Reelegido, Macron enfrenta divisiones en casa y especialmente en Europa
James Carden
El presidente francés ha estado impulsando la diplomacia con Rusia y la autonomía regional. No todos sus vecinos piensan así.
En un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo en enero, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que creía que había llegado el momento de que Europa construyera “un nuevo orden de seguridad y estabilidad”. “La seguridad de nuestro continente -prosiguió- exige un rearme estratégico de nuestra Europa como potencia de paz y equilibrio, en particular en el diálogo con Rusia”.
Macron fue el primer presidente francés en ganar la reelección desde Jacques Chirac hace 20 años, con una victoria de 17 puntos sobre la populista de extrema derecha Marine Le Pen.
Sin embargo, la reelección de Macron de ninguna manera garantiza que su búsqueda de una autonomía estratégica para Europa tendrá éxito en los próximos años. De hecho, Macron ahora hereda una Francia políticamente fracturada en casa y una Europa desgarrada por la guerra en Ucrania en el extranjero.
Como dice la profesora de la Universidad George Washington y directora de su Programa de Estudios Antiliberales , Marlene Laruelle, puede ser una derrota el día de las elecciones para Le Pen, pero para la franquicia antiliberal en Francia, “es una victoria política”. Laruelle también señaló la tasa récord de abstenciones: 28 por ciento en general, con una tasa récord de 42 por ciento entre los votantes jóvenes, como una señal preocupante.
En el extranjero, el mayor desafío que enfrenta Macron es la guerra ruso-ucraniana que, pase lo que pase, inevitablemente afectará los planes del presidente francés para una defensa europea más independiente y autosuficiente. Lo que podemos esperar, según el profesor de Política Internacional de la Universidad Americana de París, Hall Gardner , es que Macron “siga buscando un acuerdo negociado”.
Gardner, autor del próximo libro, Hacia una estrategia global transatlántica alternativa, señaló que “Debe haber alguien que participe en las discusiones entre los beligerantes, incluso en tiempos de guerra y a pesar de los horribles crímenes de guerra. Macron argumenta que Rusia ‘rechazará’ un acuerdo de paz hasta que logre algún tipo de ‘victoria’ posiblemente, pero no necesariamente, para la celebración rusa del 9 de mayo de la derrota soviética de la Alemania nazi”.
“Sin embargo, Macron ha seguido argumentando que no habrá paz en Europa a menos que se pueda construir un nuevo sistema de seguridad europeo que incorpore a Rusia una vez que se resuelva el conflicto entre Rusia y Ucrania”, añade.
Pero en ese frente, Macron se enfrenta a una Europa profundamente dividida. Laruelle señala que “La forma en que EEUU, Reino Unido y Canadá están tomando la iniciativa para ayudar a Ucrania está comprimiendo un poco la estrategia de Macron de decir ‘deberíamos tener una visión europea de la autonomía’. Creo que puede ir en ambas direcciones: hay una conciencia en Europa de que, está bien, necesitamos poder trabajar juntos en esta cuestión. Al mismo tiempo, debido a la guerra, la OTAN se reforzó”.
Y en este momento, parece que la pregunta más importante con respecto a si Macron tendrá éxito en su búsqueda de autonomía estratégica es Alemania.Gardner cree que los planes de Macron “se verán facilitados por la decisión alemana de aumentar sustancialmente el gasto en defensa en 100 mil millones de euros , además de los esfuerzos europeos para coordinar mejor el gasto en defensa”.
Por otro lado, como observa Laruelle, “Alemania realmente está cambiando su postura anterior hacia Rusia y ahora se está uniendo a la narrativa centroeuropea sobre Rusia. Ahora es una narrativa más orientada a la OTAN que a favor de la autonomía europea”. El martes , el Ministerio de Defensa alemán anunció que entregará tanques antiaéreos Gepard a Ucrania por primera vez.
La preocupación de Macron, dice Laruelle, es si Alemania “adopta totalmente el punto de vista polaco, báltico y ucraniano”, lo que terminaría aislando el proyecto de Macron de distanciarse un poco de la OTAN impulsando una política europea más autónoma. Queda por ver si el nuevo compromiso de Alemania con el gasto en defensa demuestra ser una reacción efímera al trauma de la invasión rusa.
Pero lo cierto es que la única salida al conflicto es a través de una solución pacífica respaldada por las potencias europeas. Con ese fin, “es crucial que EEUU comience pronto a tomar medidas para trabajar con, y no contra, Francia y Alemania, para buscar la paz con Moscú a fin de acabar con esta guerra lo antes posible”, señaló Gardner.
Y agregó que, “si no va acompañado también de una ofensiva diplomática que acordará algunas concesiones y compromisos con Rusia sobre Crimea y Donbas, los esfuerzos de la administración Biden para ‘debilitar’ a Rusia están jugando con fuego”.
*Columnista de Washington para Asia Times y exasesor de la Comisión Presidencial Bilateral EEUU-Rusia en el Departamento de Estado de EEUU. Publicado en Responsible Statecraft