Peligros de golpe/Operación tenaza
Eleazar Díaz Rangel – Últimas Noticias
Estos riesgos de golpe no pueden desvincularse de la serie de ataques a instituciones estatales, incluidas las últimas contra el sistema eléctrico. La tendencia es que se vayan repitiendo con más frecuencia en los días que vienen. Nunca como ahora es necesaria la vigilancia popular.
¿Qué le pasará a Uruguay con Venezuela? Ha habido varias declaraciones antivenezolanas de funcionarios de ese país, incluido el Vicepresidente, y ahora producen unas innecesarias demoras en el procedimiento para estructurar el organismo de Unasur que debe venir a Venezuela como acompañantes del proceso del domingo seis de diciembre.
Después de publicar “El amor en los tiempos del cólera”, Gabriel García Márquez declaró que nunca como ahora es tan exigente la investigación para escribir una novela. Si lo dijo el Gabo de una novela contemporánea, pueden imaginarse como fue la investigación de Pablo Montoya, ganador del “Rómulo Gallegos” para escribir su laureada “Tríptico de la Infamia”.
Parece oportuno que el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, ordenara una investigación sobre las denuncias, reales o supuestas, de atropellos en Ramo Verde formulados públicamente por Lilian Tintor.
Si no tiene mejor programa para hoy y tiene tiempo sin ir a la Galería de Arte Nacional, donde podrán ver una muestra del esfuerzo por rescatar el papel de la mujer en la pintura venezolana. Confío en que no olvidaron a Elisa Elvira Zuloaga ni a la hace poco fallecida Luisa Richter.
Los colombianos quedaron sorprendidos con el anuncio del presidente Santos de poner cese a la guerra, aclaró que no se trata de una tregua, sino el fin definitivo de una guerra comenzada hace unos 60 años. Parece que nunca como antes la paz está cerca en el hermano país, para bien de ellos y de sus vecinos.
Después del fracaso rotundo de las encuestas argentinas, ¿Quién puede creer en las venezolanas? De la victoria cantada de Daniel Scioli, el 22 tiene que enfrentarse a Macri, quien contará con todo el apoyo de los medios de comunicación, y, por supuesto, sumará los esfuerzos y algunos recursos que le llegarán de EEUU. Washington cree que es la gran oportunidad de romper la cadena de países avanzados, que han tenido posiciones independientes. Confían que una victoria de la derecha en Argentina, tendrá efectos una semana después en Venezuela.
Algún día se conocerán las desesperadas gestiones de la diplomacia estadounidense para tratar de impedir que Venezuela fuese reelecta a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Pero fracasó otra vez. Venezuela obtuvo 131 votos.
El general John Kelly es conocido entre nosotros, comanda la IV Flota que estaba inactiva desde 1950 y hace poco reanudó operaciones. Declaró varias veces contra el “terrorismo” en Venezuela. El 12 de marzo compareció ante el Comité de Servicios Armados del Senado.
¿Qué les dijo a esos senadores, casi todos ignorantes de lo que ocurre en la región, del cambio de épocas y de los avances sociales en Venezuela? Primero, destacó la importancia de “la misión del Comando Sur de los EEUU para mantener nuestros intereses del sur”. Clarito. Él tiene tres períodos al frente del Comando. Entre los “socios fuertes” dijo que están Colombia, Chile, extrañamente Brasil, El Salvador y Panamá, “líderes regionales y destacados colaboradores a la seguridad hemisférica e internacional”. ¿Y qué les pasó con Perú y México?
Cuando se detuvo en la influencia de Irán en la región, no pudo dejar de soltar una perla mentirosa como esta: “El año pasado, 19 musulmanes de Trinidad fueron enviados a Venezuela para la realización de entrenamientos con armas de alto poder”. Estaban destinados a regresar “con la posible intención” de dañar los intereses coloniales: ni una sola prueba.
“Inestabilidad” titula Kelly el aparte sobre Venezuela, que les resumo: “Desde 2003, el gobierno venezolano ha reducido sus estrechos vínculos militares y de defensa con EEUU tradicionalmente, y en el curso de los últimos 10 años hemos sido testigos de un dramático declive en las instituciones democráticas del país. Venezuela se enfrenta ahora a una inestabilidad significativa en la parte económica, social y política debido a la creciente delincuencia violenta, inflación galopante, pobreza, grave escasez de alimentos, medicinas y electricidad.
Abusos contra los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad y la mala gestión continua del gobierno del país están contribuyendo a un ambiente de incertidumbre y grandes segmentos de la población dicen que el país va por el camino equivocado… Para mantener las amenazas lejos de las costas de nuestro país, junto con el DHS, trabajamos con el FBI, la DEA y el Departamento de Estado y del Tesoro. ¿Olvidó la CIA?…”. Y hace poquitos días dirigió unos ejercicios navales con ¡nueve países latinoamericanos!; Francia y Canadá de invitados.
