Sin oportunidad para la paz: adiós a un 2024 pleno de guerras y muerte
Álvaro Verzi Rangel
El año 2024 ha sido un año duro, marcado por las guerras en Ucrania y en Oriente Medio, el genocidio de palestinos, pero también por conflictos en el Sahel o Sudán, entre otras guerras que están en la sombra de la prensa internacional. El mundo estalló por todas partes en un año de conflictos que han sacudido las vidas de millones de personas en todo el planeta.
2024 se despide dejando un panorama convulso y páginas llenas de sufrimiento, así como nuevas estrategias geopolíticas y, posiblemente, un nuevo orden mundial que desmontará al conseguido tras la Segunda Guerra Mundial. Pero el 2025 no parece prometedor, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la enquistación de los conflictos. Sin embargo, muchas de estas guerras y conflictos, pese a la muerte y destrucción que acarrean, no reciben mucha atención en todo el mundo.
La guerra en Gaza se extendió a Líbano, Siria y Yemen, generando un temor constante a una conflagración regional que seguirá manteniendo un año más en vilo a millones, gracias a los aportes financieros y de armamentos de la OTAN y de Estados Unidos. A la entrada de un año nuevo los ojos están puestos en el esperado respaldo directo de EEUU a Ucrania, con la llegada de Donald Trump a la presidencia en tres semanas, lo que significaría, para los analistas estadounidenses, un punto de inflexión en la guerra.
El mundo alcanzó este 2024 un récord anual de conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo recoge el Índice de Paz Global (IPG) del centro del internacional Insitutte for Economics and Peace (IEP), think tank mundial con sede en Sidney (Australia), que revela que el mundo se encuentra en una encrucijada.
El índice, publicado en junio de este año, señalaba que, actualmente, existen 56 conflictos, la mayor cantidad desde la Segunda Guerra Mundial e insistía en que se han vuelto más internacionales, con 92 países involucrados en guerras fuera de sus fronteras. El informe también advierte de que si no se realizan esfuerzos concertados, existe el riesgo de que se produzcan conflictos más graves aún.
Las guerras se han reflejado en los miles de muertos, bombardeos, reclutamientos masivos, millones de desplazados de sus tierras, la destrucción de los hogares e infraestructuras de los países en conflicto.
Otro informe, éste de Armed Conflict Location y and Ecent Data (ACLED), calcula que han muerto más de 233.000 personas en 2024 en conflictos armados, una estimación de muertes que considera «conservadora». Señala que en los últimos cinco años, los niveles de conflicto casi se han duplicado. “En 2020, registramos 104.371 eventos de conflicto; este año,
Estas cifras se deben, en gran medida, al comienzo o reanudación de tres grandes conflictos como es el de Ucrania, Gaza y Myanmar, pero también a que la violencia sigue en muchos otros países con altos índices de conflicto como Sudán, México, Yemen o los países del Sahel. ACLED advierte de que «la exposición de los civiles a la violencia, los incidentes de conflicto y el número de grupos armados que participan en la violencia están proliferando».
Los niños de la guerra
La repercusión de los conflictos armados sobre los niños y niñas de todo el mundo ha alcanzado niveles devastadores –y, probablemente, sin precedentes– en 2024, según un análisis de UNICEF sobre los datos más recientes disponibles y las tendencias mundiales predominantes. Más de 473 millones de niños y niñas –uno de cada seis a nivel mundial– viven actualmente en zonas afectadas por conflictos o se encuentran desplazados por la fuerza a causa de las guerras y la violencia.
El porcentaje de niños y niñas que viven en estas regiones se ha duplicado, pasando de alrededor del 10 por ciento en la década de 1990 a casi el 19 por ciento en la actualidad, por la intensificación de los conflictos, en particular en el Estado de Palestina, Haití, Líbano, Myanmar y Sudán.
Los derechos de la infancia se ven sistemáticamente vulnerados en este tipo de situaciones, y un número récord de niños y niñas afectados por conflictos han muerto o han resultado heridos, se han visto obligados a abandonar la escuela, no han recibido las vacunas esenciales o padecen graves niveles de desnutrición.
Además, se prevé que las cifras sigan aumentando. Los conflictos generan aproximadamente el 80 por ciento de todas las necesidades humanitarias en el mundo[, al ser uno de los causantes de la interrupción de servicios esenciales como el agua potable, los alimentos y la atención médica.
Los niños y niñas representan el 30 por ciento de la población mundial, pero, en promedio, suponen alrededor del 40 por ciento de las personas refugiadas y el 49 por ciento de los desplazados internos. En los países afectados por los conflictos, un promedio de más de una tercera parte de la población es pobre (34,8 por ciento), lo que contrasta con una tasa de poco más del 10 por ciento en los países sin conflictos.
Conflictos armados como los de Sudán, Yemen, Libia o Birmania quedaron en segundo plano, pero están lejos de resolverse y afectan a millones de personas. Algunas guerras y conflictos que se están dando en el mundo son:
El conflicto palestino-israelí, el entre Rusia y Ucrania, el de Mali y en la región del Lago Chad (Boko Haram), en el Sahel Occidental, en la República Democrática del Congo, en Somalía, en Sudán del Sur, en Myanmar, en Paquistán, en Irak, en Siria, son conflictos que persisten.
Desde 1960, John Lennon y Yoko Ono venían insistiendo en la necesidad de darle una oportunidad a la paz. Hoy sólo los viejos nostalgiosos los recuerdan, mientras por 64 años las guerras se multiplicaron en todo el mundo. Pero la paz sigue sin recibir su oportunidad, aunque a los conductores de las guerras reciben Premios a la Paz..
*Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista seniordel Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)