Salas: Los precios del petróleo son solo una parte del problema. El 2017 que se viene.
Yesenia Chapeta-Supuesto Negado|
El analista económico Luis Salas explica por qué los esfuerzos por aumentar el precio del crudo no agotan la solución a los problemas que debe afrontar el país en materia económica. El también profesor de las cátedras “Estructura socioeconómica de Venezuela” y “Economía, Estado y sociedad” en la UBV, editor del portal Quince y Último y escritor de varios libros y ex ministro de Economía Productiva comentó las proyecciones para el 2017.
– ¿Qué cree que pasaría si subieran los precios del petróleo nuevamente?
-Creo que el tema de los precios del petróleo es sólo una parte del problema; hay un asunto que tiene que ver con el ingreso nacional, si aumentan los precios del petróleo aumenta tu ingreso en divisas y eso, en teoría, nominalmente, te da un mayor poder de compra, pero también es verdad que la tendencia de los últimos años, desde el 2005 al menos en adelante, demuestra que el problema va más allá del precio del barril.
El poder adquisitivo para poder importar no depende exclusivamente del precio del petróleo, también depende del precio de las importaciones, y como hay una tendencia especulativa con el precio de las importaciones, independientemente de que tengas 50 dólares más que ayer, eso no se traduce necesariamente en más importaciones porque te están aumentando los precios. Acuérdate que el poder adquisitivo de un país y de una persona depende del monto de su ingreso, pero también del precio de las cosas que esté pagando.
Por otra parte, el propio presidente Maduro lo ha advertido, es poco probable que los precios del petróleo vuelvan a llegar al nivel en que estaban hace unos años.
– Algunas personas suponen que nos conviene la crisis porque nos obliga a ser más productivos y a cambiar la manera de mirarnos a nosotros mismos, ¿usted qué opina de eso?
-Mira, creo que circunstancias como estas deben aprovecharse para cambiar ciertos metabolismos sociales, ciertos hábitos colectivos, aunque todos añoramos ciertas normalidades, como que la gente pueda ir y conseguir los bienes a donde los compraba.
Yo coincido con Roy Chaderton cuando dice que la gente no siente nostalgia por la Cuarta República, siente nostalgia por el pasado reciente del chavismo, en el cual el país alcanzó un nivel de democratización del consumo, la mayoría de las personas podían cubrir sus necesidades básicas, y además hacer otras cosas que son derechos constitucionales, pero que suelen ser vistas como suntuosas, la recreación, viajar, ciertos derechos adquiridos por la población.
Ahora, que eso se prestó para deformaciones, sí, pero la solución a esas deformaciones no puede ser la privación del derecho adquirido. Aunque haya gente que distorsionó el derecho de poder viajar al exterior, etcétera, no quiere decir que la solución es que nadie viaja, porque volvemos al pasado de exclusión.
Proyecciones 2017: hay una clara voluntad de arreciar el boicot
–Quiero preguntarle por las proyecciones 2017 en el terreno de la economía venezolana.
-Mira, hay un dicho que dice que los economistas pasan seis meses diciendo lo que va a pasar, y otros seis meses diciendo por qué lo que iba a pasar, no pasó (risas). En el tema de las proyecciones económicas hay siempre un componente muy alto de especulación.
En ese sentido, creo que los pronósticos son siempre muy abiertos, depende mucho de las decisiones que se tomen en una u otra dirección. Creo que de parte de la derecha económica y de los grupos económicos concentrados hay una clara voluntad de arreciar en el boicot, eso se manifiesta por ejemplo en la acción de las calificadoras de riesgo, en el tema de la agudización del desabastecimiento de algunos rubros, la agudización de la especulación en otros casos, es decir, en esos casos donde el problema no es la escasez sino el no acceso por los costos elevadísimos.
– ¿El dolartoday se incluye dentro de esas manifestaciones que implican arreciar el boicot?
-Claro, fíjate cómo retomó una tendencia creciente desde el 27 de noviembre, después de que se anunciara el cronograma electoral y que el Gobierno y la oposición irían a una mesa de diálogo, y vemos que a medida en que el discurso de la oposición se radicaliza en esa mesa, el tipo de cambio paralelo tiende a subir. Es un marcador arbitrario, que corresponde más a intereses políticos, que a un indicador de tipo económico.
– Eso con respecto a decisiones por parte de la derecha, ¿y por parte del Gobierno?
-La mayoría de los estudios que he podido consultar, estudios de opinión, refieren que la gente no responsabiliza exactamente al Gobierno de la crisis, más bien le cuestiona que no termine de tomar medidas suficientemente coherentes o sostenibles en el tiempo.
– ¿Por ejemplo?
Por ejemplo, el problema de los bachaqueros, que puede tener miles de explicaciones de tipo económico, pero en el fondo es un problema de orden público; igualmente, considero que la especulación cambiaria tiene que ver con las páginas web, pero también con lo que pasa en las fronteras y el dólar Cúcuta, y eso es un problema de soberanía y seguridad de Estado, más que un problema estrictamente económico.
En definitiva, creo que si el Gobierno asume que estamos frente a una guerra económica, hay que pelear entonces esa guerra, y pienso que en muchos casos hace falta más presencia institucional. Por supuesto, eso no va a aportar la solución total, también hay que producir más.
– ¿Qué opina sobre iniciativas como el Plan de Abastecimiento Complementario (PAC), las comparte o las cuestiona?
Opino lo que ya dije antes en “Quince y Último”, creo que es una medida tomada con buena intención pero que generó efectos no deseados, terminó de distorsionar el sistema de precios y de alguna manera validó los marcadores paralelos.