Panorama Económico Latinoamericano – Del 24 de abril a 1 de octubre de 2025
México: Proyecto de presupuesto 2026 con sentido social y humano
José Murat
El proyecto de ingresos y el presupuesto de egresos de la federación para el ejercicio fiscal 2026, más los criterios rectores de la política económica propuesta conocida como paquete económico, tiene una característica esencial: profundizar el compromiso social del Estado mexicano, la priorización de los sectores que menos tienen, para impulsar el bienestar, elevar el ingreso en la base de la pirámide, y seguir atemperando las desigualdades sociales.
Un dato destaca de inmediato, de los 10.1 billones del presupuesto de egresos de la federación, la décima parte son específicamente para los programas sociales, recursos destinados a iniciativas prioritarias que beneficiarán a más de 80 por ciento de los hogares, pero especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad y también a los que están sentando las bases del futuro, los adultos mayores, los jóvenes y las mujeres emprendedoras de 60 a 64 años. Es un ejercicio de justicia social, que continúa el esfuerzo del anterior gobierno, pero sin pre-cedentes en el volumen destinado a estos rubros.
Pero, además, seguirá fortaleciendo el salario real de los trabajadores, sobre todo el salario mínimo, en los últimos años con el mayor incremento en América Latina y, en términos porcentuales, el mayor entre los 38 países de la OCDE. El principal factor para que más de 13 millones de mexicanos hayan salido del umbral de la pobreza en el anterior sexenio.
Algo poco destacado en los medios, pero muy importante, es el formidable incremento al gasto público destinado a los estados y los municipios: en el rubro de participaciones a entidades federativas y municipios hay un incremento de 14.9 por ciento, al pasar de $1,267,596,450,043.00 a $1,456,045,894,280; mientras que en el rubro de aportaciones federales para entidades federativas y municipios hay un aumento de 5.67 por ciento, al pasar de $985,976,898,334 a $1,041,892,906,925.
En materia fiscal, la Secretaría de Hacienda proyecta que la recaudación tributaria alcance un máximo histórico de 15.1 por ciento del PIB en 2026, sin necesidad de crear nuevos impuestos generales, sólo algunas adecuaciones fiscales a bebidas azucaradas y tabaco, así como un impuesto especial a los videojuegos con contenido violento.
En lugar de nuevos impuestos generalizados, la apuesta es incrementar la recaudación con el uso de las nuevas tecnologías de la información, la digitalización de sistemas, para simplificar y agilizar los pagos tributarios y evitar la evasión fiscal. La Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para 2026 proyecta que el gobierno federal contará con ingresos totales por 10 billones 193 mil 683.7 millones de pesos, lo que representa un aumento de 12.4 por ciento en términos nominales respecto a 2025, donde los ingresos aprobados fueron de 9 billones 66 mil 45 millones de pesos.
Este incremento en los ingresos hará que el objetivo de responsabilidad social esté conciliado con el sentido de responsabilidad fiscal: no alterar los necesarios equilibrios en las finanzas públicas, el respaldo del ingreso para los distintos egresos, y sin contratar más deuda en relación porcentual al PIB, para no desatar una espiral inflacionaria que termine limitando la capacidad adquisitiva del salario, mantener la inflación en torno a 3 por ciento anual, de las menores en América Latina, y en los parámetros de los países desarrollados.
La propuesta económica de responsabilidad fiscal apunta a reducir el déficit a 4.1 por ciento del PIB en 2026, inferior a 4.3 por ciento estimado para 2025, bajarla de 4 por ciento en el 2027, y mantener una tendencia a la baja durante todo el sexenio.
El equilibrio en los indicadores económicos hará, en la proyección presentada, que el peso mexicano siga manteniendo su fortaleza, pese a los tiempos de turbulencia e incertidumbre que se vive en los mercados internacionales, con un tipo de cambio promedio de 18.9 pesos por dólar.
Entre las proyecciones, se prevé un crecimiento económico de entre 1.8 y 2.8 por ciento para 2026, un promedio superior al que hemos tenido en lo que va del siglo XXI, impulsado por la fortaleza del consumo de los hogares y la inversión nacional, en donde destacan, en materia de inversión pública, más de 228 mil millones de pesos en infraestructura estratégica, con proyectos relevantes en transporte ferroviario –como los tramos Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y Pachuca, y Querétaro e Irapuato– modernización de carreteras y fortalecimiento de la infraestructura portuaria, hídrica y agrícola. También está contemplado consolidar el megaproyecto transístmico que comunicará a los dos océanos, el Pacífico y el Atlántico, y detonará el desarrollo en el sureste mexicano.
En suma, un presupuesto de egresos de la federación siempre será insuficiente para el tamaño del rezago acumulado en décadas de desatención y olvido, sobre todo para los sectores que menos tienen, pero el ejercicio presupuestal y fiscal 2026 no sólo impulsará el crecimiento económico y la creación de empleos, sino que con un elevado sentido social seguirá canalizando los frutos del desarrollo y los recursos públicos a los deciles más bajos de la tabla de ingreso nacional, para construir un país más próspero y menos injusto.
Brasil y Paraguay instalan una Planta Solar Flotante en Itaipú
La central hidroeléctrica brasileño-paraguaya Itaipú Binacional informó que esta semana inició la instalación de flotadores de la futura Planta Solar Flotante (PSF) en el lago de su embalse, en la frontera entre Brasil y Paraguay.
El director general brasileño de Itaipú, Enio Verri, señaló en un comunicado que “esta experiencia refuerza el papel de Itaipú como promotor de la innovación en el sector eléctrico y la transición energética”.
“Proyectos como este nos ayudan a comprender cómo las nuevas tecnologías pueden interactuar con las operaciones de la central sin interferir con su misión principal: generar energía hidroeléctrica segura, confiable y sostenible, con potencial de aplicación en otras centrales”, afirmó.
El proyecto inicial prevé la colocación de 1.584 paneles solares con una capacidad de 705 vatios cada uno, montados sobre 4.199 flotadores, lo que formará una isla solar con capacidad instalada de 1 megavatio, suficiente para abastecer unos 650 hogares.
El primer conjunto, con 132 placas, ya fue fijado en el agua, y la expectativa es que la central esté en plena operación antes de fin de año.
El objetivo inicial es que toda la energía generada sea destinada al consumo interno de Itaipú Binacional. Rogério Meneghetti, superintendente de Energías Renovables de Itaipú, explicó que la experiencia permitirá comparar la eficiencia entre la generación en suelo y en agua.
Recordó que, en términos teóricos, si apenas un 10 por ciento del espejo del lago de Itaipú estuviera cubierto por paneles solares, la capacidad instalada alcanzaría los mismos 14.000 megavatios de la propia hidroeléctrica.
Itaipú cuenta con una capacidad instalada de 14.000 megavatios y abastece alrededor del 10 por ciento de la energía consumida en Brasil y el 86 por ciento en Paraguay.
