Provea declinó un premio porque la Cancillería argentina censuró su discurso

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La ONG venezolana Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) iba a recibir el premio Emilio Mignone, que otorga el gobierno argentino, pero la Cancillería se enteró de que el discurso de aceptación sería crítico con el presidente Mauricio Macri y condicionó la entrega de la distinción. Es que el gobierno argentino no tolera críticas… y ahora debe tolerar el escándalo.

Provea rechazó el premio Emilio Mignone, que el Gobierno argentino le había otorgado, debido a que la Cancillería censuró el discurso que se iba a leer en la ceremonia de entrega porque contenía críticas a la gestión de Mauricio Macri. “Soy de la idea de que en la actualidad tanto Argentina como Venezuela adolecen de graves fallas y debilidades tanto en la vigencia plena del Estado de Derecho como en la garantía efectiva de los derechos humanos”, decía el texto que había escrito Raúl Cubas, cofundador de la organización venezolana. Resultado de imagen para provea

Cubas, exiliado argentino, sobreviviente de las torturas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), no iba a estar en el acto y el discurso sería leído en su nombre.

“El autoritarismo de las gestiones gubernamentales, la falta de independencia de los poderes públicos, la impunidad estructural o el retroceso en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia, la existencia de presos políticos, la creciente represión a la protesta social, la aplicación de doctrinas de seguridad conocidas como ‘gatillo fácil’ o dispare primero y averigüe después que victimiza a los jóvenes que viven en zonas populares, así como el crecimiento creciente de la pobreza, en ambos países, es una realidad que nos interpela”, pensaba expresar Cubas.

El premio Emilio Mignone a Provea fue concedido a propuesta del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), según consignó la ONG en un comunicado. Se trata de una distinción que el gobierno argentino otorga desde 2007 a organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos. Para el gobierno de Cambiemos, este galardón representaba la oportunidad de dar otra muestra de su adhesión a la campaña contra el gobierno de Nicolás Maduro, ya que se trata de una ONG antichavista, vinculada en sus inicios a los jesuitas.

Raúl Cubas

El asunto terminó con un escándalo. Cuando Cancillería tomó contacto con el escrito, que también pedía por la libertad de Milagro Sala, intentó impedirlo.

“Creo necesario que tanto Argentina como Venezuela tomen medidas prontas y oportunas para que el legado de coherencia que nos legó Emilio Mignone se convierta en efectiva realidad. Propongo que ambos Estados asuman inmediatamente sus obligaciones internacionales ante la OEA como la ONU y liberen de forma inmediata a los presos políticos, comenzando en Argentina con la dirigente social Milagro Sala, y en Venezuela con el abogado y defensor de los derechos humanos Marcelo Crovato (también argentino-venezolano). Ambos tienen decisiones favorables de la CIDH y del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, que esperan por ser cumplidas por las autoridades de los dos países”, decía el mensaje de Provea.

Ante la censura, la ONG CELS emitió un comunicado donde asegura que la Cancillería “condicionó la participación de Provea en la ceremonia de premiación a no leer las palabras de Raúl Cubas, debido al tipo de descripción que hacía sobre la situación actual de los derechos humanos” en la Argentina.

“Mal puede una organización defensora de derechos humanos, entre ellos la libertad de expresión, avalar una solicitud de esta naturaleza. Por dicha razón Provea informó a los funcionarios de la Cancillería que en tales circunstancias declinaba aceptar el premio”, sostuvo. Y el papelón estalló.