Perú: Montesinos reloaded

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OSCAR UGARTECHE| El 10 de mayo de 1996 el avión presidencial estacionado en la Base aérea de Las Palmas fue encontrado con tres toneladas de cocaína. Horas más tarde las tres toneladas habían sido reducidas a algunos cientos de kilos. El avión iba a volar a Moscú con su carga real y con su carga adicional.

Fueron hallados culpables en ese entonces los avioneros que subieron y escondieron las bolsas con la cocaína quienes están en la cárcel desde entonces. La pregunta de cómo fue posible que una carga de cocaína pasara hasta adentro de la base área de Las Palmas y después se pudiese acercar al avión presidencial fue la interrogante de la época. La acusación recayó sobre los sospechosos habituales: el responsable de inteligencia y el jefe de la base aérea.

Dieciséis años más tarde, el 28 de agosto del 2012, la corte ha fallado a favor de Vladimiro Montesinos de inteligencia y del general Richter, de la base aérea, y los ha liberado de esta acusación que fue sostenida con el apoyo de ex –narcotraficantes. La procuradora del caso, la Dra Medina, dijo no comprender el fallo. Montesinos se acercó a las cámaras de televisión y saludó a la prensa al final de esta jornada. Él sabe que ya regresó al poder.

Mientras tanto, el primer ministro está promocionando una ley de negacionsimo que considera delito negar lo que hicieron Sendero Luminoso y el MRTA en el Perú. No hay mención alguna a negar lo que hizo el ejercito que como se sabe es responsable por al menos la mitad de los 70,000 muertos en la guerra de los años 80. De aprobarse esta ley, se podrá borrar lo que hicieron las fuerzas armadas pero se recordará siempre lo que hicieron los de Sendero y el MRTA.

El camino que llevó a esta escalada del poder de Montesinos se abrió cuando el juez Villa Stein revisó el célebre caso Colina de crímenes de lesa humanidad, y falló que no es de lesa humanidad el crimen cuando un escuadrón llegó a una casa a pocas cuadras del Congreso nacional y le disparó a todos a mansalva, matando inclusive a los animales. Este escuadrón de asesinos fue premiado en Palacio de Gobierno y ahora se sabe que recibieron órdenes precisas para a matar a otra gente en otros lugares, aunque no estuvieran involucrados en la guerra directamente. El juez Villa Stein decidió que esto no es crimen de lesa humanidad y ahora se discute en la Corte Interamericana este fallo.

A donde apuntan estos pasos es a la liberación de Fujimori y Montesinos y la restitución del poder a las fuerzas armadas que quedaron desprestigiadas tras el gobierno de Fujimori. El Comandante Humala gobierna acompañado por lo menos de los coroneles Estuardo Loyola y Adrián Villafuerte, ambos firmantes del acta de sujeción y lealtad a Vladimiro Montesinos, y del General Benigno Cabrera también firmante.

“La mayoría de estos oficiales, ahora personas de confianza del nacionalista Humala, firmaron el ‘Acta de Sujeción’ el 13 de marzo de 1999, redactada por Montesinos, en la cual se comprometieron a rechazar cualquier investigación a militares que hubieran participado en el autogolpe de Estado de Fujimori el 5 de abril de 1992 o hubieran violado derechos humanos en la represión de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso (1980-2000)”, escribió Angel Paez para IPS en el año 2006.

Recientemente el general Cabrera fue nominado por Humala para nuevo jefe del Comando Conjunto, pero por un tecnicismo legal no fue ratificado. Los abogados de la Marina debieron recordarle al presidente el procedimiento para proponer al jefe del Comando Conjunto. El coronel Loyola es jefe de la oficina de Prevención y seguridad del Congreso de la República y Adrián Villafuerte es asesor del presidente en temas de seguridad y defensa. Los militares que le juraron lealtad a Montesinos en 1999 están en el poder y los fallos judiciales y movidas legales lo están demostrando. La meta clara es la liberación del dúo que gobernó el Perú en la década siniestra del 90 y de todos los militares en la cárcel que son más de 75. Los fallos recientes apuntan en esa dirección.

*Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA)