Panorama Económico Latinoamericano – del 2 al 9 de abril de 2025

Lula abre a Vietnam la carne y a los aviones brasileños

Lula abre a Vietnam la carne y a los aviones brasileños – NODAL

Vietnam será una puerta de entrada para los frigoríficos brasileños y una plataforma de exportación para otros países

Durante una visita de Estado a Vietnam este viernes (28), el presidente Luiz Inácio Lula da Silva celebró la apertura del mercado vietnamita a la carne de vacuno brasileña, destacando la decisión como un marco estratégico para la expansión comercial de Brasil en el Sudeste Asiático. Los logros forman parte de una amplia agenda bilateral con el gobierno vietnamita, encabezada por el presidente Luong Cuong.

“Mi gobierno está interesado en reconocer a Vietnam como una economía de mercado”, declaró Lula, quien regresó a Hanói 17 años después de su primera visita en 2008. “Abrir el mercado vietnamita a la carne de res brasileña atraerá inversiones de las empresas cárnicas brasileñas para convertir a este país en una plataforma de exportación para el Sudeste Asiático”, añadió.

Plataforma regional y salto comercial

Con flujos comerciales bilaterales ya cercanos a los US$ 8 mil millones , Vietnam se ha convertido en uno de los socios más importantes de Brasil en Asia, superando a países como Portugal, Reino Unido y Francia en términos de volumen de exportaciones brasileñas. La liberalización del mercado de carne de vacuno debería impulsar aún más estas cifras y aumentar las inversiones de las empresas brasileñas en el sector de proteínas animales.

La expectativa del gobierno es transformar a Vietnam en una puerta de entrada al Sudeste Asiático , permitiendo que el país se convierta en una base para las exportaciones de carne y otros productos brasileños de valor agregado, como aviones. Lula mencionó que Vietnam Airlines está evaluando una propuesta de Embraer para suministrar jets de la familia E-Jets, ideales para conexiones regionales.

Alianza estratégica y reconocimiento económico

Brasil exportará carne a Vietnam - AgritotalLa visita marca la formalización de la Asociación Estratégica Brasil-Vietnam , establecida en noviembre de 2024 y ahora consolidada con la adopción de un plan de acción bilateral para el período 2025-2030 . Además de la apertura de mercados, la agenda incluye colaboración en ciencia, tecnología, educación y medio ambiente.

Al mencionar el interés de Brasil en reconocer a Vietnam como economía de mercado, Lula señaló un avance significativo en el fortalecimiento de las relaciones económicas y diplomáticas , lo que podría facilitar futuros acuerdos y reducir las barreras comerciales.

Sostenibilidad y lucha contra el hambre

Otro punto destacado fue la propuesta brasileña de que Vietnam participe en el Fondo Rainforests Forever , destinado a la preservación del medio ambiente con compensación financiera por los esfuerzos de conservación. Lula también agradeció la adhesión de Vietnam a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza , una iniciativa liderada por Brasil que pronto comenzará a implementar proyectos piloto.

Al abordar el cambio climático, el presidente destacó que tanto Brasil como Vietnam son grandes productores de café y han estado sufriendo impactos en sus cultivos. Reforzó la intención de ampliar el intercambio técnico para fortalecer la resiliencia de la caficultura ante los efectos del calentamiento global .

 

El salario real registrado cayó un 5,5% en el gobierno de Milei

Salarios pierden terreno frente a la inflación – ADN

 

Alfonso de Villalobos 

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó su informe mensual de evolución de los salarios relativo al mes de enero de 2025 que consolida la tendencia de una nueva fase de caída del poder adquisitivo.

En el mes de enero, los salarios de los trabajadores registrados crecieron nominalmente un 1,9% cuando la suba de precios llegó hasta el 2,2%. Pero a la hora de observar el discriminado resulta que los haberes de los empleados públicos subieron apenas un 0,9% en enero mientras que los de los trabajadores registrados del sector privado subieron un 2,3% y pudieron superar la inflación en un porcentaje equivalente a una décima.

Si se analizara la evolución de los salarios desde que asumió la actual gestión encabezada por Javier Milei resulta que el conjunto de los asalariados registrados resignó un 5,47% de su poder adquisitivo. La diferencia entre el sector público y el privado, en ese lapso, se amplifica. Mientras los empleados del sector privado quedaron prácticamente empatados con la suba de precios e incluso pudieron recuperar un 0,7%, los empleados públicos perdieron un 16,4% de su poder adquisitivo.

Allí están incluidos los empleados estatales de todos los niveles (nación, provincias y municipios), las fuerzas de seguridad, el ejército y los trabajadores de la salud y educación públicas.

No todo lo que brilla es oro

Las estadísticas oficiales, sin embargo, sostienen que, en enero, el conjunto de los salarios creció un 2,9% superando la inflación. El dato tiene un fuerte sesgo de una suba del 8,6% para el sector no registrado. Ocurre que, el relevamiento del sector informal, a diferencia de los trabajadores registrados e realiza sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares que muestra un rezago de cinco meses.

