Solo 13 países respaldaron en la OEA un reclamo por asilados en la embajada argentina en Caracas

(Juan Manuel Herrera/OAS)

Pablo Rodríguez

En la sesión celebrada este miércoles en la Organización de Estados Americanos (OEA), apenas trece países de América Latina y el Caribe (de 33 miembros) solicitaron de manera formal al gobierno de Nicolás Maduro la emisión de salvoconductos para los ciudadanos venezolanos asilados en la residencia de la embajada de Argentina en Caracas.

En la sesión se escuchó al canciller de Argentina, Gerardo Whertein, quien de manera remota denunció que estos asilados, son objeto de persecución política. Werthein, en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, quien pidió a la organización que llevara a cabo una actuación “con firmeza y determinación”.

Desde hace semanas, la situación de los seis asilados, cercanos a la referente opositora María Corina Machado, viene creciendo en atención, especialmente luego de las habituales denuncia de supuesto hostigamiento policial sobre la residencia argentina.

Estas movidas en redes fueron caracterizadas como una “farsa” por voceros del gobierno venezolano.

La declaración

La declaración, presentada por el representante de Paraguay ante la OEA, Raúl Florentín, contó con el apoyo de las delegaciones de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Panamá, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.

El representante de Paraguay, Raúl Florentín, durante la sesión. (Juan Manuel Herrera/OAS)

“Los países antes mencionados declaran su voluntad de exigir al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, dijo leyendo el comunicado, “que proceda de forma inmediata a conceder los salvoconductos necesarios que permitan la salida segura, digna y sin restricciones de los seis ciudadanos venezolanos que gozan de asilo diplomático hacia un territorio seguro”.

Las ausencias

Fueron notorias las ausencias de varios países del continente, que demuestran que la agenda de Estados Unidos y sus aliados para con la situación en Venezuela no cuenta con respaldo regional decidido. Por caso, los países de la CARICOM casi en bloque (con la excepción de Surinam) no acompañaron la moción.

Tampoco lo hicieron dos países determinantes de la región, como Brasil y México. También destaca e desplante de Colombia. Inmediatamente después de las elecciones venezolanas del 28 de julio, los tres países ensayaron una postura común. Luego México argumentó que la resolución del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela validando la victoria de Nicolás Maduro cerraba cualquier tipo de reclamo. A esta posición se sumó (con matices) el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva. Petro, en cambio, se mantiene en silencio.

La sesión del 11 de diciembre en Washington. (Juan Manuel Herrera/OAS)
10 de enero

Esta sesión de la OEA, organismo del cual Venezuela no forma parte, se realiza a menos de un mes de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial, prevista constitucionalmente para el 10 de enero próximo.

A medida que se acerca la fecha, voceros de la ultraderecha venezolana azuzan que el ex candidato de ese sector, Edmundo González, asumirá el gobierno, aunque no dicen cómo ni donde. Mientras tanto, el nuevo gobierno de Estados Unidos, de Donald Trump, asumirá recién el 20 de enero, y hasta ahora no fija estrategia para el caso venezolano.

En este escenario, el caso de los seis asilados en la residencia argentina en Caracas es el único frente abierto a lo interno de Venezuela, donde a pesar de la andanada mediática occidental la oposición a Maduro no se manifiesta, por el contrario, sus conatos de protesta son cada vez más débiles, hasta desaparecer en las últimas semanas.