Resumen: Venezuela acusó a EE.UU. en el Consejo de Seguridad de “crimen de agresión”

(Xinhua/Loey Felipe/ONU)
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Pablo Rodríguez

Venezuela acusa ante el Consejo de Seguridad de la ONU a Estados Unidos de ejecutar “un gigantesco crimen de agresión” desde el Caribe, mediante un bloqueo naval y operaciones militares que Caracas califica como ilegales. El embajador Samuel Moncada sostiene que Washington busca apropiarse de los recursos petroleros venezolanos y fabricar una provocación que justifique un ataque armado.

Samuel Moncada.

En la sesión de emergencia solicitada por Caracas, Moncada denunció que el gobierno de Donald Trump ordenó un bloqueo marítimo total contra Venezuela y el asalto a buques petroleros en aguas internacionales. Estas acciones, afirmó, constituyen actos de “piratería estatal” que violan la libertad de navegación y los principios de la Carta de la ONU.

El diplomático detalló una escalada de operaciones militares estadounidenses en el Caribe, incluidos ataques contra embarcaciones señaladas como “narcolanchas”, que habrían dejado más de un centenar de víctimas civiles. Caracas sostiene que se trata de ejecuciones extrajudiciales encubiertas en la lucha contra el narcotráfico y que amenazan la paz de toda la región.

“El mundo debe saber que la amenaza no es Venezuela, la amenaza es el actual Gobierno de los Estados Unidos.” Samuel Moncada.

Venezuela afirma que la presencia de buques de guerra, submarinos nucleares y fuerzas militares de Estados Unidos en la zona contraviene el carácter de “región de paz” de América Latina y el Caribe. Moncada advirtió que “la agresión es continental” y que Venezuela sería solo el primer objetivo de un “plan mayor” para controlar recursos estratégicos.

El gobierno de Nicolás Maduro envió además una comunicación diplomática a 194 países para pedir el rechazo internacional al bloqueo y a las operaciones militares estadounidenses. En su alegato, Caracas invoca la Resolución 3314 de la Asamblea General de la ONU para calificar estas acciones como crimen de agresión y exige su cese inmediato.

Rusia: por quién doblan las campanas

Durante la sesión de emergencia Rusia acusó a Estados Unidos de utilizar “trucos pseudolegales” para encubrir una ofensiva destinada a apropiarse de los recursos naturales de Venezuela y forzar un cambio de régimen en Caracas. El embajador Vasili Nebenzia afirmó que estas maniobras carecen de sustento en el derecho internacional y forman parte de un bloqueo marítimo que Moscú califica como acto de agresión.

Vassily Nebenzia.

Según Nebenzia, Washington recurre a decisiones unilaterales y reinterpretaciones jurídicas para presentar como legales acciones que violan la Carta de la ONU y la Convención del Mar. El diplomático advirtió que la Casa Blanca intenta convertir la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en pretextos para intervenir en los asuntos internos de Venezuela.

“Las acciones de Estados Unidos son una reivindicación directa sobre los recursos naturales y el subsuelo de otro Estado”. Vasili Nebenzia.

Rusia denunció que buques civiles han sido destruidos o capturados en el Caribe bajo una justificación “artificial”, mientras se impone un bloqueo que busca asfixiar económicamente a Caracas. Nebenzia sostuvo que estas acciones evidencian una “reclamación directa” sobre el petróleo y otros recursos del subsuelo venezolano mediante presión política, militar y económica.

Moscú alertó que la escalada contra Venezuela podría convertirse en un modelo para futuras operaciones contra otros países latinoamericanos, en línea con lo que llamó un corolario de la doctrina Monroe impulsado por el gobierno de Donald Trump. A juicio de Rusia, se trata de enfoques neocoloniales que amenazan la paz regional y socavan la arquitectura de seguridad colectiva.

China: rechazo a la injerencia

China rechazó en el Consejo el “unilateralismo y acoso” de Estados Unidos contra Venezuela y defendió la plena soberanía de Caracas. Beijing exigió el fin de las sanciones y de las amenazas militares, en medio de la escalada de tensiones en el Caribe.

El embajador alterno

Geng Shuang.

afirmó que China se opone a cualquier acto que vulnere los principios y fines de la Carta de la ONU. También reiteró el rechazo del país asiático a toda injerencia externa en los asuntos internos venezolanos y a las medidas coercitivas unilaterales.

“China se opone a todos los actos de unilateralismo y acoso, y a cualquier injerencia externa en los asuntos internos de Venezuela.” Geng Shuang.

La delegación china criticó en particular las sanciones económicas y las incautaciones de buques petroleros venezolanos por parte de Washington, que considera carentes de base en el derecho internacional. Pekín advirtió que estas acciones amenazan la estabilidad de América Latina y el Caribe y violan la seguridad de navegación de los Estados de la región.