Por eso, el incremento del 8,6% corresponde, en realidad, a lo que ocurrió en el mes de septiembre de 2024. Si se realizara el empalme como corresponde surge que, entre julio de 2023 y septiembre de 2024 los haberes de los trabajadores informales se incrementaron un 246% en un período en el que la inflación acumuló una suba del 391,7%. Por eso la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores informales acumuló un 29,5%.

Si se tomara el período de gobierno de Javier Milei, entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 (último dato disponible), los haberes de los asalariados informales resignaron un 8,4% de su poder adquisitivo.

Crawling peg y salarios

Lo curioso es que, si bien el salario de los trabajadores registrados perdió capacidad de compra en moneda local en casi un 5,5%, medidos en dólares el salario promedio de los trabajadores registrados escaló un 84,7% entre enero y noviembre de 2024 según la cotización del dólar MEP y un 64,6% según la evolución del tipo de cambio oficial.

Esa evolución explica, por un lado el creciente déficit de la balanza de servicios del BCRA explicado fundamentalmente por la salida de turistas argentinos al exterior y, a la vez, da fundamento al nuevo embate de las cámaras empresarias para avanzar en una nueva reforma laboral que reduzca el mal llamado «costo laboral».

 

Chile: el comercio crece, la producción industrial cae en febrero

La producción industrial creció un 4,7% en febrero | MendoVoz

El Índice de Actividad Comercial creció un 2,9% en febrero, mientras que el Índice de Producción Industrial cayó un 3,6%, según el Instituto Nacional de estadísticas (INE). En el comercio al por menor aumentó un 3,3%, mientras que el comercio mayorista subió el mismo porcentaje.

Sin embargo, la división de vehículos automotores experimentó una disminución del 1%. En cuanto a supermercados, las ventas bajaron un 1,4% en doce meses. Respecto a la industria, tanto la producción minera, como la manufacturera y de servicios básicos decrecieron, con bajas de 6,6% 1,3% y 3,1%, respectivamente.

Si bien era esperable el resultado del comercio durante febrero, dado el mayor flujo de turistas y las actividades propias de las vacaciones, la industria chilena tuvo un complejo febrero. Por un lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) a precios constantes creció un 2,9% interanual en el segundo mes del año.

A su vez, el Índice de Producción Industrial (IPI), resultado de la producción minera, manufacturera y de electricidad, gas y agua, cayó 3,6% en el mes.

Cifras del comercio y la industria

Respecto al primero, se registraron alzas en dos de las tres divisiones que componen el IAC. El comercio al por menor, excepto de vehículos automotores y motocicletas creció un 3,3%, sumando 1,633 puntos porcentuales (pp.).

El comercio al por mayor, excepto de vehículos y motocicletas, también creció un 3,3% (1360 pp.), mientras que el comercio al por mayor y por menor y reparación de vehículos automotores y motocicletas, bajó un -1,0% interanual (-0,098 pp.).

Sobre el Índice de Ventas de Supermercados (ISUP) a precios constantes, el INE informó una caída de 1,4% en doce meses, mientras que la serie desestacionalizada y corregida de efecto calendario tuvo una baja mensual de -0,5% y crecimiento interanual de 1,7%.

Finalmente, el Índice de Comercio Electrónico Minorista (ICEM) a precios corrientes se expandió un 9,2%, acumulando un 11,4% en lo que va del año.

Caída en la producción industrial

Respecto a la industria, el IPI tuvo caídas en sus tres sectores, lo que podría impactar negativamente en el Imacec de febrero, que se conocerá mañana martes 1 de abril.

“El Índice de Producción Minera (IPMin) presentó un descenso en doce meses de 6,6%, como consecuencia de la menor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería que lo componen, destacando la minería metálica con un decrecimiento de 7,4%, restando 6,397 puntos porcentuales (pp.) a la variación del índice”, detalló el INE.

La producción manufacturera (IPMan) arrojó una contracción del -1,3%, lo que se explicó por la baja del 11,5% en elaboración de bebidas alcohólicas y no alcohólicas (-1,187 pp.). Por último, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) bajó un -3,1%, principalmente por una menor actividad en electricidad (-4,9%, -3,663 pp.), probablemente golpeado por el megacorte.

Sanciones petroleras: ¿Por qué EEUU pierde más que Venezuela?

Sanciones a PDVSA: el lobby petrolero estadounidense — CELAG

Víctor Álvarez

Donald Trump ha criticado duramente la política de licencias petroleras de Biden hacia Venezuela. Quiere romper la inercia y afirma que está corrigiendo los errores heredados. En su estilo agresivo, ataca duro para luego negociar. Por eso suspende la licencia a Chevron.

