¿Por qué no agarran preso a Guaidó?/ ¿Qué decidirá Washington?

¿Por qué no agarran preso a Guaidó?

Franco Vielma|

Una pregunta común, lastima que sea tan común, dado que hay tantos que la hacen que no han entendido este lío. Para ello hay una respuesta corta y una larga. La corta: No es el momento. No importa lo que el haga. No es el momento.

La larga: Guaidó es el principal foco de información y acciones erradas que necesita la inteligencia venezolana para pesquisar y luego desmantelar todas las arremetidas que han habido contra el país, de manera indiscutidamente exitosa.

Es Guaidó y su séquito infiltrado, sus líneas de comunicación, sus contactos, sus allegados, sus aliados, sus enemigos internos, sus rivales del antichavismo, sus acciones, sus desplazamientos en los frentes públicos y cerrados los que han dado todo.

Si Guaidó cae preso hoy, si sale del país o mañana lo cambian por otro favorito de Leopoldo López y de EEUU, el cambio de juego será tan brusco que el replanteamiento nos será perjudicial y habría que empezar de cero. Será una lucha contra un tiempo que no tendremos a favor.

De hecho, hay que aceptar, aunque no nos guste, que Guaidó es necesario para guiarlo a un entrabamiento político y operacional, que lo anule a sí mismo y al andamiaje que EEUU construyó sobre el. Pesé a lo doloroso que sea para el país. Eso va más allá de las operaciones en la sombra. En la política abierta, Guaidó es necesario para su desgaste e incluso para que ante un nivel de anulación critica, no sea un mayor obstáculo para distenciones y salidas políticas.

El es hoy el principal foco de división antichavista y esa división es necesaria para sostener la República.

Su posición hoy es la de un lobo (o más bien bobo) solitario en Venezuela, su presencia solo se prolonga por la gracia estadounidense, pero no puede prolongarse mucho más. La oposición lo ha abandonado, con excepciones en su séquito de asalariados. Guaidó entonces pasa a ser una piedra de tranca que irremediablemente tendrá que ceder por inercia o por fuerza. Y en ese empuje está el chavismo y una parte cada vez más evidente de la oposición.

Léase con ello, la posibilidad de un acuerdo político del chavismo con el G3 o un G2 (está por verse) que desescale el bloqueo y la inaplazable elección parlamentaria que hasta los adecos quieren este año.

Si el objetivo es el de la preservación de la nación, la política, la institucionalidad y la cohesión del país, entonces hay que evitar la guerra.

Un Guaidó preso o muerto no sirve para nada de lo que el país necesita hoy, por el contrario, preso o muerto Guaidó sólo sirve para ser desencadenante de otras situaciones. Cuando Guaidó este preso, sabremos entonces que su ciclo útil en libertad, ya fue agotado y el ya podrá ser desechado en definitiva. Habrá que esperar. Se verá.

Si cualquier gafo chavista comandante de Twitter, que los hay a granel, «resolviera» las cosas a su manera y a lo Juan Charrasquiao porque él si es un arrecho defensor de la patria, ya estaríamos aniquilados.DETENCIÓN DE JUAN GUAIDO AHORA SI* EU. DETIENE BARCO CHINO EN ...

Lamento informar que los frentes duros de política real no admiten ciertos niveles de imbecilidad e infantilismo. Hay nudos críticos que jamás van a ceder con impulsos y emocionalidades exacerbadas. No en Venezuela hoy. Lo contrario a eso ocurre sólo en los libros de aventuras del Ché, en otros tiempos y en líneas donde jamás quedó reflejada la política tras bastidores.

Pueden leer esto con calma, varias veces, discernirlo y recibir su dosis de realidad, o pueden seguir comiendo flores viviendo en la política imaginaria del “naguevonalodeseo”cy el “yo si soy un patriota de los arrechos”.

*Sociólogo e investigador venezolano. Publicado en Ciudad Valencia

¿Qué decidirá Washington?

Leopoldo Puchi

El gobierno de Estados Unidos informó en 2017 que su estrategia de cambio de gobierno en Venezuela contemplaba todas las opciones. Obviamente, una afirmación de esta naturaleza abarca el posible uso de algunas de las modalidades de acción que se basan en la violencia. La información fue suministra por el presidente de ese país, Donald Trump.

También es un hecho que una de esas modalidades ya fue utilizada el 30 de abril de 2019, y que poco antes se había usado otra variante, el 23 de febrero del mismo año.

Ahora se ha conocido que la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó llegó a acuerdos para recurrir a otra modalidad de violencia, la del uso de mercenarios a través de contratistas extranjeros especializados en la materia.

Por su parte, Mike Pompeo ha declarado que el Departamento de Estado no estuvo envuelto de forma directa en la reciente operación Gedeón. Sin embargo, no ha aclarado hasta ahora si sus oficinas estuvieron involucradas de forma indirecta. Del mismo modo, la oficina que dirige no ha informado si le dio una licencia a Silvergroup para preparar acciones armadas en Venezuela. El argumento para no informar es que la ley no permite hacer esas revelaciones.

Operaciones

Intento de magnicidio

La estrategia diseñada para el cambio de gobierno incluye los siguientes escenarios básicos de desenlace: la capitulación, un golpe palaciego o un levantamiento militar. El conjunto de acciones específicas que se ha desplegado, como los eventos de Cúcuta o el episodio del entrenamiento en Colombia y la incursión de mercenarios, tiene el propósito de abrirle camino a esos escenarios señalados. Por supuesto, y como ocurre siempre, las operaciones pueden fallar o ser exitosas.

Ahora bien, el soporte de la estrategia en curso no reside tanto en las operaciones puntuales, sino en el despliegue de profundidad de sus vectores principales: el bloqueo financiero y petrolero; la creación de un poder dual con los bienes en el exterior.

Viraje
Pudiera esperarse en las actuales circunstancias que Washington diera un viraje en su política, pero no es fácil que esto ocurra en lo que se refiere a su objetivo central de reinsertar a Venezuela en su dispositivo geopolítico, meta que en realidad pudiera ser sustituida en sana paz por un acuerdo de cooperación que respete la soberanía de Venezuela.

Sin embargo, se puede pensar que quizás Washington de un viraje que descarte los escenarios de golpe y capitulación. En este marco, se le pondría fin al vector del poder dual, tomando en consideración que los actuales operadores locales de ese eje se han descalificado con las recientes acciones.

Se abriría así el espacio para una tregua, en el que se levanten o se alivien las sanciones, otros grupos de la misma oposición sirvan de relevo y se acuerde la participación en los procesos electorales venideros. En los próximos días veremos cuál es la decisión de Washington al respecto.

*Politólogo, analista, exministro de Trabajo