Deuda, fuga y colapso en Argentina: se aceleran los tiempos
Horacio Rovelli *
El plan de negocios del capital financiero de Manhattan, con BlackRock y Vanguard en la dirección, era devaluar nuestra moneda violentamente, provocando una fuerte caída de los ingresos en pesos para después frenar el precio de las divisas. De esa manera, ingresaron capitales financieros al país para beneficiarse con una tasa de interés y/o de ajuste por inflación mayor que el cronograma cambiario, lo que les dejó una renta en moneda dura de no menos del 80% en el año 2024.Primero con un esquema del 2% mensual y después del 1%. Cuando el 11 de abril de 2025 colapsó, tras vender 6.300 millones de dólares de las reservas internacionales del BCRA, se acordó con el FMI una banda de flotación que, para ese mes, era de un piso de 1.000 pesos y un techo de 1.400, y a posteriori
se ajustaba hacia arriba y hacia abajo en el orden del 1% mensual.
A su vez, decidieron levantar las restricciones para la compra de dólares a las personas físicas (levantar el cepo cambiario) y ampliaron el crédito con el FMI en 20.000 millones de dólares, de los cuales ingresaron a la fecha 14.000 millones y conforman las reservas internacionales brutas del BCRA.
El capital financiero de Manhattan puso al equipo económico que lideró el plan para generar la renta financiera y ahora para que esa renta se convierta en dólares y fugarlos.
El problema es que creyeron que el desgaste del gobierno de Javier Milei no iba a ser tan fuerte, y en la primera elección determinante, que fue la del domingo 7 de septiembre de 2025 en la provincia de Buenos Aires (aproximadamente el 35% del padrón electoral), derraparon. Con ello, los tiempos se aceleraron. Ahora que aumentaron la deuda pública en 83.555 millones de dólares, el rol que le cabe al equipo dirigido por Luis Caputo es el mismo que tuvo cuando fue presidente del BCRA en junio de 2018. En ese momento, ingresaba el primer tramo, por un total de 15.000 millones de dólares, del préstamo del FMI, que vendió a precio oficial a sus patrones, violando expresamente el estatuto del Fondo, que prohíbe que se emplee para operaciones cambiarias. Igual que ahora, se utilizó con el pretexto de mantener el tipo de cambio, para que no impactara en los precios internos (inflación).
Es más, sabiendo que iban a utilizar la ampliación de la deuda en fuga de capitales, el Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación (SPR) —cuya directora, Ceyla Pazarbasioglu, se excusó de firmar el acuerdo— advirtió en abril de 2025 sobre la capacidad de repago de nuestro país: «El margen de maniobra sigue siendo limitado, especialmente en el contexto de bajos niveles de reservas, elevadas obligaciones de servicio de la deuda cambiaria, un historial de volatilidad de los flujos de capital y un entorno externo más propenso a shocks».
Vencimientos en dólares
La deuda en pesos —cuyo stock supera los 76,7 billones— se ajusta a una tasa en torno al 4% mensual. En la última licitación de la Secretaría de Finanzas de la Nación del miércoles 10 de septiembre de 2025, se emitieron pesos para pagar el cada vez mayor interés que la deuda devenga. Sin embargo, se terminan negociando y posponiendo los vencimientos con los brokers locales, principalmente los bancos y los agentes de liquidación y compensación de la Bolsa de Valores y Mercados.
El problema es la deuda en divisas de los acreedores del exterior y de los importadores. En lugar de dólares, les pagaron con BOPREAL (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), que es un título que se constituye en pesos, pero paga al vencimiento en divisas.
Los vencimientos de la deuda en divisas hasta enero de 2026 inclusive ascienden a 8.100 millones de dólares, de los cuales 3.800 corresponden a los pagos globales y bonares en enero de 2026; 3.100 millones, a organismos multilaterales, y 1.200 millones en Bopreal. Es obvio que no van a renovar la deuda con el sector privado y van a exigir su pago. El Tesoro de la Nación, que en las cuentas presentadas al 31 de julio 2025 tenía 1.540 millones de dólares para tal fin, hoy ya vendió gran parte de eso (tal vez queden unos 500 millones de dólares o menos, que es el 10% de esos vencimientos), de allí que pregonen que le van a pedir al Tesoro de los Estados Unidos la suma que les falte.
Pero eso es para enero de 2026; para todo ese año, la deuda que vence en divisas es por 19.400 millones de dólares, y hasta diciembre de 2027 (capital e intereses) vencen 14.800 millones de dólares más, conformando un total en esos dos años de 34.200 millones.
Es claro que en la época de bonanzas con superávit comercial y con blanqueo, no han logrado sumar reservas netas al BCRA. Es más, las reservas a mediados de septiembre 2025 son negativas en más de 8.600 millones de dólares.
Contabilizan como reservas brutas los yuanes de China por unos 13.000 millones y el encaje de los depósitos en dólares captado por los bancos al día 18 de septiembre de 2025 por 13.026 millones de dólares. También incluyen la ampliación del préstamo del FMI de 14.000 millones, los dos REPO (crédito con compromiso de recompra) por 2.000 millones y los créditos del BID-BIRF por 5.000 millones. Las reservas brutas del BCRA a esa fecha suman 39.259 millones.
Siempre supieron que iban a un default de la deuda, pero querían seguir generando renta financiera y aumentando la deuda pública y privada.
A los empresarios locales les prometieron que iban a invertir en la Argentina. No solo no lo hicieron, sino que incluso se retiraron de esas inversiones comprando un dólar barato.
Por ejemplo, Plus Petrol (familia Rey Rodriguez y familia Poli) compró la participación de Exxon Mobil en Vaca Muerta en 1.700 millones de dólares a fines de 2024 y la mayor parte la obtuvo con deuda que va a pagar con un dólar del que no se sabe cuál va a ser el precio final, tras la persistente y fuerte devaluación que comenzó a ejecutarse en la semana del 15 al 19 de septiembre.
De igual manera el grupo Clarín, que, con su socio David Martínez, se endeudó en 1.245 millones de dólares para que Telecom comprara Telefónicas Argentina (Movistar), y ahora debe pagarlo.
Según la Comisión Nacional de Valores, principalmente las empresas petroleras YPF, Pampa Energía, Tecpetrol, Compañía General de Combustible, Vista Oil & Gas (así se llamaba en el 2024), TGS, CAPEX-CAPSA (Familia Götz) y otras que no son precisamente petroleras, como IRSA, Cresud, Edenor, Gennei, Telecom, etc., colocaron en conjunto obligaciones negociables en dólares por 23.932 millones de dólares a julio de 2025.
Estas empresas locales que tienen sus políticos pagos y sus fundaciones, como la Mediterránea, pretenden, como hicieron en 1982 tras la derrota en Malvinas, pasarle su deuda al Estado nacional, mediante los seguros de cambio. Esto es, que ellos acuerden con el BCRA pagarlas en pesos (y acordar la tasa de interés) y que la Argentina aumente su deuda en divisas y acuerde con sus acreedores cómo lo paga.
Han tratado de despegarse de Javier Milei y apoyan al engendro autodenominado “Provincias Unidas”, que eran seis gobernadores hace un mes y tal vez ahora sean cinco, y que llevarían a Juan Schiaretti (ex gobernador de Córdoba) como candidato a Presidente tras la segura derrota electoral de Javier Milei el 26 de octubre de 2025, el llamado a una Asamblea Legislativa para destituir al mandatario y el llamado a elecciones nacionales de quien asuma transitoriamente.
