Secretísmo

390

Eleazar Díaz Rangel– Últimas Noticias

En todo el mundo, desde los más chicos, como las Islas Marshall, hasta los más poderosos, se guardan secretos”.
Y a propósito del supersecretismo cabe preguntar si todas o las más importantes reuniones celebradas entre jefes de Estado, o de Gobierno, de estos con sus respectivos gabinetes, han sido conocidas por el periodismo y por las respectivas sociedades.

Bastaría recordar las negociaciones cuando se discutía el término de la guerra en Vietnam, los encuentros de Kissinger y Chou En Lai para normalizar las relaciones con China. Solo una vez concluidas se informó a los medios. Y para no irnos tan lejos, hasta el 17 de diciembre de 2014 se ignoraba la negociación entre Cuba y EEUU, que se iniciaron al menos en marzo, y donde participaron más de 30 personas. ¿A algún medio estadounidense o cubano se le ocurrió reclamarles haber guardado el secreto tan importante durante tantos meses sin ninguna revelación?

Esto, que como es natural ocurre, casi siempre deliberadamente, se repite a lo largo de la historia por razones elementales, circunstanciales. ¿Cuantos años se ignoró el contenido de la entrevista de Guayaquil entre Bolívar y San Martín? Hasta hace poco, cuando un historiador ecuatoriano encontró un resumen escrito por el mariscal Sucre. Y por supuesto, la mayoría de las cuestiones relacionadas con la defensa nacional y seguridad se mantienen secretas. Repito, así siempre ha sido y así seguirá siéndolo.

Veamos otros casos de ese mal llamado supersecretismo que no son sino prácticas casi siempre justificadas para preservar informaciones no solo del gran público sino de los adversarios y enemigos por el daño que podrían causar. Por supuesto, esta necesidad, estas prácticas, en ningún caso justifican que se oculte información que la sociedad debe conocer oportunamente.

Entre otras conversaciones secretas, citaremos algunas como las negociaciones para formar gobierno en Cataluña, las mantenidas entre Cuba, EEUU, Vaticano y Canadá durante diez meses en torno a las relaciones Cuba-EEUU, todas mantenidas en secreto sin conocimiento de sus respectivos ciudadanos y sin que nadie las critique u obligue a revelar sus contenidos. En el caso de Venezuela, murieron López Contreras, Medina Angarita y todo ese gabinete y nunca trascendieron los secretos de las negociaciones que le costaron miles de kilómetros cuadrados a nuestro territorio.

Maduro tendría que revelar las 16 entrevistas con jefes de Estado que acaba de celebrar en la ONU y el ministro Padrino López debería ofrecer detalles de la entrevista con su homólogo colombiano. Y qué decir de las partidas secretas que han manejado todos los gobiernos. En todo el mundo desde los más chicos, como las Islas Marshall, hasta los más poderosos, se guardan secretos. Corresponde al periodismo investigativo, si es que puede, descubrirlos.

Ahora bien, debe quedar claro que los supersecretos no son exclusivos de los jefes de Estado y de Gobierno, son de todos los días en la empresa privada. ¿O es que algún diario venezolano ha publicado informaciones confidenciales o secretas de personajes como Gustavo Cisneros o Lorenzo Mendoza, que las tendrán a montones?

Al fin parece que empieza a vérsele una salida a la agresión a Siria. Todos los esfuerzos que se habían hecho fracasaban. Ni siquiera cuando las tropas del Estado Islámico hicieron su presencia sin que nadie conociera su origen ni su magnitud, fue posible unir fuerzas suficientes para enfrentarlo. Bagdad llamó inútilmente a un frente antiterrorista, mientras EEUU aparece como la potencia occidental que más lo ayudaba y nutrió de equipos bélicos.

Hasta que Rusia, a solicitud del Gobierno sirio, decidió utilizar su aviación y con pilotos sirios han estado bombardeando certeramente posiciones de los yihadistas y el EI, con enormes daños que hacen pensar en un cambio en la correlación de fuerzas.

La más trascendente e importante tarea del gabinete y de toda la estructura gubernamental y partidista es la imbricación entre el Plan de la Patria y los 18 puntos aprobados en la ONU. Funciones que deben comenzar lo más pronto posible y a las cuales el presidente Maduro dedicó toda la noche del miércoles. Extrañamente no convocó a los sindicatos ni a las bases del Psuv a su incorporación. Me parecen indispensables.

El primer aniversario de la desaparición de los 43 normalistas en México, como era de suponerse, pasó inadvertido en los medios de Madrid, Miami y Bogotá, así como en la mayoría de las agencias internacionales. Eso es lo que llaman “tener buena prensa”.

El FMI acaba de revelar que el uno por ciento de la población mundial concentra el 50 por ciento de la riqueza del mundo. Ese porcentaje es el 30 por ciento en EEUU. ¿Cuál será ese porcentaje en Venezuela si existen esas estadísticas?

Siguen contando los días para la extradición de Esquivel por mayúscula corrupción. ¡Y nadie dice nada!

Si las palabras del papa Francisco dejaron o no huellas, basta saber que todavía son motivo de comentarios.

Óscar Prieto, presidente de la Lvbp, está amarrado con el sistema recién aplicado al calendario de la pelota, pero tiene resistencia entre algunos dueños de equipos. Y a propósito, el homenajeado delegado de Puerto Rico desbarató las gestiones para que jugaran legalmente peloteros cubanos en nuestra temporada.

Lucen escandalosos los nuevos precios para ver jugar a Caracas en el Universitario, como si la Superintendencia de Precios Justos estuviese ajena al deporte…