New York Times denuncia tratos inhumanos a inmigrantes

 
Casi la mitad de los inmigrantes confinados en celdas de aislamiento pasan allí 15 días o más, expuestos a padecer enfermedades mentales. Unos 35 encarcelados son dejados hasta 75 días solos, de acuerdo con los datos publicados ayer por el diario The New York Times.

eeuu migrantes presosLas políticas migratorias que Estados Unidos mantiene con países vecinos como México volvieron a captar la atención mediática. Esta vez, el diario  se hizo eco de una situación inhumana: según el diario neoyorquino, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) norteamericana tiene, en promedio diario, a 300 encarcelados en una situación de total aislamiento. Esta denuncia se desprende de datos oficiales difundidos ayer por ese periódico.

Según esa información, al menos el cincuenta por ciento de esos inmigrantes permanece en estado de confinamiento por un plazo de 15 o más días. Este período excede el lapso que los especialistas en enfermedades psicológicas consideran tolerable, por lo que, superado ese confinamiento, el detenido puede correr serios riesgos de padecer enfermedades mentales. Para el periódico, el organismo mantiene un promedio de 35 inmigrantes detenidos por 75 días o más.

La crítica de activistas de derechos humanos en el extranjero y en el país no se hizo esperar y rechazaron que Estados Unidos aplique, más que cualquier otro país, un régimen de aislamiento prolongado en sus detenciones. En su edición de ayer, el diario norteamericano destacó, entre otros puntos, que la importancia de esa práctica, que viola los derechos humanos, está dada porque en los más grandes de sus 50 centros de detención bajo la órbita del ICE, los inmigrantes se encuentran recluidos bajo cargos civiles y no penales. Según la

jurisprudencia norteamericana, destaca el medio, los inmigrantes que reciban penas bajo cargos civiles no deben ser castigados con prisión, sino que deben comparecer en audiencias administrativas designadas a esos efectos.

La información oficial a la que accedió The New York Times no especifica las razones por las cuales los inmigrantes son destinados en celdas bajo estrictas medidas de reclusión. No obstante, asesores externos consideraron que en al menos dos tercios de esos casos hubo claras infracciones al reglamento disciplinario, tales como desconocer los derechos de los reos.

En este contexto de plena vulneración de sus derechos, los inmigrantes también pueden ser confinados en el más estricto aislamiento en caso de que se los considere una amenaza inminente para otros de los prisioneros o, incluso, para el mismo personal penitenciario, cuando se trate de detenidos que sean homosexuales o padezcan enfermedad mental. El periódico difundió varios testimonios de inmigrantes que fueron mantenidos en aislamiento durante un tiempo considerablemente excesivo. Uno de esos casos que insulta a la condición humana es el del mexicano Delfino Quiroz, un inmigrante homosexual que fue enviado a aislamiento durante cuatro meses en 2010. El castigo fue otorgado bajo el argumento de que eso era lo mejor para su seguridad y protección. En diálogo con el diario neoyorquino, el mismo Quiroz comentó que entró en un profundo pozo depresivo al conocer la versión de que tres reclusos que habían sido confinados a aislamiento intentaron quitarse la vida. “Por favor, Dios no quiero hacer lo mismo”, recuerda haber dicho en sus oraciones el inmigrante mexicano.

La voz oficial vino de parte de Ernestine Fobbs, vocera del ICE, quien en declaraciones al diario aseguró que una vez que son detenidos, a los inmigrantes se los separa del resto de la población carcelaria, “por razones disciplinarias y sólo como último recurso”, en aquellos casos en que “otras opciones no están disponibles para hacer frente a aspectos específicos de la situación”. “El ICE toma muy en serio el cuidado de la salud mental de las personas bajo custodia de la agencia”, defendió Fobbs al organismo. Por su parte, la agencia cuestionada se negó tajantemente a referirse a casos concretos, argumentando que era su obligación proteger la privacidad y la confidencialidad de los datos de los presos. Según el diario Público de España, la demanda de una revisión de la política de aislamiento en los centros de detención norteamericanos representa una de las principales denuncias realizadas en los últimos meses al Congreso norteamericano desde múltiples foros de derechos humanos.