El capital financiero de Manhattan, que no tiene capacidad de mediar políticamente en la Argentina, al que Javier Milei ofreció sus serviles servicios y dejó que pusieran a todo el equipo comandado por Luis Caputo, va a resistir. Va a tratar de que continúe su capacidad predatoria de endeudamiento y fuga. Quieren seguir todo lo que puedan con la compra de dólares baratos. De allí que sea posible que se concrete el swap que le están pidiendo al Tesoro de los Estados Unidos para garantizar con esos dólares su compra y fuga.
De hecho, está demostrado que en los últimos tres días hábiles (17, 18 y 19 de septiembre de 2025), el BCRA vendió 1.110 millones de dólares. Los principales compradores fueron BlackRock Latin American Fund y el Banco Galicia, donde tiene participación accionaria BlackRock, que le hizo comprar el HSBC.
Para el pueblo argentino, lo que se espera es la cesación de pago, con un dólar “recontra alto”, una nueva estampida de precios y una mayor pobreza e indigencia generalizada. El límite, paradójicamente, es no dejarles a los empresarios locales que traspasen su deuda al Estado nacional (todos nosotros); de esa manera, ellos van a ser los primeros en tratar de frenar la devaluación de nuestra moneda porque, si no, quiebran.
Luis Caputo declaró el día jueves 18 en el stream Carajo que van a vender todos los dólares que hagan falta, dólares que son deuda del Estado argentino y/o encaje de los depósitos bancarios en dólares. Eso va a disparar la corrida bancaria, de donde van a retirar sus imposiciones. Cuando la corrida cambiaria se convierte en corrida bancaria, es difícil de frenar, más con un gobierno de salida. El único que pudo pararlo fue Domingo Cavallo en 1985 porque Carlos Menem ganó las elecciones presidenciales en abril de ese año.
La salida de la trampa
El camino lo realizó y ejecutó Néstor Kirchner; es cierto que el default y la cesación de pagos a los acreedores privados los había declarado a fines del año 2001 Adolfo Rodríguez Saa. Pero Kirchner lo continuó y, con lo que no se le pagó a los acreedores, se jubilaron quienes, teniendo la edad, no pudieron hacerlo por quedarse sin trabajo en el menemismo; se hizo obra pública y se aumentaron los salarios de los empleados estatales; se recreó el mercado interno; aumentaron los derechos de exportación (retenciones); se congelaron las tarifas de luz, gas, combustible, comunicaciones, etc.
El Foro Economía y Trabajo en diversos documentos publicados sostiene que se debe suspender todo pago de la deuda pública y auditarla integralmente. Que el principal objetivo del plan de un gobierno debe ser modificar la presente matriz distributiva que beneficia al capital especulativo y la renta de todo tipo, contra la producción y la distribución progresiva del ingreso, y ello se hace con los recursos generados por la economía argentina que se van en el pago de una deuda fraudulenta.
Además propone la inmediata recuperación del poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones, salario social complementario y asignaciones familiares, para mejorar las condiciones de vida y, en consecuencia, incentivar la demanda interna, base y punto de partida para reconstruir el país.
* Licenciado en Economía, profesor de Política Económica y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica. Analista senior asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
Exportaciones de larimar dominicano superan 105 mil quilos este año
Las exportaciones de larimar dominicano superaron en lo que va de 2025 las 230 mil libras, más del doble de las registradas en 2024, cuando alcanzaron 95 mil 480 libras (unos 105 mil quilogramos), informó hoy el Ministerio de Energía y Minas. Larimar es una piedra semipreciosa que solo se encuentra en República Dominicana y se distingue por sus tonos azules poco comunes.
El aumento se atribuye a la certificación internacional de denominación de origen, que ha permitido incorporar nuevos mercados como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra e Italia, aunque China e India continúan como principales destinos.
El primero recibió más de 200 mil libras en lo que va de año, mientras que India importó 17 mil 402 libras. En los mercados recientemente incorporados, Estados Unidos y Alemania recibieron este año 700 libras de la piedra semipreciosa, en tanto Italia e Inglaterra importaron 40 y cuatro libras, respectivamente.
En contraste, países como Perú y Suiza, que figuraron en 2024, no registran exportaciones en 2025.
El director general de Minería, Rolando Muñoz, explicó que el crecimiento responde a la inversión estatal en seguridad y capacitación de los mineros, lo que ha permitido aumentar la producción y fortalecer la presencia internacional del larimar. Aseguró que la mina de larimar en Barahona es un centro operativo con condiciones laborales adecuadas.
En julio último la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) otorgó a República Dominicana el «Registro Internacional de la Denominación de Origen Larimar Barahona», lo cual garantiza la protección legal de esa piedra semipreciosa, exclusiva de esa provincia.
Con este calificativo se crea un escudo legal contra el uso indebido o la apropiación de su origen por terceros a nivel internacional.
El registro otorgado por la Ompi refrenda la reputación, calidad y características del citado recurso natural, declarado Piedra Nacional.
El ministro de Energía y Minas (MEM), Joel Santos, sostuvo que además de su impacto cultural, la industrialización del larimar representa beneficios económicos para más de mil familias de zonas aledañas del citado enclave minero de la región Sur.
El Congreso Nacional declaró el 22 de noviembre como “Día Nacional del Larimar”, porque un día similar, de 1916, el sacerdote Miguel Domingo Fuertes avistó la piedra en Barahona, lo que dio lugar a posteriores expediciones.
Llegó “la hora del peso» en Uruguay: impulso para la desdolarización
El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Guillermo Tolosa, dijo que “es tiempo de soltar el chupete” del dólar, presentó medidas, y destacó las fortalezas de la moneda nacional en el escenario de inflación baja y estable que tiene Uruguay.
“No vengo a decir que hay que invertir en pesos porque no sé lo que va a pasar de acá a tres meses. Pero algo que sí sé es que si invertís en dólares tu poder adquisitivo va a ser muy volátil. (…) Es una especie de timba de casino donde podes ganar y perder en el corto plazo y a largo plazo pierdes siempre. Cuando invertís en UI o en pesos tu poder adquisitivo va a ser estable”, dijo el presidente del Banco Central .
Hablando ante empresarios y ejecutivos de distintos sectores de actividad, el economista repasó este lunes por la noche resultados de la política monetaria y destacó el escenario de inflación baja, estable y “consolidada” que hoy tiene el país luego de 80 años. El titular del BCU insistió en que “esta vez” la inflación baja “llegó para quedarse”.
También reiteró que la evalución del tipo de cambio en Uruguay refleja las tendencias globales de debilidad del dólar asociadas a la realidad de Estados Unidos. “Cualquier reclamo pido que lo depositen en la casilla de reclamos de la Casa Blanca y no en el Banco Central. No es un fenómeno que tenga que ver con nuestras acciones”, señaló.
Un rápido repaso del escenario macro dio el marco para el foco principal de la presentación que apuntó a la fortaleza de la moneda nacional y a la importancia de fomentar su mayor uso como alternativa de ahorro e inversión, en un país donde la mayoría de los uruguayos siguen prefiriendo el dólar en sus decisiones financieras.