Este viraje en materia de licencias petroleras fue acelerado por las declaraciones de Richard Grenell cuando afirmó que “la política de Trump para Venezuela no era la un de cambio de régimen, sino construir una nueva relación”declaración considerada políticamente incorrecta por los congresistas republicanos de Florida, Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar, que lideran la línea dura contra Cuba, Nicaragua y Venezuela. En la Cámara de Representantes, la mayoría republicana se reduce a cuatro votos, y en la delegación de Florida están votos muy sensibles a cualquier concesión que se haga a favor de los regímenes que quieren derrocar. Esos congresistas dejaron entrever que podían salvar los votos que Trump necesitaba para aprobar el acuerdo presupuestario. Ante la urgencia, Trump anunció en sus redes sociales la revisión de las licencias petroleras y el presupuesto se aprobó por un estrecho margen de 217 votos a favor y 215 en contra.

Esto explica el sorpresivo giro de Trump. Por ahora, no representa un cambio en la estrategia de negociaciones directas entre la Casa Blanca y Miraflores, sino una maniobra coyuntural para sortear las contradicciones internas de los republicanos que apoyan a Trump en el Congreso, y sería apresurado definirla como la nueva política de la administración Trump hacia Venezuela. Pero si a la revocatoria de la licencia de Chevron le sigue la suspensión de las cartas de conformidad bajo las cuales operan empresas europeas que no están sujetas a licencias, la segunda Administración Trump estaría reeditando la política de máxima presión para forzar un cambio político en Venezuela.

Impacto migratorio de la suspensión de las licencias petroleras

La impresión inicial fue que Trump no regresaría a la política de máxima presión ni reeditaría las concesiones sin contrapartida que otorgó Biden, que buscaría algo distinto y funcional a sus prioridades, incluyendo facilitar la recuperación de la economía venezolana para generar fuentes de empleo bien remunerados que alivien la migración venezolana hacia Estados Unidos que se ha multiplicado y figura entre las que más se ha beneficiado del estatus de protección temporal, con más de 600.000 venezolanos con TPS, y 117.000 con permiso humanitario (parole) otorgados por Biden.

La pronta visita de Richard Grenell, comisionado presidencial para Misiones Especiales, creó la expectativa de un canje de deportaciones masivas de migrantes venezolanos a cambio de mantener las licencias petroleras. Trump se juramentó el 20 de enero y el 31 de enero Grenell viajó a Caracas para reunirse con Maduro en el Palacio de Miraflores. Era la primera vez en muchos años que un diplomático estadounidense se dejaba fotografiar junto al gobernante venezolano, que aceptó recibir a los deportados y abrir vías para avanzar hacia mayores acuerdos. Pero estas vías están a punto de cerrarse. Si la suspensión de las licencias es definitiva, nuevamente se interrumpirá el acuerdo migratorio y así los planes de Trump para deportar migrantes venezolanos se verán afectados.

Impacto geopolítico: Venezuela estrechará lazos con rivales de EEUU

Con la suspensión de las licencias petroleras, el gobierno venezolano tomará el control de las empresas mixtas bajo control de Chevron, cuya operación pasaría a nuevos socios. ¿Quiénes sería estos? Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, declaró a Financial Times que “en Venezuela, en particular, lo que se ha visto cuando los países occidentales se marchan es que las empresas chinas y rusas han aumentado su presencia”.

En febrero, la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, se reunió en Nueva Delhi con el ministro de Petróleo y Gas Natural de la India, Hardeep Singh Puri, “para revisar el mapa de cooperación conjunta”. Por su parte, Maduro afirmó: “Nuestro porvenir energético cada vez estará más vinculado con la India”.

Aparte de la retirada oficial de Chevron, la OFAC puede prohibir las operaciones de las empresas estadounidenses de servicios petroleros que se encuentran en Venezuela, tales como Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford. El giro de la administración Trump también puede afectar las operaciones en Venezuela de Repsol, ENI y Maurel & PromSi se suspenden definitivamente las licencias a las petroleras estadounidenses y europeas, Venezuela ofrecerá mejores condiciones de participación a las empresas provenientes de Rusia, China, Irán y la India que estén dispuestas a incrementar la compra de crudo venezolano y a ampliar su participación en la industria petrolera nacional. Suspender definitivamente las licencias puede generar efectos geopolíticos contrarios a las prioridades de Trump de alejar a sus rivales asiáticos del hemisferio.

Daños a intereses energéticos y económicos de EE UU 

Donald Trump amenazó con dejar de comprar petróleo a Venezuela: «No necesitamos su petróleo, tenemos 50 veces más que ellos”. Pero hay poderosas razones técnicas, económicas y geopolíticas que dificultan esa decisión. Si bien es cierto que Estados Unidos se convirtió en uno de los principales productores de petróleo gracias a la tecnología del fracking, ese petróleo liviano no es el más adecuado para las refinerías estadounidenses que fueron diseñadas para procesar los crudos pesados venezolanos. Mantener las operaciones de fracking requiere precios superiores a 60 $/b para cubrir los altos costos y ser rentables. Si los precios caen por debajo, a Estados Unidos le resultará más barato importar petróleo que consumir el propio. Y pueden caer si se pone fin a la guerra en Ucrania y se conjura la amenaza de un conflicto bélico entre Israel e Irán. Por lo tanto, no se trata de que Estados Unidos produzca más petróleo que Venezuela, sino de restricciones técnicas y económicas que dificultan la sustitución de los crudos pesados venezolanos por los crudos livianos y de alto costo del fracking.

