Presidenciales en Costa Rica: Figueres o Cháves… y el abstencionismo
Álvaro Verzi Rangel |
El domingo 3 de abril, tres millones y medios de costarricenses elegirán en segunda vuelta al próximo presidente entre los candidatos del Partido Liberación Nacional y del Partido Progreso Social Democrático, José María Figueres y Rodrigo Chaves, en un proceso sobrevolado por el fantasma del abstencionismo
“Estamos a un paso de empezar la transformación de Costa Rica. Ganamos esta primera ronda por un robusto margen y eso nos da también una enorme responsabilidad”, dijo Figueres al conocer los resultados de la primera ronda. “Vamos a segunda ronda, sí, el partido nuevo, el más joven de esta campaña”, celebró por su parte Chaves.
Figueres y Chaves resultaron los vencedores en la primera vuelta celebrada el 6 de febrero y se medirán el próximo domingo ya que ninguno de los aspirantes superó el 40 por ciento de los votos en la primera ronda, donde se registraron dos novedades.
La primera es la súbita y sorpresiva ascensión de un partido nuevo, encabezado por Chaves, un candidato hasta hace poco desconocido por haber vivido la mayor parte de su vida pública muy lejos del país, pero que ha logrado aglutinar en torno suyo un movimiento novedoso por representar un sentimiento antisistema, que refleja el rechazo de un numeroso y creciente grupo de ciudadanos hacia la clase política tradicional.
La otra novedad es la extinción de 19 partidos, algunos de ellos liderados por conocidas figuras del ámbito político, incluyendo al gobernante Acción Ciudadana (PAC), que ni siquiera pudo llevar un solo e íngrimo diputado a la Asamblea Legislativa.
Un crecimiento sostenido del PIB en los últimos 25 años, altos indicadores de desarrollo humano y esperanza de vida, y cobertura universal de salud avalarían el modelo del país centroamericano, que mantuvo durante décadas una democracia formal y funcional, pero en el modelo económico del país se observan grietas, más presentes que nunca en la pandemia, especialmente dura para los jóvenes y las clases bajas.
El desempleo y la economía son las mayores preocupaciones de los costarricenses (29,1% y 17,8% según una reciente encuesta de la estatal Universidad de Costa Rica) ante las elecciones presidenciales, muy por encima de la corrupción (10,6%), que salpicó al actual mandatario Carlos Alvarado hasta reducir a mínimos su popularidad.
El Ministerio Público acumuló 18 causas penales en contra del presidente Alvarado, entre el 2018 e inicios del presente año por los supuestos delitos de tráfico de influencias, cohecho propio, incumplimiento de deberes, prevaricato, enriquecimiento ilícito, asociación ilícita, malversación y nombramientos ilegales. La Fiscalía solicitó el 3 de febrero de 2022 que se retire la inmunidad del presidente Alvarado
El fantasma del abstencionismo
Después de una elección atípica, con 25 candidatos a la presidencia por primera vez, el país está listo para el balotaje de las elecciones presidenciales. Por cuarta vez, los votantes tendrán que decidir en segunda vuelta quién será el próximo presidente de la república y sus dos vicepresidentes, la misma situación que en los comicios de 2002, 2014 y 2018.
El panorama se vuelve sombrío ya que el gran ganador de la primera vuelta fue un abstencionismo (participó el 60 por ciento de los ciudadanos), que en cada elección crece. Hoy, amplios sectores de la clase media se sienten vulnerados en sus intereses económicos y en sus ideales políticos, debido a la tendencia acaparadora de una voraz oligarquía cada vez más reducida en número, pero más poderosa financieramente, señala el analista Arnaldo Mora.
Mientras, los sectores populares se empobrecen cada vez más, sobre todo en los populosos barrios suburbanos de la Gran Área Metropolitana y en las tres provincias, que se reparten las costas bañadas por los dos océanos.
El descontento se viene manifestando en el abstencionismo, pero si la situación no cambia dar origen a una caótica ingobernabilidad nutrida en fuentes económicas putrefactas, como sucedió en el México que antecedió el ascenso al poder de Andr´ps Manuel López Obrador, o parece estar sucediendo en Colombia. Allí radica el verdadero reto que deberá asumir el próximo gobierno, con o sin gran abstención.
