Propuestas del ELN sobre el narcotráfico en Colombia
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El Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano afirmó que la política antinarcóticos de EEUU y del gobierno colombiano siguen fracasando, pues un fenómeno económico, social y cultural, solo podrá superarse con iniciativas políticas de la misma naturaleza, no con medidas policiales y nula atención a la realidad de los campesinos y sus comunidades o de los narcodependientes.
En una carta a Ruth Dreifuss, presidenta de la Comisión Global de Drogas, y firmada por Pablo Beltrán y Aureliano Carbonell, miembros de la Delegación de Diálogos del ELN, señalan que cuando el Gobierno y los EEUU acusan al ELN de hacer parte activa del negocio están falseando la verdad, pero sobre todo encubren los verdaderos responsables y los problemas de fondo, lo que indica su falta de voluntad para adoptar salidas reales y efectivas.
Indican que en Colombia, el narcotráfico ha financiado los Ejércitos irregulares del paramilitarismo para adelantar la Guerra antisubversiva y se ha legalizado en todas las instituciones estatales generando una Narcorrepública.”El ELN nada tiene que ver con el narcotráfico ni con ninguna fase de su cadena: no tenemos cultivos, laboratorios, cocinas, pistas, rutas ni exportaciones de cocaína; tampoco tenemos nada que ver con negocios de precursores químicos”, afirman.
Beltrán y Carbonell añaden que lo que sí es parte de la política del ELN es cobrar un impuesto a los compradores, quienes se lucran del negocio en una actividad comercial que realizan en los territorios donde sus guerrillas ejercen control territorial. Igual cobramos impuestos a las distintas actividades económicas, como lo hacen los Estados para financiarse, agregan. Las fumigaciones con glifosato y las erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito –aseveran en la misiva- solo producen desastres ambientales y sociales, que ya acumulan décadas de fracasos.
Señalan que el ELN ha sido claro en plantear que sólo la legalización de las sustancias psicoactivas acabará con las ganancias extraordinarias del narcotráfico y su razón de ser; que se necesita un pacto de responsabilidad compartida entre países productores y consumidores de narcóticos, y que los narcodependientes son enfermos que deben atender los Estados y no deben ser perseguidos como delincuentes.
Añaden que los campesinos que trabajan en cultivos de uso ilícito deben tener planes alternativos de producción alimentaria o de materias primas industriales, financiados por los Estados para que puedan resolver su subsistencia sin recurrir a los cultivos de uso ilícito.
Y que, además de perseguir los Carteles de los países que producen narcóticos, se debe perseguir los Carteles de distribución en los países industrializados consumidores; así mismo, a los Carteles de precursores químicos y de lavadores de los narcodineros en el sistema financiero internacional y en los paraísos fiscales
El ELN reitera las propuestas hechas el 9 de octubre de 2020 en la carta abierta al Departamento de Estado y a la Fiscalía General de EEUU, instando a conformar una Comisión Internacional para que verifique sobre el terreno si el ELN tiene cultivos, laboratorios, infraestructuras o rutas para el narcotráfico, o si tiene negocios con precursores químicos usados en la producción de cocaína..
Asimismo, propone retomar las propuestas ya expuestas para llegar a un Acuerdo que supere el fenómeno del narcotráfico; que cuente con la participación de la comunidad internacional, las comunidades de las regiones que padecen este flagelo y los diversos sectores de la sociedad colombiana. “Pueden contar con el ELN para desarrollar soluciones alternativas que superen la fracasada guerra contra las drogas”, concluye.
*Agencia Latinoamericana de Información y Análisis-2