​China pidió a Estados Unidos escuchar el “justo llamado” de la comunidad internacional y detener de inmediato lo que Caracas describe como agresión contra Venezuela. Además, instó a recurrir a la cooperación judicial dentro de los marcos multilaterales existentes, en lugar de imponer sanciones y desplegar presión militar.

EEUU: máxima presión

El representante de Estados Unidos ante la ONU, Mike Waltz, defendió en la reunión de emergencia la política de “máxima presión” contra el gobierno de Nicolás Maduro. Anunció que Washington impondrá y aplicará sanciones “al máximo” para privar al mandatario venezolano de los recursos que, según dijo, utiliza para financiar al denominado Cártel de los Soles.

Michael G. Waltz.

Waltz afirmó que los petroleros sancionados que entran o salen de Venezuela son “el principal salvavidas económico de Maduro y su régimen ilegítimo” y reiteró que Estados Unidos no lo reconoce como presidente legítimo. Sostuvo que las interdicciones en aguas internacionales y el bloqueo a buques con crudo venezolano forman parte de la lucha contra el narcotráfico y contra organizaciones designadas como terroristas por Washington.

“Estados Unidos impondrá y aplicará sanciones al máximo para privar a Maduro de los recursos que utiliza para financiar al Cártel de los Soles.” Mike Waltz.

El embajador insistió en que su país “utilizará todo su poder y su fuerza” para enfrentar y erradicar los cárteles de la droga que, a su juicio, operan con impunidad en el hemisferio occidental. También señaló que la “mayor amenaza” para el continente proviene de “nuestro propio vecindario”, en alusión a la supuesta connivencia de Caracas con redes criminales y actores armados extranjeros.

Brasil: ​no a los portaaviones en el Caribe

Brasil reclamó una desescalada inmediata entre Estados Unidos y Venezuela. La delegación brasileña advirtió que la creciente presencia militar en el sur del Caribe amenaza la estabilidad regional y podría desencadenar un conflicto de consecuencias imprevisibles.

Sérgio França Danese.

​El embajador de Brasil, Sérgio França Danese, planteó que cualquier operación militar cerca de las costas venezolanas debe regirse estrictamente por el derecho internacional y la Carta de la ONU. Reiteró que América del Sur es una zona tradicionalmente alejada de guerras interestatales y que “no puede convertirse en escenario de disputas navales de grandes potencias”.

Brasil defendió que la crisis debe abordarse mediante canales diplomáticos, con participación directa de los países de la región. En esa línea, respaldó los esfuerzos de mediación de la CELAC y de otros mecanismos latinoamericanos para abrir un diálogo directo entre Washington y Caracas.

“El camino para la región es la diplomacia, no los portaaviones”. Sérgio França Danese.

La delegación brasileña también alertó sobre el impacto económico y humanitario de un eventual bloqueo prolongado a los buques petroleros venezolanos. Señaló que nuevas restricciones al comercio de combustibles golpearían a las economías caribeñas más vulnerables y podrían agravar la migración desde Venezuela.

​Al cierre de su intervención, Brasil insistió en que el Consejo de Seguridad debe enviar una señal clara contra cualquier intervención militar y a favor de una solución negociada. “El camino para la región es la diplomacia, no los portaaviones”, subrayó la representación brasileña, al pedir a las partes reducir de inmediato la tensión en el Caribe.

ONU denuncia presión sobre Maduro
Khaled Khiari.

Khaled Khiari, subsecretario general adjunto para Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, advirtió que la mayor presencia de buques y aviones de guerra de EE UU frente a las costas venezolanas ha elevado significativamente el riesgo de confrontación. Señaló que varios Estados miembros expresan preocupación por la creciente “militarización” del sur del Caribe y han pedido respetar la soberanía y el derecho internacional.

Cualquier incidente en estas aguas congestionadas puede escalar rápidamente más allá de la intención de las partes”, Khaled Khiari.

Según datos presentados al Consejo, Washington mantiene alrededor de 15.000 efectivos, junto a portaaviones, destructores, aviones y helicópteros, en el marco de la operación “Lanza del Sur”, el mayor despliegue en la zona en décadas. Informes de la ONU y de varios medios señalan que los buques de guerra operan en áreas alejadas de las principales rutas del narcotráfico, lo que “alimenta sospechas” de que en realidad se trata de una campaña de presión política sobre el gobierno de Nicolás Maduro.

Khiari reportó que Estados Unidos ha realizado múltiples ataques contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, con al menos 100 a 105 personas muertas desde principios de septiembre. Organismos de la ONU han reclamado investigaciones independientes “urgentes” y han instado a Washington a tomar todas las medidas necesarias para evitar ejecuciones extrajudiciales.

“Cualquier incidente en estas aguas congestionadas puede escalar rápidamente más allá de la intención de las partes”, alertó Khaled Khiari al llamar al diálogo y a la desescalada. Varios países de la región pidieron al Consejo de Seguridad evitar una intervención militar y reforzar los esfuerzos diplomáticos para contener una crisis que ya tiene impacto en la seguridad del Caribe y en el mercado energético global.