Las reservas estratégicas de petróleo de Estados Unidos se han consumido a fin de evitar una presión de demanda que incremente los precios. Corporaciones como Chevron tienen por delante resolver un problema clave para garantizar su viabilidad a mediano y largo plazo, toda vez que sufren una caída en sus reservas, agravada por una baja tasa de reemplazo. Una de las promesas electorales de Trump fue recuperar el nivel de la reserva estratégica a 700 millones de barriles (MMB). Para lograrlo necesita inyectar 320 MMB. Comprar semejante cantidad presionaría al alza los precios del petróleo, cuestión que daría al traste con la promesa electoral de Trump de reducir los costos de los combustibles y la energía.

La producción de petróleo en Estados Unidos gira en torno a los 13 MMBPD. A ese ritmo, sus reservas durarían 6,4 años. Si Estados Unidos consume diariamente casi 20% de la demanda global y Venezuela tiene casi 20% de la reserva mundial, a Estados Unidos le conviene recuperar el suministro del petróleo venezolano. De hecho, según el Departamento de Energía, las reservas subieron de 346 a 380 MMB a partir de octubre de 2023, cuando Chevron recibió una licencia para reactivar sus operaciones en Venezuela, pero las cuantiosas reservas de petróleo que subyacen en el suelo venezolano solo podrán extraerse sin se levantan las sanciones. Estados Unidos necesita asegurar nuevas reservas para garantizar sus operaciones futuras y Venezuela representa una fuente segura para reponer esas reservas. Pero si Rusia, China, Irán y la India ocupan los espacios que Estados Unidos deje vacíos, luego le será muy difícil recuperarlos.

Donald Trump no es un kamikaze

En la Segunda Guerra Mundial, los pilotos suicidas japoneses estrellaban el avión que tripulaban cargado de explosivos para destruir un objetivo. Sin lugar a dudas, con la suspensión de la licencia a Chevron Trump dio un sorpresivo bandazo, pero los efectos contraproducentes y dañinos para Estados Unidos de prolongar y endurecer las sanciones petroleras mantienen la expectativa de que finalmente se decantará por una relación más pragmática que sea de mutuo beneficio para ambas naciones.

Entre las prioridades de Trump están las deportaciones masivas, el acceso seguro de Estados Unidos a reservas de petróleo, alejar a Venezuela de los rivales geopolíticos de Estados Unidos, y restaurar la democracia venezolana. ¿Por cuál de estas prioridades Trump está dispuesto a entenderse con Maduro? ¿Cómo negociar esas prioridades sin entrar en conflicto con los congresistas republicanos de Florida que apoyan su gobierno? ¿Estará Trump dispuesto a una negociación directa con Maduro para alinear la flexibilización de las sanciones con los intereses de seguridad energética, migratorios y geopolíticos de Estados Unidos?

A pesar del desconcertante giro dado por Trump, la política de Estados Unidos hacia Venezuela aún no está claramente definida. Amanecerá y veremos.

Uruguay: recuperación en 2024: ¿viene una desaceleración?

Economía uruguaya crece 7,7 % en segundo trimestre de 2022 - CGTN en Español

La economía de Uruguay creció un 3,1% en 2024, recuperándose de la grave sequía del año anterior, según los datos de cuentas nacionales del Banco Central del Uruguay (BCU). Sin embargo, los economistas advierten que el crecimiento en 2025 probablemente volverá al ritmo históricamente más lento del país.

Los datos del último trimestre muestran que el 2024 fue un año de crecimiento para el país. El 2023 fue un año crítico, que será recordado por una grave sequía –que llegó a niveles extremos, dejando a Uruguay sin agua potable– y por los cruces masivos para hacer compras a Argentina, lo que tuvo un impacto negativo en el comercio.

En 2024, la economía uruguaya registró un crecimiento interanual de 3,1% respecto al 2023, según los datos del Banco Central del Uruguay (BCU) publicados este jueves. El resultado se explica por una mejora en los rendimientos del agro, que dejó atrás la sequía anterior. Además, en el año hubo una mayor generación de energía hidráulica, un crecimiento del comercio y una mayor producción de celulosa.

Los datos positivos del año fueron contrarrestados de forma parcial por el desempeño negativo que tuvo la construcción, dado que finalizaron las obras del Ferrocarril Central (la construcción de 273 kilómetros de vía que unen la segunda planta de la finlandesa UPM con el puerto de Montevideo).

El BCU destaca en su informe la incidencia positiva de las actividades agropecuarias, de pesca y minería; la energía eléctrica, el gas y el agua; el comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas; y la industria manufacturera.