Desdolarización: Plan nacional de “destete”
Tolosa afirmó que “llegó la hora del peso”, y anunció lo que definió, en tono distendido, como “plan nacional de destete”, para superar la “larga” y “triste fase” de confianza en el dólar que tiene la historia nacional.
En ese sentido el BCU planea desarrollar un conjunto integral de políticas con algunas medidas ya públicas y otras en evaluación:
- Mayores cargos de capital a bancos para préstamos en dólares a empresas “no transables” desde enero de 2026. “Vamos a hacer aún más difícil que los bancos puedan prestar los dólares. Va a ser casi imposible prestarlos domésticamente y entonces van a empezar a hacer otro tipo de asesoramiento y avisar que cuando se ahorra en dólares es una mala decisión para ustedes y para el país”, dijo Tolosa.
- Eliminación de incentivos fiscales para inversiones en el exterior, lo que debería inducir a “cierta” pesificación de los ahorros, apuntó.
- Facilitación de cuentas en pesos automáticamente rentadas. “Una parte muy importante de la población sin tener que hacer muchos trámites y sin saber mucho de finanzas automáticamente va a empezar a recibir por sus depósitos en pesos tasas parecidas a nuestras Letras de Regulación Monetaria”, afirmó el presidente del BCU.
En evaluación:
- Consentimiento expreso en aperturas de cuenta en dólares a la posibilidad de pérdidas cuantiosas de poder adquisitivo doméstico. “Para abrir un depósito en dólares vamos a requerir consentimiento expreso de que la persona que está abriendo la cuenta está dispuesta a tomar pérdidas cuantiosas. Se lo exigimos a quienes invierten en la bolsa, ¿por qué no lo vamos a hacer con una inversión que es aún mucho más riesgosa?”, dijo Tolosa.
- Denominación de precios dual: Precios de inmuebles y vehículos, por ejemplo, expresados en dólares y pesos.
- Encajes más conducentes al uso de la moneda nacional.
“Es tiempo de soltar el chupete que es algo que nos da alivio y confort, pero cuando somos adultos estamos realmente pasados de edad para el chupete. Uruguay es una economía mucho más sólida, por lo tanto soltemos de una buena vez el chupete”, dijo Tolosa en el Hotel Cottage de Carrasco durante una conferencia organizada por Somos Uruguay.
El presidente del BCU remarcó que las decisiones de ahorro en moneda extranjera implican tener una “visión pesimista” y “creer que se vive en un país inestable”.
«(…) Hoy en Uruguay se respira otro aire. Ahorrar en pesos es una declaración de fe. Sentimos orgullo de nuestro fútbol, de las playas, de las carnes, pero sistemáticamente ninguneamos al peso uruguayo que es el mejor reflejo de la madurez de nuestra sociedad. Por favor, dejemos de hacerlo y pongamos el peso en el lugar que se merece”, afirmó Tolosa.
Redes de recolectores de semillas impulsan la restauración forestal en Brasil
Kevin Damasio – IPS
Cuando entra en la selva amazónica de su territorio, Rariane Suruí ahora la ve con otros ojos. Sus árboles —el pinho-cuiabano, el jatobá, el tento-vermelho y el cumaru— son más que una fuente de alimento, materia prima para la artesanía y un pilar de la vida espiritual: también producen las semillas que pueden ayudar a restaurar este bioma amenazado.
Hace un año, Suruí y otros 30 residentes de la aldea de Apoena Meirelles, en la parte de Mato Grosso de la tierra indígena Sete de Setembro, se unieron a la Red de Semillas de Bioeconomía Amazónica (Reseba).
Cuando se pone en marcha un nuevo proyecto de restauración forestal, los indígenas emprenden expediciones que pueden durar hasta dos semanas. Por lo general, recogen semillas que han caído al suelo o de los árboles más bajos cerca de la aldea, pero a menudo tienen que adentrarse en la espesura del bosque e incluso despejar senderos para encontrarlas. “He adquirido nuevos conocimientos sobre el bosque”, explicó Suruí a Dialogue Earth.
Creada en 2021, Reseba reúne a 620 recolectores de semillas de territorios indígenas, comunidades quilombolas (formadas por descendientes de esclavos africanos), reservas extractivas (zonas donde las comunidades locales pueden explotar la selva tropical de forma sostenible) y agricultores familiares de los estados de Rondônia y Mato Grosso.
Desde entonces, ha vendido 84 toneladas, generando 1,5 millones de reales brasileños (277 000 dólares) en ingresos directos, y ha suministrado semillas para iniciativas como el programa federal Paisagens Sustentáveis da Amazônia (Paisajes Sostenibles de la Amazonia), que restauró 500 hectáreas de tierras rurales en Rondônia en 2024.
Inicialmente centrada en apoyar proyectos de restauración en el marco de la iniciativa Jardín Forestal Amazónico Sostenible de la organización Ecoporé, Reseba se consolidó rápidamente como una de las principales redes de Redário, una organización nacional que agrupa a 27 grupos y alrededor de 2.500 recolectores de todo el país.
Estas redes se consideran esenciales para que Brasil alcance su objetivo, establecido en su plan climático nacional bajo el Acuerdo de París, de restaurar 12 millones de hectáreas de vegetación para 2030, según Danielle Celentano, analista del Instituto Socioambiental y una de las coordinadoras de Redário.
“El trabajo con semillas propicia la conservación de la tierra, la recuperación de los conocimientos tradicionales y la valorización y profesionalización de los jóvenes y los ancianos”, afirma Celentano.
Sin embargo, señala que grupos como Reseba siguen enfrentándose a obstáculos en términos de demanda, gobernanza y burocracia. Planaveg, un plan nacional para la recuperación de la vegetación autóctona, que se relanzó en diciembre de 2024, pretende superar algunos de estos retos situando la recolección comunitaria de semillas en el centro de sus acciones, según la analista.
Planaveg se puso en marcha originalmente en 2017, antes de que el presidente Jair Bolsonaro asumiera el cargo, pero recibió poca atención durante su administración. El gobierno de Lula lo reactivó, reiniciando las discusiones en 2023 y comenzando su implementación a principios de este año.
Desarrollado por el gobierno en colaboración con diversas organizaciones, su objetivo es formar a indígenas, quilombolas y agricultores familiares como técnicos y recolectores. También pretende coordinar las políticas de asistencia técnica y ampliar el acceso de estos grupos al crédito y a los fondos públicos.
Thiago Belote, director de bosques del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático y responsable de la implementación de Planaveg, coincide en que el fortalecimiento de las redes de recolección es esencial para recuperar las áreas degradadas del país.
“Las redes de semillas son guardianas de la sociobiodiversidad y el primer eslabón de la cadena de restauración. Por lo tanto, fortalecerlas es muy estratégico”, dijo Belote a Dialogue Earth.
Baja demanda de semillas
Este impulso es necesario. En la actualidad, incluso el grupo de recolectores más antiguo tiene dificultades para encontrar un mercado estable. Creada en 2007, la Red de Semillas de Xingu reúne a más de 700 miembros de tierras indígenas, asentamientos rurales y zonas urbanas de Mato Grosso.
