Perjudica a Chile la relación con enemigos de Cuba y Venezuela
HERNÁN URIBE| La relación amistosa con enemigos de Cuba y Venezuela que practican sectores extremo derechistas y socialcristianos de Chile es un mal signo para la futura incorporación del país al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ya que para la membresía se requiere el respaldo unánime de los países de la región en la votación que se realizará en octubre próximo. Se añade al problema una actitud confusa del propio presidente Sebastián Piñera. En el campo internacional Chile debería actuar con extrema prudencia puesto que está enfrentado a dos demandas en su contra en la Corte Internacional de La Haya. Una, de Perú, se refiere a límites marítimos y la de Bolivia a la búsqueda de una salida territorial al mar Pacífico que poseía y perdió como efecto de la denominada Guerra del Pacífico que desató y venció Chile en 1879.
En julio pasado apareció en la capital chilena Henrique Capriles Radonski en busca de apoyo externo para su fallida reclamación sobre los resultados de la última elección presidencial en Venezuela. Recibido con aplausos por las colectividades políticas que integran el Gobierno se empeñó en una entrevista con el jefe de Estado y éste optó por una salida tragicómica pues sí habló con él pero no en la sede presidencial, sino en la residencia particular de un senador. ¿Comedia o burla? .
Este Carriles es el mismo sujeto que en el 2002, durante el fracasado golpe de estado en contra del presidente Hugo Chávez, encabezó en Caracas una manada de delincuentes que intentó invadir la sede de la embajada de Cuba donde se encontraba el jefe de la misión y todos los funcionarios acompañados de sus familias que incluían a niños pequeños.
Ahora, en 2013 viajaba propagando la versión de que hubo irregularidades en la votación para presidente del 14 de abril pasado. En agosto corriente, según informó aquí en Chile El Mercurio: “El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la máxima instancia judicial de ese país, declaró inadmisible el recurso de impugnación que presentó el líder opositor Henrique Carriles contra las elecciones presidenciales”.
Luego en este mes de agosto nos visitó en Santiago la ciudadana cubana Rosa María Payá (RMP) quien, según el diario conservador El Mercurio, “con el objetivo de reunir apoyo para “las demandas democráticas del pueblo cubano” (comillas del original) y respaldo internacional para la investigación independiente que solicita para los hechos que rodearon la muerte de su padre Oswaldo Payá. Nada dijo el periódico acerca de las circunstancias en que pereció este último.
En rigor, la súbita disidente RMP, tuvo aquí escasa presencia en los órganos informativos, los cuales con desgano apuntaron que se entrevistó con el ex presidente Patricio Aylwin acompañado éste del senador Ignacio Walter, presidente del Partido Demócrata Cristiano (PDC). El Mercurio, antes mencionado, mintió el 14/8/13 al titular “Cámara acuerda pedir apoyo a Cancillería por caso Payá”.
Se trataba en realidad del acuerdo de una Comisión pequeña y además está claro que las relaciones internacionales en Chile son tarea exclusiva del Poder Ejecutivo y la Cancillería del caso.
¿Cuáles son los hechos reales? El 22 de julio de 2012 murieron en un accidente automovilístico los cubanos “disidentes” Oswaldo Payá y Harold Cepero. El conductor del vehículo accidentado fue Angel Carromero,(AC) ciudadano español y cuyo automóvil, por exceso de velocidad chocó con un árbol. Los fallecidos se encontraban en la parte posterior del vehículo que fue prácticamente destrozada por el impacto.
Carromero fue procesado en octubre en la ciudad de Bayamo cercana al lugar del accidente. El cargo fue “homicidio imprudente” y se le designó- en este caso- a una abogada defensora. Fue condenado a siete años de cárcel que luego fue reducida a cuatro años. Al juicio asistió el Cónsul General de España en Cuba, Tomás Rodríguez Pantoja, quien dijo en conferencia de prensa que “el juicio fue correcto, limpio y procesalmente impecable”.
El acusado fue transferido a España donde debió cumplir la sentencia, pero allí lo dejaron en libertad, como un favor a ese destacado militante del Partido Popular, ahora en el Gobierno. En Cuba, al margen del accidente, Camarrero estuvo operando ilegalmente como activista pues había ingresado al país como turista.
Estos antecedentes permiten deducir cómo, en España y con la colaboración de los aparatos de espionaje estadounidenses, se inventó otra “versión” del accidente y la cual suponía que el vehículo había sido embestido por la parte posterior. Incluso, hay constancia de que el propio AC lo desmintió inicialmente.
Como es ya habitual, las mentiras se iniciaron con una entrevista del norteamericano Washington Post a Carromero y que luego sería reproducida por el madrileño diario derechista El Mundo que tituló “Los servicios secretos cubanos asesinaron a Payá”. Un periodista cubano Iroel Sánchez descubrió que AC mintió descaradamente y lo comprobó con un detalle vital: en la entrevista del Post , AC dijo que lo perseguía “un viejo Lada rojo” y cuando habló con El Mundo lo cambió por “un vehículo azul”…Sánchez, quien escribió el 5/8/13 tituló su nota: “Carromero, háblame de colores”.
Yohandry Fontana, corresponsal de la BBC en Cuba escribió al respecto: “Recurrieron a un medio norteamericano para buscar un toque de credibilidad a una zaga de recientes declaraciones reproducidas en medios digitales anti cubanos, y supuestamente atribuidas al culpable de este accidente. Emergen, sin lugar a dudas, sectores de la ultraderecha española empecinados en satanizar a Cuba en el tema de los derechos humanos.”
*Periodista/escritor chileno.