Nicolás Maduro y la vuelta de las “Tres R”

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JUAN MANUEL KARG |  Ha transcurrido menos de una semana del nuevo periodo de gobierno en la Venezuela Bolivariana -el primero sin Hugo Chávez- y las señales que ha dado Nicolás Maduro han sido más que elocuentes.

Marcha

¿Qué hay detrás de la idea de revolución en la revolución, bajo la noción de “eficiencia o nada”, y de la vuelta de las Tres R -revisión, rectificación y reimpulso-? ¿Cómo influye la designación del nuevo gabinete en esa perspectiva? Las “Tres R” de Chávez y el momento político de Venezuela bajo la presidencia de Maduro.

La primera vez que Hugo Chávez formuló su idea de las “Tres R” fue en los últimos días de diciembre de 2007 cuando, en su recordado “Aló Presidente”, indicó que era necesaria una revisión, rectificación y reimpulso de la Revolución Bolivariana. El momento no era casual: Chávez había perdido, el 2 de diciembre de ese mismo año y por escaso margen, la votación por el intento de reforma constitucional. Fue su única derrota en 14 años. En aquel momento el propio Comandante afirmaba: “Estoy tratando de dar el ejemplo. Estoy revisando, estoy reviendo, e invito a todos en el Gobierno, en las instituciones, en los medios, a cumplir con esto, que es aplicable en todos los ámbitos”. Aquellas sentidas palabras, en primera persona, servían para ilustrar la autocrítica necesaria que el momento requería.

Si bien el resultado de la elección del 14A no fue una derrota Nicolás Maduro exigió, días atrás, la vuelta de las “Tres R” durante una reunión con gobernadores, en la que nuevamente se refirió a su idea de llevar adelante un “gobierno de calle” -al que había hecho alusión sucesivas veces durante la pasada campaña presidencial-. Maduro ha entendido que es este el momento de “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, como alguna vez sentenció Fidel. No hay mayor margen de maniobra. La autocrítica debe ser realizada con la responsabilidad propia del momento que vive la Revolución. Un estancamiento, en la situación actual, podría ser una actitud no sólo conservadora, sino también suicida.

El nuevo gabinete y sus retos

El dato impacta: 14 ministros nuevos, en su mayoría jóvenes promesas, se han incorporado al gabinete de Maduro. Por supuesto, permanecen en sus cargos compañeros y compañeras de amplia trayectoria y con grandes posibilidades de aportar mucho en este nuevo periodo (como Giordani -Planificación-, Ramírez -Petróleo y Minería- y Jaua -Cancillería-, entre otros). Pero hay que destacar, a nivel generacional, las designaciones de Jorge Arreaza (vicepresidente ejecutivo), Reinaldo Iturriza (Ministerio de Comunas), Alejandra Benítez (Ministerio del Deporte), Jorge Rodríguez (Ministerio de la Juventud) y Fidel Barbarito (Ministerio de Cultura). La renovación es un esperanzador dato para esta etapa de la Revolución: se trata de generar el relevo necesario para que, ante desafíos nuevos, se pueda dar una respuesta acorde a los mismos, sin dogmatismo ni conservadurismo.

El caso de Reinaldo Iturriza es posiblemente el que más entusiasmo ha generado en parte de la intelectualidad que sigue día a día el desarrollo de la Revolución Bolivariana. También, claro, en el ámbito de los movimientos sociales del continente. Se trata de un reconocido sociólogo que pasa a ocupar un ministerio de importancia trascendental para el devenir de la experiencia bolivariana: Comunas y Protección Social. Allí deberá trabajar, de conjunto, con los compañeros y compañeras del Frente Francisco de Miranda para potenciar el trabajo que ya se viene realizando y avanzar en una de las últimas exigencias de Chávez: “Comunas o nada” (octubre de 2012). “Es fundamental corregir errores, atacar los vicios de la vieja política; igualmente, entender que las Comunas no se construirán ‘desde arriba’, y que en caso de que elijamos ese camino, cualquier cosa que construyamos tendrá cimientos muy débiles”, afirmaba el propio Iturriza en una entrevista realizada para Marcha semanas atrás. El desafío del nuevo ministro será el de desplegar esa misma política, pero ahora desde el ámbito de la propia institucionalidad que debe ser derribada.

Revolución en la revolución

La oxigenación que traen estas medidas -y reflexiones- no es menor. Son datos que, luego de la fría matemática electoral, muestran energía y vitalidad de cara al nuevo periodo de gobierno. La idea de “gobierno de calle” anida en esa misma visión, y en uno de los retos principales que tendrá Maduro: la construcción de Poder Popular en cada lugar de trabajo, en cada lugar de estudio, en cada parroquia/barrio.

Sólo desde esta perspectiva la Revolución Bolivariana podrá recomponerse, tal como ya lo hizo en 2007: con la revisión, la rectificación y el reimpulso. Con la búsqueda de la eficiencia y la resolución de problemas cotidianos. Con el fin del acaparamiento y los sabotajes que dañan a la economía. Con la reactivación de la democracia protagónica en los Consejos Comunales y Comunas. Con las Misiones Sociales repotenciadas. Con Revolución en la revolución.

 

* Licenciado en Ciencia Política UBA / @jmkarg