Según su directora ejecutiva, Bruna Ferreira, la red ya ha contribuido a restaurar 11 000 hectáreas en la Amazonia y el Cerrado, generando 8,5 millones de reales brasileños (1,6 millones de dólares estadounidenses) en ingresos directos para los recolectores.
Pero la demanda nunca ha igualado la capacidad de producción. Dialogue Earth habló con Ferreira en junio, que es cuando se suelen recibir los pedidos. “La demanda es muy baja, ni siquiera alcanza el 40% de nuestro potencial”, comentó entonces. “Tenemos varias redes en todos los biomas con un potencial de recolección muy alto, pero no hay una demanda clara de semillas para la restauración”, añadió.
Marcelo Ferronato, presidente de Ecoporé, afirmó que, tal y como están las cosas, el interés en el mercado de la reforestación se limita a unos pocos grupos exportadores sujetos a requisitos medioambientales más estrictos y a empresas emergentes de restauración vinculadas al mercado del carbono.
Según Belote, del Ministerio de Medioambiente, la segunda versión del Planaveg busca resolver este problema y aumentar la demanda de restauración y, en consecuencia, de semillas. Para ello, ofrecerá incentivos a los propietarios rurales para que restauren las zonas degradadas.
El objetivo de Brasil de recuperar 12 millones de hectáreas para 2030 requerirá hasta 15.000 toneladas de semillas, un volumen capaz de generar 60.000 puestos de trabajo y 146 millones de dólares, según un estudio de 2020.
Vainas de angelim-saia (Parkia pendula), una especie arbórea que se encuentra en varios estados de la región amazónica, conocida por sus flores rojas y redondas. Imagen: Jonathan Molino / Ecoporé
Por ley, los propietarios rurales están obligados a preservar una parte de la vegetación autóctona, cuya extensión varía según el bioma y la región. El cumplimiento de esta norma se supervisa por satélite y se hace cumplir por las agencias medioambientales, aunque siguen existiendo importantes lagunas. Según Belote, la restauración de la vegetación en estas propiedades supondría por sí sola nueve de los 12 millones de hectáreas que Brasil necesita restaurar para 2030.
Rodrigo Junqueira, secretario ejecutivo del Instituto Socioambiental, sostiene que Planaveg debería ir más allá. Aboga por condicionar el acceso al crédito: restringirlo a los productores que degradan y violan la ley, y, al mismo tiempo, ampliar los beneficios para aquellos que restauran sus tierras y cumplen con las regulaciones medioambientales.
Por ahora, el objetivo para 2030 está lejos de alcanzarse. Desde que se comprometió en 2015, Brasil solo ha restaurado 700.000 hectáreas: 500.000 mediante el cumplimiento de las obligaciones legales por parte de los propietarios rurales y empresarios, y el resto mediante iniciativas voluntarias de la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos regionales.
La participación voluntaria de los productores rurales en la restauración sigue siendo baja, incluso en iniciativas que no implican costos directos para los productores. Según Belote, esto se debe a que muchos no ven beneficios económicos inmediatos en la recuperación de las zonas degradadas.
Para él, la clave está en invertir en la restauración productiva, un modelo que combina la restauración forestal con actividades generadoras de ingresos, como los sistemas agroforestales, la gestión de especies autóctonas y los productos sociobiodiversos.
Otras iniciativas ya lo están haciendo. El programa Bosques Productivos del Ministerio de Medioambiente recupera áreas degradadas en asentamientos y comunidades tradicionales de Pará con el fin de aumentar la producción de alimentos saludables y productos de sociobiodiversidad.
Por su parte, su proyecto Eco Invest espera recaudar 31.400 millones de reales brasileños (5.800 millones de dólares estadounidenses) en una subasta para transformar 1,4 millones de hectáreas de tierras degradadas en sistemas de producción sostenibles en diversos biomas brasileños.
El gobierno federal también apuesta por la regeneración natural para cumplir el objetivo del Acuerdo de París. El equipo técnico de Planaveg utilizó datos geoespaciales para identificar 16 millones de hectáreas de vegetación secundaria en la Amazonía y otros 8 millones en el Cerrado, zonas que comenzaron a recuperarse por sí solas tras ser deforestadas o degradadas.
Sin embargo, estas cifras aún deben revisarse para evaluar si estos bosques son realmente estables y capaces de mantener sus funciones ecológicas. Según Belote, los propietarios de tierras a menudo permiten que la tierra se regenere, pero vuelven a utilizarla en un plazo de cinco años. “Queremos la regeneración natural, pero queremos que recupere los servicios ecosistémicos”, explicó.
Barreras de gobernanza
La gobernanza de las redes de semillas, que implica formación técnica y logística, es otro cuello de botella. Hasta hace poco, los avances se habían logrado de forma independiente. La Red de Semillas del Xingu, por ejemplo, organiza reuniones con nuevas redes de diferentes biomas para compartir experiencias. “Cada territorio tiene sus retos y oportunidades, pero hablamos de lo que es esencial tener en una estructura de red”, dijo Bruna Ferreira.
Este trabajo dio lugar a la creación de Redário, que ahora ofrece apoyo en materia de formación, control de calidad de las semillas y acceso al mercado. Los resultados ya son evidentes: de las 106,8 toneladas vendidas por los grupos asociados, 18,5 toneladas se negociaron a través de la red.
Para Junqueira, que representó a la sociedad civil en el desarrollo de Planaveg, la experiencia de cooperación entre redes debería servir de modelo para futuras políticas de apoyo a los recolectores.
El reto de ampliar la escala
Para ampliar la cadena de restauración, desde la recolección de semillas hasta la reforestación, la Alianza para la Restauración de la Amazonía, un grupo multidisciplinario, ha identificado 205 fuentes activas de financiación y políticas. Entre ellas se encuentra el Arco de la Restauración, una iniciativa del Ministerio de Medioambiente en colaboración con el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), que aporta mil millones de reales brasileños (183,4 millones de dólares estadounidenses) para recuperar, de aquí a 2030, seis millones de hectáreas en las zonas más deforestadas de la Amazonía, al este y al sur.
También hay contribuciones internacionales. El Fondo Mundial para el Ambiente, por ejemplo, apoya proyectos para crear corredores de biodiversidad en áreas privadas, programas de pago por servicios ambientales y el fortalecimiento de políticas públicas subnacionales para la restauración y la implementación de normas ambientales.
Sin embargo, Ferreira, de la Red de Semillas del Xingu, señala que muchas oportunidades de financiación para la restauración no contemplan los salarios del personal ni las inversiones en infraestructuras básicas, como las instalaciones de almacenamiento.
Además, señala que los proyectos tienden a dar prioridad a los territorios indígenas, las unidades de conservación y las áreas públicas -es decir, las zonas que están más preservadas y también son más complejas en términos de logística e infraestructura- mientras que el mayor potencial para la recuperación de la vegetación autóctona se encuentra en otros lugares, como propiedades rurales privadas.
Para Junqueira, el reto central es garantizar que los recursos lleguen rápidamente a los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales, como las redes de semillas, pero sin la burocracia y los requisitos que actualmente alejan a estas poblaciones.