El crecimiento de la actividad económica también está asociado a un incremento de la demanda externa y, aunque en menor medida, de la demanda interna. El crecimiento de bienes y servicios fue de 8,3%. Las importaciones registraron una caída del 1,5%.

El crecimiento de la industria manufacturera estuvo explicado principalmente por el incremento de la producción de celulosa, debido al aumento de la producción de la tercera planta del país en 2024. Por su parte, este comportamiento fue parcialmente contrarrestado por la caída en la actividad de refinación del petróleo, dado que la petrolera estatal Ancap cerró la refinería entre septiembre de 2023 y abril de 2024 por tareas de mantenimiento.

Los peruanos son los más infelices de la región

Los peruanos somos los más infelices de la región

La situación económica del país es un tema prioritario porque influye en tu situación laboral. Incluso las personas que tienen mayores ingresos señalan que su principal factor de infelicidad es su situación financiera, que se ve afectada por la situación del país, según estudio de Ipsos.

Las cifras revelan que, en nuestro país, el actual gobierno ha hecho poco por mejorar la felicidad de los ciudadanos, quienes ven con mayor esperanza lo que puedan lograr las próximas administraciones.

Según el Índice de Felicidad de Ipsos 2025, una encuesta global realizada en 30 países, el Perú es el país más infeliz de la región y uno de los más infelices del mundo. Únicamente el 65% de los peruanos se considera “muy feliz o feliz”, una cifra considerablemente menor en comparación con los mexicanos (92%), brasileños (79%), colombianos (77%) y tanto chilenos como argentinos (73%).

Además, el porcentaje de peruanos felices está por debajo del promedio global (71%), lo que ubica al país en la posición 25 entre las 30 economías evaluadas.

Lo curioso es que el Perú destaca en el sexto lugar entre los países cuya población espera que su calidad de vida sea mucho mejor en cinco años. El 73% presenta ese optimismo.

Factores

A decir de Lucía Wiener, directora de Proyectos de Ipsos Perú, factores personales como sentirse valorados (42%) y la relación que existe en el entorno familiar e hijos (39%) influyen positivamente en la felicidad de los peruanos.

En contraste, aspectos como la actual situación financiera de las personas (60%), la salud mental (32%) y la situación económica del país (25%) socavan la felicidad en Perú.

“La situación económica del país es un tema prioritario porque influye en tu situación laboral. Incluso las personas que tienen mayores ingresos señalan que su principal factor de infelicidad es su situación financiera, que se ve afectada por la situación del país”, explicó Wiener.

La especialista concluyó que la felicidad de los peruanos experimentó una caída durante la pandemia, posteriormente mostró signos de mejora, pero actualmente presenta una tendencia descendente debido a la compleja situación coyuntural que atraviesa el Perú.

Panorama internacional

África, clave en el tablero de la guerra comercial EEUU - China – NODAL1.- África, clave en el tablero de la guerra comercial EEUU-China

Guillermo Akapo Bisoko

África siempre ha sido el terreno geoeconómico de mayor interés por parte de estados extranjeros

En los últimos años, China ha emergido como un actor clave en África, su influencia ha desplazado paulatinamente a países como Estados Unidos y Francia en la región. Su apuesta en el desarrollo económico y la inversión a largo plazo ha propiciado que muchos líderes africanos vean en China un socio estratégico clave, lo que ha llevado a fortalecer sus lazos políticos y económicos en el continente.

Es probable que la solidez de la relación de China y el continente africano se remonte al 25 de octubre de 1971, tras la votación de la admisión de la República Popular China en las Naciones Unidas. De los 76 votos a favor, 27 provinieron de países miembros africanos.

Lo cierto es que África siempre ha sido el terreno geoeconómico de mayor interés por parte de estados extranjeros para sus fines geoestratégicos desde la época del colonialismo europeo, seguido por la contienda de las entonces superpotencias entre Estados Unidos y la Unión Soviética y llegados a la actualidad con los diferentes países occidentales que pujan por el extractivismo de los recursos en el continente.

Lo que está claro es que, en la guerra comercial y la carrera emprendida por Estados Unidos, Rusia y Europa por el dominio de la influencia en el continente, China lleva una clara ventaja respecto a las otras potencias. China ha demostrado un interés estratégico en África, no solo por sus recursos naturales, sino también por su posición geopolítica y su potencial como mercado emergente. Esta relación ha llevado a un aumento en el comercio bilateral y la cooperación en áreas como la tecnología y la educación, entre otras.

Y no es para menos, hablamos del tercer continente más extenso del planeta, tras Asia y América, abundantes tierras en recursos naturales, más de 1.300 millones de habitantes que, según datos, se espera que se duplique la población en los próximos años, y el escenario político, económico y social del continente ha generado algunos cambios en las relaciones internacionales desde el año 2020, en las que se produjeron los continuos levantamientos populares en la región de Mali, Burkina Faso y Níger, y el creciente sentimiento antioccidental entre los jóvenes.

