Revocación de mandato: Respaldo a la continuidad de López Obrador
Gerardo Villagrán del Corral
La consulta de revocación de mandato que se realizó el domingo en México arrojó un aplastante respaldo a la continuidad de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia: más del 90 por ciento de quienes sufragaron votaron por esta opción, y meno del ocho por ciento se manifestó por que se revocara el mandato que le otorgó la ciudadanía en 2018.
Al término de la consulta López Obrador se comprometió: “Me quedo, voy a seguir sirviendo hasta el último día de mi mandato, y no me voy a pasar porque no estoy a favor de la relección”. “La democracia es el poder del pueblo, es el mandar obedeciendo, y sobre todo, mandar sirviendo al pueblo y no olvidar nunca que el pueblo es el soberano, es nuestro amo”, añadió.
“Si se pierde la consulta pues hay que dejar al cargo porque no se puede gobernar sin el apoyo del pueblo y sin autoridad moral, porque no se tiene autoridad política, no le hace que no sea vinculatoria la consulta, que no se alcance el 40 por ciento de participación ciudadana, el gobernante tiene que tener vergüenza y dignidad, y no estar a fuerza porque eso no es democracia, eso es legalidad pero no necesariamente democracia”, aseguró.
Según el Instituto nacional Electoral (INE), la participación ciudadana osciló entre 17 y 18.2 por ciento del listado nominal, es decir, votaron entre 15.7 millones y 16.8 millones de ciudadanos. Cotejada con los tres ejercicios anteriores de consulta popular las cifras son mejores. En octubre, en al consulta para decidir el destino del aeropuerto que el gobierno de Enrique Peña Nieto participó 1.22 por ciento del electorado
En noviembre de 2018, la que consultó si debían llevarse a cabo los programas sociales y los proyectos especiales del obradorismo fue de .05 por ciento, y el que se efectuó para preguntar a la sociedad si los ex presidentes debían ser llevados a juicio (en agosto de 2021), del 7.11 por ciento
Los dos primeros fueron organizados por la ciudadanía al margen del instituto electoral y que en el tercero, al igual que el de este domingo, el INE, pretextando falta de presupuesto, instaló apenas una tercera parte de las casillas que se requieren para captar el sufragio de más de 92 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, privilegió las zonas urbanas de clase media y dificultó el sufragio de millones de habitantes de regiones rurales y de colonias populares.
Cabe recordar que la gran mayoría de las formaciones opositoras –partidistas, empresariales y mediáticas– decidieron no participar en el ejercicio democrático y llamaron a no votar. Las dirigencias nacionales del PAN, PRD y PRI criticaron el ejercicio sobre la revocación de mandato presidencial, al acusar que la oficialista Morena y el gobierno federal lo convirtieron en un proceso de ratificación.
Las dirigencias nacionales del PAN, PRD y PRI criticaron el ejercicio sobre la revocación de mandato presidencial, al acusar que Morena y el gobierno federal lo convirtieron en un proceso de ratificación.
Las estrategias de la derecha
La estrategia de las derechas de desgastar a López Obrador no ha funcionado. Hoy Andrés Manuel tiene aproximadamente 70% de popularidad, mayoría holgada en la Cámara y el Senado después de las elecciones de 2021. La consulta revocatoria no logró el propósito de las derecha de lograr que AMLO se vaya antes de tiempo: “terminas y te vas” era la consigna.
Para ellos era mejor hacerle el vacío y esperar al 2024 para que se vaya. Pero la derecha neofascista estaba urgida y llamó a votar NO en la consulta para que AMLO se vaya desde ahora:“Sales a votar por la revocación #10 de abril o entregas a México al comunismo. #Lópezalrancho”. Anticomunismo, racismo y clasismo en pocas palabras.
El 23 de mayo de 2020, el intelectual neoliberal Héctor Aguilar Camín definió lo que sería el programa de la derecha neoliberal para deshacerse de López Obrador y su gobierno. Se deslindó de aquellos que buscan derrocar a AMLO inmediatamente y pidió paciencia para acumular fuerzas con varios procedimientos que culminarían en 2022, cuando se observe el referendo de revocación de mandato, recuerda Carlos Figueroa Ibarra.
La estrategia fijada por Aguilar Camín era consolidar “el círculo rojo” (la prensa neoliberal y sus articulistas más prominentes) y lograr que sus opiniones influyan decisivamente al “círculo verde” (la amplia opinión pública), influir en la Suprema Corte de Justicia para hacerla un ariete contra el gobierno, declarando inconstitucionales las leyes aprobadas por el poder legislativo en este sexenio, y lograr en 2021 la mayoría en la Cámara de Diputados para acotar drásticamente el poder que hoy tiene el presidente.
En medio de la pandemia Aguilar Camín aconsejaba aprovechar la crisis económica provocada por el coronavirus y, una vez desgastado el presidente, hacer del referendo revocatorio de 2022 el escenario en donde se le defenestraría. Pero la labor de zapa tampoco dio el resultado esperado, aun cuando “el círculo rojo” está consolidado y más beligerante que nunca, pero “el círculo verde” está lejos de ser ganado.
En las elecciones de 2021 las derechas lograron un avance en la Cámara de Diputados y el Senado, pero éste fue totalmente insuficiente para generar condiciones para un golpe blando. Y hay que aceptar que en dichas elecciones, la oficialista Morena sufrió una derrota en la Ciudad de México.
Teniendo en cuenta la participación en anteriores consultas y la renuencia de la autoridad electoral a realizar y a publicitar la consulta de revocación de mandato, lo ocurrido el domingo representa un salto hacia adelante en la construcción de una democracia participativa y, más aún, para el empoderamiento de la sociedad sobre los gobernantes.
Su trascendencia va más allá del actual sexenio de gobierno y sienta un precedente en materia de rendición de cuentas, contrapeso social y límites al poder público, en un formato de una democracia más participativa. Desde ahora, una ciudadanía exasperada por un gobierno que traicione su mandato, se corrompa o se comporte de una manera despótica y autoritaria, puede deponer por medio de las urnas al que llevó a la Presidencia, señala un editorial de La Jornada.
La revocación abre la puerta al cauce pacífico de la votación democrática, lo cual implica un avance histórico y civilizatorio. Falta que se conviertan en una práctica habitual de los procedimientos democráticos.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)