A pesar de los obstáculos, Rariane Suruí cree que el significado de su trabajo es bastante claro: plantar hoy lo que sustentará a las generaciones futuras. Dice que se siente privilegiada por ser recolectora de semillas.
“Mantener el bosque en pie es importante para todos: tanto para los indígenas como para los no indígenas”, dice. “Si planto un árbol, sé que estoy haciendo algo bueno no solo para mí, sino también para las generaciones futuras”.
Panorama internacional
La OPEP cumple 65 años
En estos días se cumple un nuevo aniversario de la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), clave para comprender la puja que persiste a nivel global por controlar el oro negro. Amén de los cuestionamientos ecológicos que existen y el desarrollo de energías alternativas, el petróleo sigue siendo fundamental en la economía mundial. Y, por ende, en la política y las guerras.
La OPEP nació en Bagdad, el 14 de septiembre de 1960, con apenas cinco países: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, y Venezuela. Hoy también son miembros Argelia, Congo, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Guinea Ecuatorial, Libia y Nigeria. Algunos, como Catar, Ecuador o Indonesia, se integraron y luego se retiraron.
os motivos de su creación mantienen absoluta vigencia. En su primer comunicado explicaban que los países con abundantes reservas dependían del petróleo para sus programas de desarrollo, que la fluctuación del precio afectaba sus economías y la del resto del mundo, y que los países productores debían coordinar sus políticas para garantizar precios estables en los mercados internacionales.
Antes de la OPEP, el mercado mundial del petróleo estaba controlado por un pequeño grupo de grandes compañías petroleras privadas occidentales, que fijaban unilateralmente los precios y las condiciones de explotación en los países productores. Eran las poderosas “Sette Sorelle”, como las definió Enrico Mattei, el titular de ENI, la estatal petrolera italiana. Mattei se quejaba de que las “Siete Hermanas” habían formado un cartel petrolero que marginaba a la ENI de los acuerdos en Medio Oriente. Estas siete empresas privadas dominaron la explotación, refinación y comercialización del petróleo mundial hasta la crisis energética de los años 70.
Cinco eran de Estados Unidos, una británica y una angloholandesa:
- Standard Oil of New Jersey (Esso, luego Exxon, hoy parte de ExxonMobil).
- Standard Oil of New York (Socony, luego Mobil, hoy parte de ExxonMobil).
- Standard Oil of California (Socal, luego Chevron).
- Gulf Oil (absorbida por Chevron)
- Texaco (luego se fusionó con Chevron)
- Anglo-Persian Oil Company (luego British Petroleum, hoy BP).
- Royal Dutch Shell, la anglo-holandesa.
Cabe recordar que Mattei murió en 1962 en un sospechoso accidente aéreo, retratado en la película “El caso Mattei”, un docudrama interpretado por Gian María Volonté.
Daniel Yergin, autor de la monumental obra “La historia del petróleo” (1991), señaló con justeza que el gran cambio de la década de 1970 fue cuando los países se enfrentaron a las compañías privadas. Al igual que en ese entonces la disputa sigue siendo el acceso a las reservas probadas y disponibles. La gran diferencia con el pasado es la transformación política mundial. Hace 100 años las grandes potencias –como el Reino Unido y Francia- podían repartirse entre sí los territorios de casi todo el mundo y apropiarse del petróleo. El ascenso de los Estados Unidos modificó al panorama ya que sus diferentes gobiernos intervinieron a favor de sus empresas privadas, sea a través de golpes de Estado o invasiones directas.
Cuando se piensa en el petróleo hay que distinguir tres factores
1) los principales países productores.
2) Las empresas productoras más importantes.
3) Los países con las principales reservas que representan el futuro del negocio.
Según datos de la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) y otras fuentes, medido en millones de barriles por día y porcentaje de la producción mundial, los principales países productores de petróleo en 2025 son:
Estados Unidos: 21.91 millones (el 22%)
Arabia Saudita: 11.13 millones (el 11%)
Rusia: 10.75 millones (11%).
Canadá: 5.76 millones (6%).
China: 5.26 millones (5%).
Irak: 4.42 millones (4%).
Brasil: 4.28 millones (4%).
Emiratos Árabes Unidos: 4.16 millones (4%).
Irán: 3.99 millones (4%)
Kuwait: 2.91 millones (3%).
Si se arma un cuadro con las principales empresas productoras de petróleo, sean tanto estatales como privadas, se verá que la Saudi Aramco es, por lejos, la mayor productora de barriles por día.
- Saudi Aramco (estatal) — 12.7 millones
- PetroChina (estatal) — 4.9 millones
- ExxonMobil (privada) — 4.3 millones
- Chevron (privada) — 3.3 millones
- Shell (privada) — 2.8 millones
- Gazprom / Gazprom Neft (estatal) – 2.55
- TotalEnergies (privada) — 2.4 millones
- Petrobras (estatal, Brasil) — 2.2 millones
- BP (privada, Reino Unido) — 1.47 millones
- PDVSA (estatal, Venezuela) — 0.8–1.0 millones
Los datos ofrecen una visión clara de cómo se distribuye la producción de petróleo a nivel mundial en 2025. Sin embargo, tal vez lo más importantes para observar es cuántas reservas probadas de petróleo hay en cada país, medido en miles de millones de barriles y cuánto representan a nivel mundial. Y la lista la encabeza Venezuela. El país caribeño posee la mayor cantidad de reservas probadas, con 304 mil millones de barriles, representando el 18% de las reservas globales.
Venezuela 304 mil millones (18%)
Arabia Saudita 298 (17%),
Canadá 168 (10%)
Irán 158 (9%),
Irak 145 (8%),
Rusia 108 (6%).
Kuwait 102 (6%)
Emiratos Árabes Unidos 98 (6%)
Estos datos reflejan las reservas probadas, es decir, el petróleo que se sabe con alta certeza que puede extraerse económicamente con la tecnología actual. Aunque hay diferencias en las estimaciones quienes estudian el tema coinciden en que Venezuela ocupa el primer lugar. Cabe destacar que en esta lista las reservas de Estados Unidos llegan apenas a 46 mil millones de barriles, menos del 3% mundial.
Los cambios empresariales y geopolíticos permiten comprender el papel que el petróleo ha tenido —y sigue teniendo— en la política exterior de Estados Unidos.
¿O acaso alguien puede pensar que es casual la ofensiva de la Casa Blanca contra el chavismo?
Hidrogeno verde, la carrera por la energía limpia
Majuricio Herrera Kahn
“Europa, China, Estados Unidos y el Golfo compiten con subsidios y megaproyectos. Detrás de los discursos climáticos se juega la hegemonía energética y la promesa de una nueva industria que puede ser palanca de soberanía o espejismo extractivo.”
El hidrógeno verde dejó de ser un concepto de laboratorio para transformarse en el eje de la transición energética global. La Agencia Internacional de Energías Renovables proyecta más de USD 240.000 millones en inversiones al 2030, estima que la demanda podría alcanzar 100 millones de ton/año en ese mismo horizonte. Las cifras son descomunales y la competencia ya está en marcha.
