Polémica reelección indefinida en El Salvador desata acusaciones
La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una reforma constitucional que permite la reelección presidencial indefinida y amplía el mandato de cinco a seis años. Los partidos opositores calificaron la medida como un “golpe de Estado legislativo” y alertaron sobre los riesgos para la democracia.
El bloque oficialista, dirigido por Nuevas Ideas y afín al presidente Nayib Bukele, impulsó el cambio con 57 votos a favor de 60 posibles. Las modificaciones eliminan la segunda vuelta electoral y facilitarán que Bukele pueda perpetuarse en el poder sin límites formales.
“Lo que ocurrió ayer es un golpe al sistema democrático que no devuelve el poder al pueblo, sino que se lo entrega sin límites a la familia Bukele”, afirmó Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal
Organizaciones de derechos humanos como Cristosal y Acción Ciudadana denunciaron que la reforma favorece la concentración de poder y debilita la alternancia política. Según expertos, la experiencia latinoamericana muestra que la reelección indefinida “es un riesgo para la democracia”.
Desde la oposición, la diputada Marcela Villatoro lamentó que “se quitó cualquier contrapeso al poder ejecutivo” y advirtió sobre una “grave crisis institucional”. Mientras tanto, simpatizantes del gobierno defienden la reforma bajo el argumento de “devolver el poder al pueblo”.
La aprobación de la medida profundizó el éxodo de activistas y periodistas críticos, quienes denuncian represión y persecución política. El debate sobre el futuro democrático de El Salvador se intensifica a medida que Bukele consolida cada vez más control sobre los poderes del Estado.