Putin a Kiev: desnazificación de Ucrania no es negociable

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Rusia insiste en que el Gobierno de Kiev acepte las condiciones fijadas por Moscú para poner fin al conflicto, mientras acusa a Ucrania de bloquear una salida negociada desde 2014. Vladimir Putin sostiene que la responsabilidad de los combates recae en las autoridades ucranianas y que la guerra no habría estallado si Volodímir Zelenski hubiera atendido las demandas rusas.

Según Putin, Rusia mantiene abierta la vía de la negociación siempre que Ucrania acepte un acuerdo basado en las condiciones planteadas por el Kremlin en los últimos meses. Entre ellas figuran la retirada de las tropas ucranianas de las regiones bajo control de Moscú y el reconocimiento de esos territorios, junto con Crimea, como parte de la Federación de Rusia.

El mandatario ruso también exige que Ucrania adopte un estatus de neutralidad, renuncie a ingresar en la OTAN y se someta a un proceso de desmilitarización y “desnazificación”. Para Moscú, estas exigencias buscan, supuestamente, eliminar las causas profundas del conflicto y garantizar la seguridad a largo plazo en la región.

Putin afirma que “no habría combates en Ucrania” si las autoridades de Kiev hubiesen concedido a la población del Donbás un estatus especial y el derecho a la autodeterminación, en vez de optar por la vía militar. En esa narrativa, Rusia se presenta como un actor que intenta “poner fin” a una guerra iniciada por decisiones del gobierno ucraniano y respaldada por Occidente.

Kiev, por su parte, considera inaceptables esas condiciones porque legitiman anexiones territoriales y vulneran la soberanía ucraniana, y mantiene que la responsabilidad del conflicto recae en la invasión rusa de 2014–2022 y en la posterior ocupación. Gobiernos occidentales califican las exigencias de Moscú como una “ofensa” a las víctimas de la guerra y, hasta ahora, respaldan la posición ucraniana de no ceder territorio a cambio de paz.