Rectificación económica
Jesús Faría-Correo del Orinoco
Haciéndonos eco del “golpe de timón”, el año 2016 impone la necesidad de rectificación general y, especialmente, en la conducción económica del país.
La incapacidad de enfrentar exitosamente la estrategia de desestabilización económica, el desplome de los precios petroleros y las ineficiencias de una estructura estatal obsoleta, impone la necesidad de cambios en las personas, ideas, visiones y métodos.
Entre los ámbitos de la rectificación asoman con fuerza el petrolero, que exige eficiencia y mayor vinculación con el desarrollo nacional; el fiscal, donde se impone disciplina (ante la caída de los ingresos petroleros), privilegiando las necesidades del pueblo; el productivo, donde es indispensable la fuerza reactivadora (incluyendo al sector privado y exigiendo mayor eficiencia a las empresas públicas), especialmente del área alimentaria; la cambiaria, donde se reclama una gran reingeniería en función de la recuperación productiva…
Es imprescindible un plan integral y de emergencia para superar los dolorosos efectos coyunturales de la crisis del modelo económico rentista, parasitario y dependiente, heredado del pasado; articulando dicho plan con una estrategia que promueva un modelo productivo y de orientación socialista.
Hay quienes han tratan de descalificar el debate, acusándolo de “entreguista”, “neoliberal”…, objeciones estas siempre desprovistas de consistencia teórico o sintonía con la realidad.
La propuesta de rectificación responde a la enorme necesidad de corregir entuertos con costos políticos devastadores. En este debate nacional, las fuerzas revolucionarias están llamadas a asumir posturas realistas, autocríticas y de gran sentido revolucionario.