Estados Unidos subsidia cada kilo con hasta 3 USD a través del Inflation Reduction Act. Alemania paga hasta 5,5 USD mediante el programa H2Global. China controla el 40% de la capacidad mundial de electrólisis y lanza proyectos masivos en Mongolia Interior. Arabia Saudita desarrolla NEOM, un complejo de 8.400 millones de USD que comenzará a producir 600 ton/día de H2V en 2026. América Latina intenta subirse a esta ola con Chile, Brasil, Colombia y Argentina desplegando estrategias propias.
El mapa energético se está reconfigurando en tiempo real. Lo que hoy se discute no es solo cómo reemplazar combustibles fósiles, lo que se juega es quién controlará las cadenas de valor, quién será exportador de energía limpia y quién quedará reducido a proveedor de materia prima. La carrera del hidrógeno verde es climática, tecnológica y geopolítica. Los próximos cinco años decidirán si el planeta avanza hacia una transición justa o hacia un espejismo global vestido de verde.
Europa y su obsesión climática
Europa decidió que el hidrógeno verde será el corazón de su estrategia climática y de seguridad energética. La Comisión Europea fijó como meta producir 10 millones de ton/año de hidrógeno renovable al 2030 y además importar otros 10 millones desde África, Medio Oriente y América Latina. Bruselas entiende que no basta con electrificar sectores fáciles como la movilidad urbana. El desafío es descarbonizar el acero, el cemento, los fertilizantes y el transporte marítimo y aéreo. Para eso el hidrógeno verde aparece como la herramienta indispensable.
El plan europeo se apoya en subsidios masivos. Alemania encabeza con el programa H2Global que ofrece hasta 5,5 USD por kilo de hidrógeno o derivados y asegura contratos de compra a largo plazo que reducen el riesgo financiero. España anunció más de 10.000 millones de euros en incentivos para proyectos de hidrógeno renovable y Francia comprometió otros 9.000 millones hasta 2030. La Unión Europea lanzó, además, la Alianza Europea por el Hidrógeno Limpio que canaliza fondos comunitarios a empresas como Air Liquide, Siemens y Thyssenkrupp.
Los proyectos ya no son maquetas. En Países Bajos el consorcio NortH2 liderado por Shell, RWE y Equinor proyecta instalar 10 GW de electrólisis al 2040 con una fase inicial de 1 GW operativa en 2027. En España se construye la planta de Puertollano que producirá 3.000 ton/año de hidrógeno verde con una inversión de 150 millones de euros. En Portugal el proyecto Sines pretende convertir al país en un polo exportador hacia el norte de Europa.
La apuesta es clara. Europa busca reducir su dependencia del gas ruso, cumplir sus compromisos climáticos y al mismo tiempo consolidar una nueva industria pesada limpia. El riesgo es que la demanda crezca más rápido que la oferta y que la dependencia se desplace de Moscú a Rabat, Riad o Santiago. Europa quiere autonomía energética, pero puede terminar importando otra dependencia pintada de verde.
Estados Unidos y el IRA
Estados Unidos irrumpió en la carrera del hidrógeno verde con una de las políticas climáticas más ambiciosas de su historia. El Inflation Reduction Act, aprobado en 2022, destinó USD 369.000 millones a energías limpias y colocó al hidrógeno en el centro de la estrategia. Cada kilo de hidrógeno verde producido en suelo norteamericano recibe hasta 3 USD de subsidio directo. El efecto fue inmediato. En menos de dos años se anunciaron decenas de proyectos que suman compromisos de inversión superiores a 40.000 millones de USD.
El Departamento de Energía seleccionó en 2023 siete polos de desarrollo conocidos como Hydrogen Hubs. Texas, California, la Costa Este y el Midwest lideran esta red. Estos polos apuntan a descarbonizar sectores pesados como el acero, los fertilizantes y el transporte de larga distancia. Las primeras plantas entrarán en operación entre 2026 y 2027 y ya cuentan con contratos de suministro en negociación.
La estrategia busca más que reducir emisiones. Washington quiere desplazar a China en la manufactura de electrolizadores y en la cadena de valor tecnológica. El hidrógeno verde es para Estados Unidos una pieza climática, pero sobre todo industrial y geopolítica. La carrera por dominarlo se juega tanto en el mercado como en la fábrica.
China y Asia
China es hoy el mayor productor de hidrógeno del planeta con más del 60% del total, aunque casi todo proviene del carbón. Pekín decidió cambiar esa matriz y liderar la transición hacia el hidrógeno verde. El país controla el 40% de la capacidad mundial de electrolizadores y sus fabricantes ofrecen equipos hasta un 30% más baratos que en Occidente.
El plan quinquenal incluye más de 200 proyectos en distintas fases. Entre ellos el clúster de Ordos en Mongolia Interior que sumará más de 1 GW de electrólisis antes de 2028. La petrolera estatal Sinopec anunció en Ulanqab un complejo de 2.900 millones de USD que producirá 100.000 ton/año de H2V. En conjunto China tiene comprometidos más de 33.000 millones de USD en hidrógeno renovable al 2030.
La estrategia no se limita a la producción. China quiere dominar la cadena de valor completa. Controlar la fabricación de electrolizadores, pilas de combustible y turbinas le asegura un lugar de privilegio frente a Europa y Estados Unidos. Japón y Corea del Sur avanzan en paralelo con proyectos para transporte marítimo, generación eléctrica y exportación de amoníaco. Asia en su conjunto entiende que el hidrógeno verde no es solo energía limpia sino un campo de batalla industrial y tecnológico.
Medio Oriente y África
El Golfo Pérsico busca convertir su renta petrolera en hegemonía renovable. Arabia Saudita encabeza la ofensiva con el megaproyecto NEOM, una inversión de 8.400 millones de USD que comenzará a producir 600 ton/día de H2V en 2026. El complejo está diseñado para exportar amoníaco verde a Europa y Asia y convertirse en el mayor del mundo. Emiratos Árabes Unidos desarrolla en paralelo proyectos en Dubái y Abu Dabi que superan los 2.000 millones de USD en inversión inicial vinculados a aerolíneas y navieras que buscan descarbonizar sus cadenas de suministro.
África también aparece como escenario clave. Marruecos planea instalar 6 GW de capacidad de electrólisis antes de 2035 con apoyo de financiamiento europeo. Namibia firmó acuerdos por más de 10.000 millones de USD para el proyecto Hyphen que debería producir 300.000 ton/año de H₂V desde 2027. Egipto avanza en la zona del Canal de Suez con inversiones por 12.000 millones de USD para levantar polos de exportación hacia el Mediterráneo.
El atractivo está en el sol y el viento abundantes, pero el riesgo es repetir esquemas coloniales. Europa ya negocia contratos de importación a largo plazo para asegurar parte de los 10 millones de ton/año que quiere traer desde fuera de su territorio en 2030. El problema es que la industrialización local avanza lento. Sin fábricas de electrolizadores ni cadenas de valor propias, África puede transformarse en proveedor barato mientras las utilidades se concentran en el norte.