La relación entre África y China en los Foros de Cooperación

«En esta época de cosecha, me complace reunirme con tantos viejos y nuevos amigos en Pekín para debatir los grandes planes de amistad y cooperación entre China y África en la nueva era» señalaba Xi Jinping el 5 de septiembre de 2024, en a la ceremonia inaugural de la Cumbre de Beijing del Foro de Cooperación China-África (FOCAC).

Desde la creación del FOCAC en 2000 y del Fondo de Desarrollo China-África en 2006, las relaciones económicas de China con África se han profundizado significativamente en las últimas dos décadas. China ha invertido enormes cantidades de dinero en infraestructura, recursos naturales y comercio en el continente africano. Esta relación ha sido beneficiosa para ambas partes, ya que China obtiene acceso a recursos clave como petróleo y minerales, mientras que África recibe inversión y desarrollo económico.

En la primera ceremonia del FOCAC de 2000, según fuentes consultadas, China y África acordaron establecer mecanismos conjuntos de seguimiento para realizar evaluaciones regulares sobre la implementación de las acciones de seguimiento.

En el marco del FOCAC se han establecido diversos foros; entre ellos se incluye el Foro de los Pueblos China-África, el Foro de Jóvenes Líderes China-África, el Foro Ministerial sobre Cooperación en Salud China-África, el Foro sobre Cooperación en Medios de Comunicación China-África, la Conferencia China-África sobre Reducción de la Pobreza y Desarrollo, el Foro Jurídico del FOCAC, el Foro sobre Cooperación de Gobiernos Locales China-África y el Foro de Centros de Investigación China-África.

El compromiso de China con los avances tecnológicos y digitales en el marco del FOCAC representa una importante oportunidad para el desarrollo de África. Esta alianza busca reducir la brecha digital mediante el fortalecimiento de la infraestructura y las capacidades tecnológicas de África.

Desde su inicio, el Foro de Cooperación China-África ha desembolsado decenas de miles de millones de dólares en ayuda, inversión y préstamos a los Estados africanos.

La inversión china en infraestructura y tecnología ha sido clave para el crecimiento económico de África, pero también ha planteado preocupaciones sobre la deuda y la dependencia. Los líderes africanos deben ser proactivos en la gestión de estas asociaciones para garantizar que los beneficios económicos se traduzcan en un desarrollo sostenible y no comprometan la soberanía de sus naciones.

La nueva estrategia de Trump: Reducir la presencia china en África

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su agenda proteccionista sobre el comercio con las incrementaciones arancelarias han puesto todo patas arriba, generando incertidumbres en la economía global. Trump no ha querido dejar pasar la oportunidad y ha puesto especial atención al gigante chino, imponiendo aranceles del 10% a todas las importaciones de China a EE.UU. con el pretexto del problema del fentanilo.

Ante ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China señalaba que “la postura de China es firme y coherente. Las guerras comerciales y arancelarias no tienen ganadores. Las subidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las normas de la OMC. Esta medida no puede resolver los problemas internos de Estados Unidos y, lo que es más importante, no beneficia a ninguna de las partes, y mucho menos al mundo”.

“China es uno de los países más duros del mundo en materia de antinarcóticos, tanto en términos de políticas como de su implementación. El fentanilo es un problema para Estados Unidos”, continúa el comunicado.

China señaló que aplicaría aranceles del 15% al carbón y gas natural licuado, y un 10% a productos agrícolas estadounidenses como el trigo, soja, maíz, entre otros, como respuesta a la guerra comercial de la administración Trump. No es la primera vez que existen estas tensiones entre ambas potencias económicas, en el año 2018, primer mandato de Trump, Estados Unidos y China se vieron envueltas en una guerra arancelaria.

A pesar de los aranceles impuestos por la Administración Trump, China presentó el pasado mes de febrero un paquete de políticas de 11 medidas para fortalecer el desarrollo y la cooperación económica y comercial entre China y África, con iniciativas dirigidas a la integración de la cadena de suministro, la logística y el apoyo financiero.

Lo cierto es que Estados Unidos ha visto reducida su influencia en los últimos años en favor de Rusia y China. Y los recientes recortes en ayudas denotan el poco interés del nuevo inquilino de la Casa Blanca hacia África, aunque muchos analistas señalan que Estados Unidos estaría cometiendo un grave error al dejar que Rusia y China sigan expandiendo sus influencias en el continente.

Por otro lado, sería un grave error considerar el continente africano como un mero peón en esta guerra comercial entre China y Estados Unidos. El continente tiene mucho que ofrecer y puede desempeñar un papel fundamental en el escenario global. Pero también es fundamental que los países africanos mantengan su soberanía y tomen decisiones que beneficien a su población en lugar de servir a los intereses de potencias extranjeras.

*Guillermo Akapo Bisoko es Comunicador sociopolítico, activista Afro. Especialista en Gestión de Marketing y Comunicación. Escribe sobre la geopolítica africana y el racismo, es colaborador en el programa de opinión política «El tablero».

