Para Bolivia, flexibilizar el Mercosur atenta contra la integración
Luvis Hochimín Pedemonte
Bolivia, que después de 18 años de espera asistió esta semana por primera vez como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur), advirtió que la propuesta de flexibilizar el bloque, puede causar una “erosición sistemática” de la integración regional.
En momentos en que los gobiernos derechista de Uruguay y Argentina promueven la flexibilización, la canciller boliviana Celinda Sosa, insistió que América Latina debe luchar por su unidad: “Uno de los objetivos de la incorporación de Bolivia al Mercosur es la profundización del proceso de integración regional. En ese sentido, cualquier propuesta de flexibilización conlleva la erosión sistemática de la integración, por lo tanto, se contrapone a los intereses nacionales”,
Con Argentina como aliado, el gobierno uruguayo, que acaba de asumir la presidencia temporal del Mercado Común del Sur (Mercosur), busca avanzar en los cinco meses que le quedan de gestión en una “modernización” para que los socios puedan negociar acuerdos comerciales de forma individual.
Argentina presentó una propuesta “para dinamizar y flexibilizar estas negociaciones externas”, la cual, “preservando el Mercosur, tiene como objetivo modernizar el funcionamiento del bloque” al habilitar la posibilidad de que “los Estados Parte puedan presentar propuestas de reducción arancelaria y disciplinas de forma diferenciada”. Ésto pondría fin al principio unificador distintivo del Mercosur como bloque , el arancel externo común (AEC), y por ende a una herramienta imprescindible para la aspiración estratégica de un mercado común.
El presidente derechista uruguayo Luis Lacalle, desde que asumió el cargo en 2020, propone flexibilizar el bloque para que los países puedan negociar acuerdos de forma individual.
Para Bolivia, el Mercosur debe ser mucho más que un bloque económico: debe promover la integración social y cultural. El gobierno de Luis Arce apuesta por un Mercosur más unido, que piense en los pueblos y no sólo en los intereses económicos de los estados o de los empresarios.
Sosa destacó que su país recibe como beneficios, al ingresar al bloque, que los bolivianos sean ciudadanos del Mercosur, por lo que “gozarán de mejores condiciones para el acceso al trabajo, a la salud y a la educación”, y que “Bolivia será parte de la quinta mayor economía del mundo”. “El Mercosur exporta productos con un alto valor agregado, y la incorporación de Bolivia a este bloque le permitirá ser parte de la complementariedad productiva y de las cadenas de valor”, resaltó.
“La doble pertenencia de Bolivia al Mercosur y a la CAN [Comunidad Andina de Naciones] permitirá articular acciones entre ambos bloques y consolidar la integración sudamericana. Bolivia podrá acceder a recursos del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur [Focem] para proyectos productivos y de infraestructura”, agregó.
Bolivia considera que en un momento complejo para la region, la integración es clave, ya que es una de las únicas maneras de defender la democracia y controlar las riquezas de la región, aseguró la canciller, quien destacó que una de las misiones del Mercosur es defender el “poder del pueblo”. La ministra dijo a Ladiaria que “sólo unidos” los latinoamericanos pueden defender su “soberanía” y su “paz”.
Después de una larga espera de 18 años, Bolivia participó esta semana en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores como miembro pleno del Mercosur y apuesta por ayudar al fortalecimiento del bloque regional en un momento complejo para la integración.
La ministra, quien señaló su “orgullo” por pertenecer al Mercosur, aseguró que su país tiene una “vocación integracionista” e indicó que su cartera “está trabajando por ese camino”. Destacó que la “desintegración no hace nada bien a la región”, por lo que América Latina tiene un gran desafío para luchar por la unidad.
Mientras, los gobiernos de Uruguay y Argentina abogan por una mayor apertura y flexibilización en las negociaciones con terceros países lo que significa permitir que los países miembros puedan negociar acuerdos comerciales de forma individual o en grupos, sin depender del consenso del bloque.
