributaria que penalice más a los ricos.

-En ese contexto, ¿el MST continuará apoyando críticamente?

-El MST, así como todos los movimientos populares, debemos siempre, en cualquier circunstancia histórica, mantener autonomía frente a todos los gobiernos. El problema es que el gobierno de Dilma, desde su reelección hasta ahora, no tomó ninguna medida a favor del pueblo. Entonces el nivel de las críticas tiende a aumentar. Los sindicatos ya advirtieron que si el gobierno no veta la ley de tercerización que quita derechos laborales, irán a una huelga general. Y nosotros los acompañaremos.

-¿Por qué un gobierno de raíz popular pone en el manejo económico a un conservador como Joaquim Levy?

-Los gobiernos siempre manejan esas lógicas pragmáticas: traer alguien del mercado para calmar a los capitalistas. Pero los capitalistas, cuanto más ganan, más quieren. Esa es la lógica. Por eso el gobierno de Dilma entró en una trampa: por miedo a las presiones de la derecha, puso al ministro más conservador y poco representativo desde 2003.

-¿Cuál es su postura frente al escándalo en Petrobras?

-Hay muchos aspectos. En Brasil, el sistema político acepta cualquier cantidad de recursos de empresas privadas para los partidos, entonces eso genera un sistema endémicamente corrupto. El PT nunca quiso implementar una reforma política, ni promover una asamblea constituyente, aún cuando Lula tenía amplio apoyo. Aceptó las reglas del juego sucio. Todas sus campañas fueron financiadas por las empresas. El caso de Petrobras es solo un ejemplo emblemático de ese sistema de corrupción legal. Y claro, como es una empresa pública, coordinada por el gobierno central, la prensa burguesa aprovechó eso para echar toda la culpa al PT, como si el PT y sus dirigentes fueran corruptos. Ellos no son corruptos. Hicieron lo que todos los partidos hacen: recaudar dinero de las empresas para las campañas. De hecho, las empresas involucradas en el caso Petrobras pagaron 78 millones de reales para las campañas del opositor PSDB, por ejemplo, frente a los 48 millones para las del PT. Todos se aprovecharon del esquema, pero la prensa burguesa pone las culpas solo sobre el PT.

-¿Qué puede hacer el gobierno para cambiar eso?

-La salida es una sola: una profunda reforma política que prohíba el financiamiento empresarial de las campañas políticas. Si no se hace eso, la crisis política seguirá por muchos años, hasta que las movilizaciones de la calle arranquen los privilegios de los políticos.

Fuente: http://tiempo.infonews.com/nota/155490/en-este-mandato-no-tomo-medidas-a-favor-del-pueblo