 

Trump convierte el ámbito del comercio internacional en un campo de batalla

2. Trump convierte el ámbito del comercio en campo de batalla

Ariela Ruiz Caro 

Las medidas tomadas por el presidente Donald Trump durante sus dos meses de gobierno no muestran un camino en el que se vislumbre la prosperidad y el crecimiento, como anunció en campaña, sino más bien uno de turbulencias, caos e incertidumbre en los ámbitos geopolítico y económico. Ello se ha visto reflejado en las recientes perspectivas de crecimiento económico, la caída de los índices de confianza del consumidor, la retracción de las inversiones y, en la semana que acaba de transcurrir, en la estrepitosa caída de Wall Street, que arrastró a todas las bolsas del mundo. La empresa TESLA de su asesor estrella, Elon Musk, portador de la motosierra en ese país, ha perdido 40% de su valor desde que Trump asumió la presidencia el 20 de enero.

La guerra comercial que ha desatado contra sus vecinos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que él mismo negoció, así como contra su otrora aliada estratégica, la Unión Europea –sobre la cual ha señalado, con total desconocimiento o desfachatez, que fue creada para “fastidiar” a Estados Unidos– está frenando el crecimiento económico. La metralleta de aranceles se ha impuesto también a China y a países latinoamericanos, como Brasil y la Argentina. Trump ha anunciado que impondrá aranceles sobre automóviles, semiconductores, productos farmacéuticos, madera y productos agrícolas. Inclusive los aranceles sobre el cobre también están siendo investigados. Solo alguien tan desubicado como Javier Milei puede pensar que la Argentina, en la actual coyuntura, podría suscribir un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

El ámbito del comercio internacional se ha convertido en un campo de batalla. El Presidente ha reconocido que por su embestida arancelaria puede haber cierto dolor económico a corto plazo para los consumidores estadounidenses. En una entrevista en Fox News, en la víspera del pasado lunes negro de las Bolsas, dijo que la economía pasa por una fase de “transición”. Y no cerró la puerta a una recesión. “Odio predecir cosas así […] Habrá disrupciones, pero estamos cómodos con ello”.

La popularidad del Presidente Trump ha registrado una caída significativa en su nivel de aprobación pública, de acuerdo con una encuesta de Rasmussen Reports: si bien el 51% de los votantes aprueba la gestión de Trump contra el 48% que la desaprueba, llama la atención el rápido declive de su imagen, dado que la diferencia entre ambos parámetros se redujo de diez a sólo tres puntos en menos de 15 días.

El remedio es peor que la enfermedad

El pasado miércoles, Trump impuso 25% de aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de todo el mundo, sin excepción. Con estas medidas, intenta temerariamente reactivar una base industrial que emigró a otros países en el apogeo de la globalización. Pretender desandar ese complejo andamiaje con la imposición de aranceles resulta un sinsentido que solo impactará negativamente. No todos los países afectados (Canadá, México, la Unión Europea, China, Brasil y la Argentina, India, China, entre otros) aplicaron contramedidas como represalia. Los latinoamericanos no lo han hecho por el momento. Trump amenazó a Canadá con duplicar dichos aranceles hasta el 50%, pero dio marcha atrás cuando el gobernador de la provincia canadiense de Ontario desistió de sus planes de imponer un recargo sobre la electricidad que su país envía a Estados Unidos.

Canadá es su principal proveedor de acero y aluminio, por lo que está seriamente afectado. A ello se añaden las agresiones de Trump al mencionar reiteradamente su deseo de incorporar a Canadá como Estado número 51 de su país. Al interior de varias naciones, en particular de su vecino del Norte, se han organizado boicots contra la compra de productos provenientes de Estados Unidos.

Los aranceles elevarán los costos de algunas industrias estadounidenses que dependen en gran medida de los suministros de acero o de cualquier otro producto afectado con las medidas. Sin embargo, quienes defienden el plan del Presidente argumentan que, en última instancia, los aranceles propiciarán una mayor fabricación en Estados Unidos. En ese caso, se tendrán que soportar precios más altos, lo que probablemente contribuirá a la disminución de su demanda y, con ello, también de su producción, con un impacto en el empleo. Ello sin tomar en cuenta las medidas de represalia que adopten los países afectados. La fantasía de recuperar la industria perdida no tiene asidero.

La imposición de estos aranceles es presentada por Trump como necesaria para reequilibrar un sistema comercial mundial que ha venido “estafando” a la nación por los crecientes déficits comerciales que mantiene con las principales economías del mundo. Lo que Trump no menciona es que el dólar funciona como valor de reserva y circulación, pilar sobre el cual se sostiene su hegemonía. El excedente de dólares de los superávit comerciales que mantienen la Unión Europea, China, Japón, México, entre otros muchos países, con Estados Unidos, fluye hacia este país, ya sea para adquirir bonos del Tesoro de Estados Unidos o invertir en el sector inmobiliario, en fondos de inversión o en sus mercados bursátiles. Es decir, parte importante de esos excedentes comerciales retornan al país del Norte para financiar su presupuesto o inversiones. Los ingentes gastos en defensa, entre otros, no podrían ser financiados sin ese capital global que fluye hacia Estados Unidos.