Los candidatos
El expresidente (1994-98) y candidato del Partido Liberación Nacional, José María Figueres de 67 años de edad, vuelve a competir por la presidencia tras una larga estancia en el extranjero. Su padre fundó el Partido de Liberación Nacional y se desempeñó como presidente del país en las décadas de 1940, 1950 y 1970. Tras la muerte de su padre, llegó a la Presidencia y en 1994, a los 39 años, y se convirtió en el gobernante más joven del continente en ese momento.
El plan de gobierno de José María Figueres propone nueve áreas clave entre las que se encuentran la promoción de exportaciones y atracción de inversiones y competitividad; tecnología, innovación y emprendimiento. Figueres busca atender las falencias en educación y el desbalance territorial en la atracción de inversiones, así como aprovechar las oportunidades y la incursión de nuevas relaciones con Asia.
Asimismo se comprometió a reducir el desempleo y la pobreza, además de promover la protección del medioambiente, con la abolición de la explotación de hidrocarburos.
En su primer mandato, Figueres promovió la inversión en tecnología y el turismo sostenible, se creó un sistema de pago por servicios ambientales. A su presidencia también se le atribuye la llegada de Intel a Costa Rica, la creación del Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU, y la base del primer plan nacional para erradicar y prevenir la violencia intrafamiliar.
Su gobierno recibió fuertes críticas por decisiones controversiales, como la aplicación de programas de ajuste estructural y reformas a la ley de pensiones, y también por el cierre de instituciones estatales como el Banco Anglo y el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER), que reabrió sus puertas años después.
Fue investigado en el 2004 por presuntamente recibir 906.000 dólares por una consultoría que le encargó la firma HF Desarrollos Interdisciplinarios S.A. para la empresa francesa Alcatel. Luego de las indagaciones, en septiembre de 2007, la Fiscalía solicitó a un juzgado desestimar la causa contra Figueres al no encontrar suficiente evidencia que demostrara la comisión de algún delito.
Rodrigo Chaves, candidato por el Partido Social Democrático, tiene un doctorado en Economía Aplicada, Mercados e Instituciones de la Universidad de Ohio, y formó parte del gobierno de Carlos Alvarado, con quien mantuvo varios roces.
Chaves entró de forma sorpresiva a la segunda ronda, cinco días después de que la última encuesta del CIEP/UCR, lo colocara en el cuarto puesto con un 8,19%, alrededor de la mitad de lo que obtuvo. En su discurso hace uso de su experiencia como economista y burócrata internacional, introduciendo la bandera de la eficiencia en un aparato estatal aletargado.
Por más de 30 años trabajó en el Banco Mundial (BM), donde se especializó en Políticas Públicas, con asesorías a nivel de gobierno y sociedad civil en más de 40 países tras lo cual regresó a Costa Rica, donde asumió por casi seis meses el Ministerio de Hacienda del presidente Alvarado en octubre de 2019.
“Yo me como la bronca”, una frase que usan los costarricenses para expresar la decisión a enfrentar un problema, está entre las más utilizadas por Rodrigo Chaves. Cerró su paso por el Banco Mundial en 2019 como director de la oficina del organismo en Indonesia.
Ya candidato presidencial, en agosto de 2021, salió a la luz en medios locales y en el The Wall Street Journal que Chaves fue sancionado por conductas sexuales impropias contra mujeres que trabajaban en el Banco Mundial. Fue degradado, pero no despedido, a pesar de un patrón documentado de hostigamiento, que duró al menos cuatro años e involucró a seis mujeres, según documentos relacionados con el caso, que fueron revisados por el diario estadounidense
Chaves negó haber acosado sexualmente a sus compañeras y alegó que las denuncias probablemente se originaron a partir de “diferencias culturales y comportamientos que para otras personas no serían ofensivos”. Dijo que “detrás de todo esto hay pequeños, pero poderosos grupos que tienen miedo del crecimiento que hemos tenido en las últimas semanas y les da temor que Rodrigo Chaves llegue al poder, a poner en orden el caos en que está sumido este país”.
Como parte de su plan de gobierno, Chaves aboga por recuperar el tiempo perdido en comercio exterior, reordenar el presupuesto público, aumentar las inversiones en energía verde, controlar gastos y una pensión mínima universal. También habló de la adhesión de Costa Rica a la Alianza del Pacífico y eliminar todos los aranceles de maquinaria y materias primas industriales, tales como acero, hierro, aluminio, papel, maderas y componentes electrónicos.
Será la puja es entre el candidato de un partido tradicional contra el de una nueva formación política, un político de larga trayectoria contra un economista de carrera. Pero, nuevamente, se teme que la abstención sea la ganadora.
*Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)