Narcotráfico en Sudamérica: Una economía política de racionalidad capitalista
Nicolás Centurión
El 7 de marzo en la sala de conferencias «Luisa Cuesta» de la uruguaya Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, el Dr. Carlos Anibal Peris, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción se hizo presente en Montevideo para brindar la conferencia: “El tráfico de drogas en Paraguay: funcionamiento y expansión desde lo legal. El caso A Ultranza”y Sebastián Marset”.
La conferencia fue organizada por el “Grupo de investigación Juventudes, Violencias y Criminalidad en América Latina” y el panel lo completaron los periodistas Lucas Silva y Guillermo Garat, el coordinador de la conferencia Gabriel Tenenbaum y la profesora Carmen Midaglia, decana de la casa de estudios.
Peris inició su alocución narrando sus orígenes dentro de la sociología y que a través de sus experiencias, investigaciones y estudios llegó a la conclusión que el “narcotráfico es el punto en común entre la política, la policía y los empresarios”. Si pensamos el narcotráfico desde las normas legales “es en realidad una economía política del crimen, por lo tanto sigue una racionalidad capitalista y se basa en las contradicciones o espacios propios del sistema legal. Sin lo legal no habría lo ilegal, parece una obviedad, pero no lo es”, añadió.
Para Peris, el caso del prófugo narcotraicante uruguayo Sebastián Marset “es interesante porque nos viene a mostrar cómo una persona arma una red de narcotráfico completamente desde las normas legales pero también desde la racionalidad capitalista es decir el menor costo y la máxima producción”.
Paraguay es el mayor productor de marihuana en Sudamérica y en los últimos 20 años está pasando por un proceso, según Peris de “cocainización”. Si repasamos, todas las cargas récords que se incautaron en Europa durante el 2020, 2021 y 2022 tuvieron su punto de origen en Paraguay. Hoy día se puede decir Paraguay es un país de acopio y que además de ello multiplica la cocaína.
El catedrático señaló las cuatro fases que tuvo el Paraguay en materia de narcotráfico. La primera es la que va desde la década de 1950 hasta 1960, llamada la de las plantaciones incipientes. A raíz del prohibicionismo de marihuana en Brasil, se mudan éstas a Paraguay y es así como aparece el narcotráfico a través de las primeras plantaciones de marihuana.

La segunda época del narcotráfico corresponde con los jerarcas stroessnistas (de la dictadura de Alfredo Stroessner) . Militares, altos mandos que tenían el control fronterizo y del espacio aéreo. No solamente despachaban cocaína sino también heroína. En esta época se erigió un personaje variopinto y polémico por demás: August Ricord, un colaboracionista nazi conocido como “Il Commandante”.
Ricord fue un traficante de heroína franco-corso, y uno de los miembros fundadores de la Conexión Francesa , una organización mafiosa dedicada al tráfico de heroína, con sede en Francia en las décadas de 1950 y 1960. Il Comandante hizo de las suyas en Argentina como proxeneta y ladrón de bancos. Huyó a Paraguay y allí encontró una plataforma para hacer sus negocios espurios. Un Marset del siglo XX.
La tercera etapa es posdictadura de Stroessner cuando surge la aparición de los patrones zonales. Según Peris, estos barones del narco tenían “el control de del territorio desde 1990 hasta el 2001 cuando vienen las empresas del crimen transnacional”. De esta manera llegamos a la cuarta fase del narcotráfico en Paraguay. Cuando hablamos de empresas transnacionales del crimen, nos estamos refiriendo al Primer Comando de la Capital (PCC) o al Comando Vermelho (CV) ambas brasileñas.
Marset y el Paraguay
Si se sigue esta conexión con la historia de Sebastián Marset, el primer acercamiento que él tiene con tierras guaraníes son en abril del 2018. El fin principal que tuvo fue lavar activos. Encuentra que Paraguay es un lugar perfecto no solamente para lavar el dinero sino para implicarse en el negocio del narcotráfico.
Al igual que Ricord, Marset encontró una plataforma ya disponible: la de Miguel Angel Insfrán también conocido como “Tío Rico”. Las empresas Insfrán daban la logística y todas eran empresas legales dedicadas al rubro agroexportador. Insfrán tenía los permisos legales para tener aviones, hangares y camiones que luego eran modificados para ponerles doble fondo.
Marset no solo utilizó las ventajas de la estructura legal paraguaya sino también las facilidades y potencialidades de cada país de la región. En definitiva la ventaja boliviana era por el precio de la cocaína, la ventaja paraguaya era por la logística y la ventaja en Uruguay eran sus puertos y la salida hacia el mar.
No solo Sudamérica tiene sus ventajas para el narcotráfico, incluso desde lo legal; Europa también. Esta cadena de negocios donde el límite entre lo legal y lo ilegal es difuso, pero a su vez se potencian; se extiende a lo largo y ancho del globo. Sin embargo, el foco siempre está en los países productores y periféricos, pero poco se habla de los países consumidores y facilitadores del lavado.
Marset y su estructura enviaban toneladas y toneladas de cocaína hacia Europa e iban escalando hacia el Oriente, donde a cada kilómetro que se avance hacia esa dirección, los kilos de la sustancia se van cotizando más. Dentro de Europa lavaban dinero a través de estructuras de empresas clonadas en ciertos países de la Unión Europea.
Pires cuenta que si se declara una empresa que está en Irlanda puede pagar mucho menos impuestos si esa misma declara que está en Madrid. A su vez si esa empresa tributa en Budapest va a pagar mucho menos impuestos si es que está en Irlanda y así hasta encontrar el mayor beneficio.
Otro indicio de que si se quiere revertir esta situación es que las soluciones tienen que ser al menos de carácter regional. Ya no basta con un país aislado y mucho menos depender de la gestión de algún ministro trasnochado y mano dura.
Un ejemplo de esto es el índice que lanza la Universidad de Medellín, Colombia. El mismo dice que del total del año en el que se incauta droga, eso equivale solamente al dos, al tres, cuatro o al cinco por ciento en el mejor de los casos de lo que verdaderamente circuló. Esta estimación se basa en los guarismos de los niveles de control de los mejores puertos del mundo.
¿Acabó la era de las aventuras nacionales contra problemáticas transnacionales?.
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)