Caos e incertidumbre

El modelo de la Reserva Federal de Atlanta predice que el PBI de Estados Unidos se reducirá un 2,8% en el primer trimestre de este año. La nueva previsión difiere significativamente de la de hace solo un mes, cuando estimaba un crecimiento cercano al 4% para el mismo período. La caída podría explicarse por el déficit comercial récord de 153.000 millones de dólares en enero. El aumento del 25,6% en el déficit comercial desde diciembre probablemente se debió al adelanto de las importaciones que realizaron las empresas antes de que Trump declarara la guerra arancelaria. Por otro lado, el Índice de Confianza del Consumidor del Conference Board registró en enero su mayor caída mensual desde 2021.

Estados Unidos se encuentra en una espiral de endeudamiento que crece a ritmos acelerados. Su ratio deuda/PIB (120%) se amplía a una velocidad mayor que la de cualquier otro lugar del mundo desarrollado y se ha convertido en una amenaza para la estabilidad global. Este año debe pagar por intereses casi 10.000 billones de dólares, cifra superior a los gastos anuales de defensa. Su déficit fiscal se sitúa en torno al 7% del PBI. El FMI ha advertido que el déficit presupuestario de ese país y su deuda suponen “un riesgo creciente” para la economía global. Según Elon Musk, el director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Estados Unidos está en camino a la bancarrota. El propio presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo en julio del año pasado que las finanzas públicas de su país son “insostenibles”.

El Presidente Trump es consciente de la vulnerabilidad del dólar, como lo son también los tenedores de títulos de la deuda estadounidense que se desprenden de ellos (Japón, China, India, Arabia Saudita) y los reemplazan, entre otros, por oro, que esta semana rozó los 3.000 dólares la onza, fenómeno nunca antes registrado en la historia.

Nada dura para siempre

Como señala el economista griego Yanis Varoufakis, para incentivar las exportaciones, traer los trabajos de regreso a casa y reducir el déficit comercial, tal como desea Trump, se necesita un dólar depreciado. Sin embargo, para mantener su hegemonía, necesita al mismo tiempo un dólar fuerte.. ¿Cómo se cocina esto?

La respuesta la da el propio Varoufakis, para quien el ruido y la incertidumbre generadas por el aumento de aranceles tiende a fortalecer el dólar. Ello ocurre siempre que hay crisis, inclusive cuando esta se genera en los Estados Unidos, como sucedió durante la crisis económica y financiera que estalló en 2008. Por otro lado, si el gobierno estadounidense continúa con los recortes de impuestos a las grandes corporaciones y a los sectores de ingresos altos, esto atraerá grandes capitales extranjeros hacia Estados Unidos, otro factor de apreciación del dólar.

Un tercer elemento que contribuye al fortalecimiento del dólar es su rol de hegemonía, lo que le permite apreciarse en todos los escenarios de crisis. Si de verdad Trump quisiera revertir el déficit comercial, tendría que afectar el rol hegemónico del dólar. Obviamente, no querrá pasar a la historia como el Presidente que terminó con el rol de privilegio que tiene la moneda de su país.

Varoufakis considera, como algunos otros economistas, que lo que busca Trump con la imposición de altos aranceles es negociar un acuerdo con sus principales socios comerciales. Se trata de eliminar los aranceles a cambio de apreciar sus monedas para reducir por esa vía la brecha comercial de Estados Unidos. La referencia es en particular a China, principal origen de sus importaciones. El modelo sería similar al Acuerdo Plaza, suscrito con Japón en tiempos de Ronald Reagan en 1985, mediante el cual Japón aceptó la apreciación de su moneda. Así, Estados Unidos cerró su brecha comercial con ese país sin recurrir a aranceles. Es claro que una apreciación de la moneda en los términos que desea Estados Unidos para reducir su brecha comercial no sería aceptada por China.

La pregunta que plantea el economista griego es si China se quedará quieta y observando durante cinco años, o si en algún momento oportuno construirá, en el marco de los BRICS, un espacio similar al de Bretton Woods, con el yuan como núcleo central en el que se establezca un tipo de cambio fijo del yuan con la rupia y otras monedas de los países que adhieran. Eso implicaría el fin de la hegemonía del dólar en el sistema monetario internacional. Por ello Trump amenaza con imponer aranceles de 100% a los países del BRICS si dejan de utilizar el dólar en sus transacciones comerciales.

Si el dólar perdiera su rol hegemónico, y se convirtiera en una moneda más, sería extremadamente grave para Estados Unidos, en un escenario en el que el país se ha desindustrializado como resultado del proceso de globalización neoliberal que ellos mismos impulsaron, con una estructura financiera débil con altos niveles de endeudamiento y déficit fiscal. En ese sentido, la guerra comercial y las pretensiones anexionistas de Trump son recursos propios del proceso de su propia debacle, que tendrán graves consecuencias en la economía internacional.