Obama anunció su plan contra las armas

Las medidas incluyen la prohibición de comercializar armas de asalto, la exigencia de comprobación de antecedentes criminales para todas las ventas y el aumento de la cobertura en salud mental. Enojo de la Asociación Nacional del Rifle.
obama plan contra las armasEl presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decretó ayer un drástico fortalecimiento del control de armas en su país y exhortó al Congreso a acompañarlo. Las medidas incluyen la prohibición de comercializar armas de asalto, la exigencia de comprobación de antecedentes criminales para todas las ventas y el aumento de la cobertura médica en salud mental.

Durante la jornada, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) publicó un video en Internet en el que calificó al mandatario como un “hipócrita elitista”.

Obama anunció en persona y firmó ante cámaras 23 decretos, que no necesitan pasar por el Congreso, para imponer de inmediato el control de armas en Estados Unidos. Los decretos surgieron de las recomendaciones de un equipo de trabajo nombrado por el jefe de Estado tras la masacre de la primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, donde el 14 de diciembre murieron 20 niños y ocho adultos. La transmisión televisiva lo mostró decidido, acompañado por el vicepresidente, Joseph Biden, y rodeado por niños que, después de lo sucedido, le enviaron cartas sobre la violencia armada. En su discurso, el mandatario norteamericano recalcó que proteger a los niños de la violencia tiene que ser la principal responsabilidad del país aunque admitió que es un “reto complicado”. Sin embargo, señaló que no puede ser un asunto que los divida. El presidente leyó fragmentos de una carta en la que una niña le pedía que trabajase duro para terminar con la violencia y muerte causadas por las armas y respondió que hará todo lo que esté a su alcance para lograrlo. “La única manera en que podemos cambiar es si el pueblo estadounidense se planta y lo exige”, afirmó.

La cuestión de las armas involucra el texto constitucional dado que la Segunda Enmienda consagra la portación como un derecho ciudadano. Por eso, Obama reiteró su apoyo a la enmienda y a los propietarios responsables de armas. “La libertad de vivir nuestras vidas implica permitir a otros que hagan lo mismo”, añadió. Simultáneamente, el presidente anunció que trasladará al Congreso la cuestión del registro de antecedentes, al pedirle al Parlamento que apoye sus decretos con la aprobación de un sistema universal de comprobación de antecedentes criminales. “Aunque estos pasos son importantes, no son en modo alguno sustituto de la acción del Congreso”, expresó. Pero aún los legisladores que apoyan las medidas –que en su mayoría cuentan con cerrada oposición de la poderosa NRA– opinan que tienen pocas probabilidades en el Capitolio. “Para tener un impacto real y duradero, el Congreso debe actuar y hacerlo pronto”, señaló.

Las medidas erogarán 500 millones de dólares. También restringirá el acceso a los cargadores de alta capacidad como los usados en la masacre reciente, se eliminarán las balas perforantes y se instará a los estados de la Unión a compartir a nivel federal sus bases de datos de antecedentes criminales. Por otro lado, el plan reforzará la seguridad en las escuelas y colegios, ofrecerá fondos para la contratación de cerca de mil consejeros pedagógicos y psicológicos y la puesta al día de planes de emergencia. Obama también nombró por decreto un director en la oficina de alcohol, tabaco, armas y explosivos y ordenó a los centros de control de enfermedades que investiguen la violencia con armas. Además, aumentará por decreto los recursos presupuestarios para facilitar el acceso a salud mental de estudiantes y jóvenes, a través de la formación de cinco mil profesionales médicos específicos.

En este contexto, la NRA criticó al jefe de Estado. “¿Por qué es Obama tan escéptico sobre desplegar guardias de seguridad armada en nuestras escuelas cuando sus hijas están protegidas por guardias armados?”, preguntó. El mayor grupo de presión de defensa de la posesión legal de armas repudió que el presidente de la nación, que tiene protección por su investidura, promueva “zonas libres de armas” para el resto de los estadounidenses y no esté a favor de desplegar guardias armados en las escuelas, como los que protegen a sus hijas. “Es otro hipócrita elitista cuando se trata de una distribución justa de la seguridad para todos”, acusó la NRA.

En un breve comunicado, el portavoz presidencial, Jay Carney, destacó que la mayor parte de los estadounidenses están de acuerdo en que las hijas del presidente no pueden ser usadas como peones en una lucha política. “Ir tan lejos como para hacer de la seguridad de las hijas del presidente el sujeto de un anuncio de ataque es repugnante y cobarde”, subrayó.

El anuncio de Obama abrió el debate. El senador republicano Marco Rubio rechazó ayer las medidas tomadas y sostuvo que “revertir los derechos de los ciudadanos” no es la respuesta ante tragedias como la ocurrida. “Nada de lo que el presidente está proponiendo habría detenido la masacre en Sandy Hook. El presidente Obama va contra los derechos de los ciudadanos que deben ser respetados y que protege la Segunda Enmienda en lugar de abordar seriamente las verdaderas causas subyacentes de la violencia”, agregó. Por el contrario, la alcaldesa de Newtown, Patricia Llodra, salió en defensa de los decretos anunciados.

“Debemos abandonar esta especie de liturgia en la que hemos caído, según la cual no podemos hacer nunca nada porque no existe esa voluntad. Sólo la voluntad de la gente hará que esto cambie”, aseguró. Llodra expresó que el tiroteo en la escuela de Sandy Hook despertó definitivamente la conciencia. “Tenemos una cultura de la violencia que debemos corregir”, sentenció la edil. En tanto, el alcalde de Filadelfia y presidente de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, Michael Nutter, agradeció el compromiso demostrado por Obama.