El canciller uruguayo, Omar Paganini, celebró la postura de Argentina, que se posiciona a favor de flexibilizar el bloque. “Vamos dando pasos hacia una mayor apertura. Por supuesto, hay que conseguir también que los demás socios se flexibilicen”, dijo.
Argentina presentó en una reunión del Grupo de Mercado Común (GMC), un proyecto que cambia las “modalidades de negociación” del “relacionamiento externo” del Mercosur. En la reunión de cancilleres, que se realizó a principios de esta semana, la ministra argentina, Diana Mondino, consideró que el bloque no ha logrado convertirse en “un instrumento de acceso a los grandes mercados externos”.
“Argentina propone que a aquellos miembros del bloque dispuestos a abrir nuevos mercados se les permita iniciar negociaciones de forma individual o plurilateral. Elaboramos una propuesta para la aplicación secuencial de distintas modalidades de negociación, más flexibles, con terceros países o grupos de países”, agregó la canciller.
La posición boliviana es cercana a la de Brasil, que por el momento no se ha expedido públicamente sobre los últimos planteos de Uruguay y Argentina de flexibilizar el bloque. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hace dos semanas defendió la cooperación de los países sudamericanos para el desarrollo de la región y la búsqueda de socios comerciales fuera del continente, como el caso de China. Dijo que Brasil puede liderar este proceso.
Con respecto a un tratado de libre comercio (TLC) con China, otra de las propuestas de Uruguay, Sosa aseguró que su país está abierto a un acuerdo, pero indicó que se debería apostar por un “equilibrio comercial” entre el Mercosur y el gigante asiático.
“En el caso de China, actualmente somos exportadores de materias primas, especialmente de minerales y sus concentrados. Ante un eventual proceso de negociación, se debe revertir esta tendencia y buscar los mecanismos necesarios para la inserción con productos de valor agregado y adicionalmente alcanzar un equilibrio comercial en el mediano y largo plazo, reduciendo de esta manera las asimetrías”, indicó.
La canciller boliviana destacó la importancia de que se generen nuevas alternativas de integración que permitan a los países más chicos enfrentar los cambios y las crisis del mundo actual. Sosa destacó en ese sentido la trascendencia de los BRICS que nuclean a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. “Los BRICS realmente constituyen en este nuevo ordenamiento multipolar una gran alternativa económica y política”, dijo la canciller y anunció que el presidente boliviano, Luis Arce, acudirá a la próxima cumbre del grupo, que se desarrollará en Kazán, Rusia.
En julio de 2022, Lacalle afirmó que su gobierno comenzaba de manera formal la negociación con China para alcanzar un TLC, pero en los últimos meses quedó claro que el gigante asiático está más interesado en un acuerdo con el bloque.
Por el momento, el Mercosur apuesta por cerrar un acuerdo con la Unión Europea. Por su parte, Brasil se ha mostrado abierto a una negociación con China. “Este acuerdo está siendo negociado desde hace más de 20 años. Esperamos que pueda concretarse para beneficio mutuo, es decir, para ambos bloques, sin ningún tipo de condicionamientos adicionales que perjudiquen a alguno de los miembros participantes”, planteó Sosa.
La negociación entre la Unión Europea y el Mercosur se extendió durante más de dos décadas. En 2019, ambos bloques lograron un consenso, pero el acuerdo no se pudo ratificar porque en Europa, especialmente en Francia, advierten que podría tener un impacto ambiental y creen que podría generar una competencia desleal en materia de agricultura.
El lunes, cuatro grandes asociaciones europeas de agricultores protestaron en contra de la nueva ronda de negociaciones que los dos bloques celebraron para tratar de sellar el acuerdo. Por el lado del Mercosur, algunos países rechazan el acuerdo debido a que acusan a la Unión Europea de incluir medidas proteccionistas. Mientras, el gobierno argentino del libertario Javier Milei, “presiona” al Mercosur para acordar con la Unión Europea, pero pone reticencias para el caso de China.
*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)