Revelan las relaciones de Trump y el pederasta Epstein
Mirko C. Trudeau
El presidente estadounidense Donald Trump, fue informado el pasado mes de mayo por funcionarios de su Departamento de Justicia (DOJ) que su nombre aparece en «múltiples ocasiones» en los archivos del polémico caso contra el pederasta Jeffrey Epstein: la fiscal general, Pam Bondi, y su número dos, Todd Blanche, comunicaron al mandatario que su nombre figuraba en los documentos junto a otras figuras conocidas.

Sin embargo, Trump negó la semana pasada que Bondi le hubiera informado sobre si su nombre figuraba en los archivos. La información fue publicada por The Wall Street Journal y The New York Times, mientras CNN señaló que videos y fotografías archivadas recientemente revelan nuevos detalles sobre la relación pasada entre el mandatario y el pederasta. Las fotos confirman que Epstein asistió a la boda de Trump con Marla Maples en 1993. en el Hotel Plaza, hecho que no era conocido hasta ahora, señaló CNN.
Trump era uno de los muchos personajes de alto nivel que figuraban en los archivos, informaron The Wall Street Journal y The New York Times; una mención en el expediente no significa que haya habido delito. El director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, declaró que se trata de otra noticia falsa, como la anterior de The Wall Street Journal, pero de inmediato congresistas demócratas exigieron la comparecencia de Bondi ante el Congreso.
En la «sesión informativa de rutina», donde este no era el tema central, Bondi y su equipo habrían informado al presidente estadounidense que los archivos contenían lo que consideraron como «rumores no verificados sobre muchas personas, incluido Trump, que habían tenido contacto con Epstein en el pasado». Una de las fuentes con conocimiento de los documentos afirmó que estos «incluyen cientos de nombres más».
Los directivos del DOJ también informaron a Trump que no planeaban publicar más detalles sobre el caso, después de que confirmaran a inicios de julio que no había evidencias sobre la existencia de una «lista de clientes» a los que el magnate chantajeaba además de afirmar que el pederasta murió por suicidio en una prisión federal en 2019.
La prensa indicó que Trump habría enviado a Epstein una tarjeta cuando cumplió 50 años, con un dibujo sexualmente sugerente, lo que fue rechazado por el presidente, quien demandó al rotativo por 10 mil millones de dólares. Previamente, jueces federales de Nueva York y Florida rechazaron las solicitudes del Departamento de Justicia para hacer públicas las transcripciones del gran jurado relacionadas con las investigaciones sobre Epstein y su ex pareja Ghislaine Maxwell.
Estos hallazgos provocaron la ira de los miembros del movimiento Make America Great Again (MAGA) contra la Administración del republicano, que había prometido en campaña publicar dicha lista, una supuesta agenda de cómplices de Epstein que incluiría a celebridades y políticos influyentes que ha sido por años el centro de numerosas teorías de conspiración de la ultraderecha.
La renovación del interés sobre el caso ha frustrado a Trump, que ha tratado de redirigir sin mucho éxito el descontento de su base. La polémica sobre el caso fue avivada la semana pasada con la publicación también por The Wall Street Journal de una supuesta carta de contenido «obsceno» enviada por Trump a Epstein durante los años en los que eran amigos, algo que el presidente ha negado categóricamente diciendo la nota es «falsa» y por la que ha demandado al rotativo.
Desviar la atención
Para desviar la atención del escándalo, la Casa Blanca volvió al ataque contra el ex mandatario demócrata Barack Obama, acusándolo de conspiración contra Trump, en un nuevo intento de desviar la atención del revuelo generado por el caso Epstein. La jefa de inteligencia de Trump, Tulsi Gabbard, declaró que Obama llevó a cabo un golpe de Estado que duró años y lo acusó de socavar la administración del presidente Trump.
Trump acusa a Obama (2009-17) y a Hillary Clinton, la candidata demócrata a quien derrotó en las elecciones de 2016, de difundir información falsa para desprestigiarlo sobre la posible interferencia rusa en la campaña que lo llevó a la Casa Blanca por primera vez. Gabbard citó datos de inteligencia desclasificados recientemente que, según ella, proporcionan pruebas irrefutables de que Obama ordenó la manipulación de las evaluaciones de inteligencia para acusar a Rusia de interferencia electoral.
Mientras, la Universidad Columbia anunció ayer que pagará 221 millones de dólares para resolver las pesquisas abiertas por la administración Trump sobre denuncias de antisemitismo en el campus, por las manifestaciones de denuncia del genocidio de palestinos por Israel. Un comunicado la casa de estudios con sede en Nueva York anotó que la gran mayoría de las subvenciones federales que fueron canceladas o suspendidas en marzo de 2025 se restablecerán. En la imagen, manifestación pro palestina en el campus, el 29 de abril de 2024.
Según el acuerdo, la gran mayoría de las subvenciones federales que fueron canceladas o suspendidas en marzo de 2025 se restablecerán y el acceso de Columbia a miles de millones de dólares en subvenciones actuales y futuras se restaurará, declaró en un comunicado la universidad con sede en Nueva York.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)