Más adelante, pronostica otros problemas por la baja de los precios del petróleo, en su relación con Petrocaribe y el desarrollo de las misiones y programas sociales. Amplio párrafo dedica a las relaciones con Colombia, de las cuales han prendido mucho: “Nos enseñó que la cooperación entre agencias de EEUU, junto con un socio comprometido… puede ayudar un país al borde del abismo y por una fracción del costo de las operaciones en Irak y Afganistán” (¿retrato hablado de Venezuela?).
Más sombrío no puede ser el panorama de Venezuela, coincidentes con los del famoso decreto Obama y del general Stewart. Hace poco Kelly volvió con sus declaraciones y dijo estar dispuesto a prestar ayuda si los venezolanos la necesitan, y un hombre como Thomas Shannon, considerado como propicio al diálogo, declaró en una comisión del Senado que lo evalúa como posible embajador aquí, les dijo que todo dependía de los resultados electorales, si estas resultan confiables y sin ¿manchas?, todo seguirá bien encaminado, pero… de manera que si la MUD no reconoce esas elecciones, ¿esa será la guía para Washington?.
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Addendo
Operación tenaza
1) Creo que fue la canciller Rodríguez la que utilizó el término con el propósito de graficar lo que cada día es más evidente. Me refiero a la situación que afronta Venezuela con dos de sus vecinos, Colombia y Guyana, en momento de dificultades. Porque no hay duda de que Venezuela es un objetivo asediado. Factores poderosos, internos y externos, tienen al país en la mira. No pasa un día sin que haya algún tipo de agresión en su contra. Quien escribe no recuerda algo similar en el pasado. De una nación acosada por múltiples factores que emplean vastos recursos para llevar a cabo la desestabilización. La coordinación de esfuerzos en el mundo y el cinismo de dirigentes políticos, empresarios, parlamentarios, ex presidentes y ex jefes de Estado, instituciones, sin información debidamente verificada, acerca de lo que sucede en el país, no tiene precedentes. La conjura no tiene fronteras. Acentuada ahora con motivo de la celebración, en pocas semanas, de unas elecciones a las que los detractores le asignan connotaciones que van más allá de lo que institucionalmente representan. Por eso es que las expectativas en torno a ellas conducen a que un triunfo de la oposición equivaldría a un cambio inmediato de gobierno y al fin del proceso bolivariano. Que en el fondo es lo que persiguen.
Ante esta situación, ¿qué lectura tiene la actitud de vecinos como Colombia y Guyana? La más inquietante. No la de vecinos respetuosos. Colaboradores. Todo lo contrario. En Colombia se extrema una actitud de desprecio hacia lo venezolano; hacia sus instituciones, su política y los procesos sociales que se cumplen. Todo ello con una ambigüedad grosera. Mientras por un lado repiten el manual de los abrazos hipócritas, por otro auspician el contrabando de productos venezolanos, petróleo, comida, artículos del hogar, sin importarles el desabastecimiento que generan en Venezuela, y deliberadamente ignoran el desplazamiento de paramilitares o facilitan el ataque al bolívar. A lo anterior hay que agregar las voces guerreristas que se manifiestan en medios de comunicación que no ocultan su antivenezolanismo. Pero también, y quizá sea lo que más importa: el rearme de la Fuerza Armada colombiana -justo cuando está a punto de culminar la guerra interna-; la adquisición de sofisticados y costosos equipos bélicos; la asesoría norteamericana, in situ, en las bases que funcionan del otro lado de la frontera, y la manera como el alto mando castrense asume un plan elaborado por el Pentágono -Minerva- para alcanzar mayor operatividad y eficacia ante la amenaza exterior. ¿Contra quién se arma cuando prácticamente concluye la guerra interna?
2) Guyana, nación que siempre gozó del aprecio del Estado venezolano y con la cual existe un diferendo territorial manejado con respeto, tanto por los gobiernos venezolanos como por anteriores gobiernos guyaneses, se lanza ahora a una ofensiva desafiante contra Venezuela recurriendo a la mentira. Su actual presidente, David Granger, oficial entrenado en la Escuela de las Américas, vinculado a EEUU, no solo utiliza una agresiva campaña verbal contra su vecino, de distorsión de hechos y realidades, sino que ha optado por reorganizar su Fuerza Armada; entrena en el Esequibo con asesoría norteamericana; potencia su aviación y ya anuncia una política armamentista para repeler un supuesto ataque militar venezolano. Que solo existe en los planes que elabora, conjuntamente, con el Pentágono. Tutelaje evidente, como también lo es el propósito de servir de instrumento de provocación. Lo que describo es para alertar al pueblo y al Gobierno venezolanos sobre la “operación tenaza”. Nada más.