América Latina
América Latina busca un lugar en la carrera global del hidrógeno verde. Chile es el país más avanzado con más de 70 proyectos en distintas fases y una cartera de inversiones proyectada cercana a 100.000 millones de USD al 2030. La meta oficial es producir 1 millón de ton/año de H2V principalmente en Magallanes y Antofagasta. Empresas como HIF Global, Engie y Enaex lideran iniciativas para exportar e-fuels a Europa y Asia.
Brasil apuesta con mayor escala. En los puertos de Pecém y Suape se proyectan inversiones potenciales superiores a 200.000 millones de USD al 2040. El país busca convertirse en hub exportador gracias a su recurso solar y eólico abundante. Varios proyectos superan los 10 GW de electrólisis en planificación y ya se han firmado memorandos de entendimiento con compañías alemanas y japonesas.
Colombia avanza con una meta de 3 GW de electrólisis al 2030 y proyecciones de exportación desde la costa Caribe. El gobierno estima atraer más de 5.000 millones de USD en inversión privada. Argentina, aunque rezagada, impulsa pilotos en Patagonia con vistas a exportar hacia Europa y Asia.
El dilema regional es claro. Los países tienen condiciones naturales únicas, pero el riesgo es repetir la historia del cobre, el petróleo o el litio. Exportar H₂V como materia prima sin desarrollar industria propia puede dejar a América Latina en el rol de proveedor periférico. La alternativa es crear cadenas de valor locales que generen empleo, manufactura y soberanía tecnológica antes de que los contratos de exportación definan un camino sin retorno.
Los riesgos globales
La carrera del hidrógeno verde no solo abre oportunidades. También expone riesgos profundos que pueden transformar la promesa en espejismo. El primero es la asimetría entre el Norte y el Sur. Estados Unidos y Alemania subsidian, mientras países como Chile o Colombia apenas ofrecen créditos tributarios limitados. Esa brecha de financiamiento puede dejar a gran parte del planeta fuera de competencia.
Otro riesgo es el greenwashing. No todo el hidrógeno que se anuncia como verde lo es en realidad. La falta de certificación estricta permite que se mezcle electricidad fósil en la producción. La Agencia Internacional de Energía estima que cerca del 60% del hidrógeno mundial sigue siendo gris. Sin reglas claras, la credibilidad de la transición está en juego.
La infraestructura es otro punto crítico. Para alcanzar las metas de 2030 el mundo necesitará más de 300.000 km de gasoductos adaptados y decenas de puertos especializados para mover H₂ y derivados como amoníaco y metanol. Estas inversiones superan los 500.000 millones de USD y aún no tienen financiamiento asegurado.
Finalmente está el riesgo geopolítico. El control de la cadena de valor determinará nuevas dependencias. Si la producción se concentra en pocos países y la manufactura en Asia, el hidrógeno verde puede consolidar un mapa desigual similar al petróleo. La transición energética podría nacer marcada por las mismas tensiones que buscaba superar.
Los proyectos que marcan el pulso mundial
El hidrógeno verde ya no es solo un anuncio en powerpoints. En distintas regiones hay proyectos que producen a escala piloto y otros que entrarán en operación masiva en los próximos cinco años. El más emblemático es NEOM en Arabia Saudita, con una inversión de 8.400 millones de USD y capacidad de generar 600 ton/día de H2V desde 2026. Será el mayor complejo del planeta y exportará amoníaco verde hacia Europa y Asia.
- En Europa sobresale NortH2 en Países Bajos y el Mar del Norte con respaldo de Shell, RWE y Equinor. La meta es instalar 10 GW de electrólisis al 2040 con una primera fase de 1 GW en 2027. Alemania avanza además con el programa H2Global que asegura contratos de compra a largo plazo y subsidios de hasta 5,5 USD por kilo.
- Estados Unidos impulsa los Regional Clean Hydrogen Hubs con siete polos distribuidos desde Texas hasta California que ya suman inversiones comprometidas por más de 40.000 millones de USD. Las primeras plantas operarán entre 2026 y 2027.
- China no se queda atrás. Despliega el clúster de Ordos con más de 1 GW antes de 2028 y mantiene 33.000 millones de USD comprometidos en proyectos de H2V al 2030. Solo el complejo de Sinopec en Ulanqab demandará 2.900 millones de USD y producirá 100.000 ton/año.
- Brasil proyecta inversiones por más de 200.000 millones de USD al 2040 en Pecém y Suape, mientras Colombia y Argentina buscan alcanzar al menos 3 GW de electrólisis al 2030. Los próximos cinco años marcarán quién se consolida como potencia y quién queda en la periferia de la transición.
Los gigantes del hidrógeno verde
El mapa global del hidrógeno verde se entiende mejor cuando se miran proyectos concretos con inversiones cerradas y capacidad definida. No son anuncios difusos sino cifras que muestran dónde se juega de verdad la carrera energética.
- NEOM, Arabia Saudita:Inversión de 8.400 millones de USD, 600 ton/día de H2V a partir de 2026
- NortH2, Países Bajos: Meta de 10 GW de electrólisis al 2040, 1 GW operativo en 2027
- Hydrogen Hubs, Estados Unidos: 7 polos con inversiones por más de 40.000 millones de USD. Primeras plantas en 2026 con capacidad inicial de cientos de miles de ton/año
- Sinopec Ulanqab, China: 2.900 millones de USD de inversión. 100.000 ton/año de H2V al 2028
- Compromiso global de China: Más de 33.000 millones de USD al 2030, más de 200 proyectos en distintas fases
- Brasil, Pecém y Suape Proyecciones de más de 200.000 millones de USD al 2040. Metas superiores a 10 GW en planificación
- Namibia, Hyphen: 10.000 millones de USD. 300.000 ton/año previstas desde 2027
Estos proyectos marcan el pulso del hidrógeno verde. No son ensayos sino apuestas industriales de escala continental. De su éxito o fracaso dependerá que el hidrógeno verde deje de ser promesa y se transforme en una realidad energética global.
Nueva frontera energética del planeta.
Europa, Estados Unidos, China, el Golfo y América Latina corren con miles de millones de USD y promesas de millones de ton/año. La narrativa oficial lo presenta como la llave para cumplir las metas climáticas y descarbonizar sectores imposibles de electrificar con renovables tradicionales.
Pero detrás de las cifras hay preguntas abiertas. ¿Será el hidrógeno verde un motor de soberanía energética o una nueva dependencia global? ¿Será una palanca para crear industria y empleos o se repetirá el esquema de exportar materia prima y comprar tecnología a precio alto? La década 2025-2035 marcará si el mundo construye una transición justa o si el espejismo verde se convierte en otra burbuja inflada por subsidios.
El hidrógeno verde puede ser la palanca que libere al planeta de los combustibles fósiles. También puede ser un espejismo más en el desierto de promesas incumplidas. Todo dependerá de cómo se ejecuten los proyectos, de la capacidad de incluir a las regiones y comunidades, y de si las potencias entienden que el futuro no se mide solo en gigawatts ni en toneladas, sino en justicia, soberanía y dignidad compartida.
* Ingeniero Civil Mecánico titulado en la Universidad Técnica del Estado (UTE) en 1975, con más de 45 años de experiencia en el sector de ingeniería y desarrollo de proyectos mineros.