Muere Universindo “Yano” Rodríguez, víctima, sobreviviente y testigo de la operación Cóndor

ARAM AHARONIAN| Luchador contra la dictadura uruguaya, que lo secuestró y torturó bárbaramente en 1978 tras una operación conjunta con las fuerzas armadas brasileñas –en el marco de la Operación Cóndor- falleció este domingo en Montevideo el historiador, escritor, investigador y guionista de cine y televisión Universindo Rodríguez Díaz.Su ex compañera, Ivone Trías, y su hijo Carlos Iván, lo cuidaron durante su larga lucha contra el cáncer de médula, que le fue diagnosticado a principios de año y que supuso, asimismo, un trasplante. Luchador incansable por la vida, Universindo jamás abandonó sus investigaciones y proyectos audiovisuales para divulgar los crímenes cometidos por la dictadura militar uruguaya.

Universindo “Yano” Rodríguez participó en numerosos proyectos de recuperación de la memoria sindical y política de las décadas de 1960 y 1970. Publicó, entre otros, El sindicalismo uruguayo. A 40 años del congreso de unificación, junto a Silvia Visconti, Jorge Chagas, y Gustavo Trullén, y Constructor de unidad, forjador de esperanzas, junto a Silvia Visconti, una edición conjunta del PIT-CNT y el Consejo de Educación Técnico Profesional.

Coordinó el proyecto de desclasificación y recuperación de más de 7500 documentos procedentes de requisas realizadas a militantes y grupos políticos antes de la dictadura, e integró el equipo del proyecto de investigación Hacia la recuperación de la memoria oral y los archivos históricos del movimiento sindical en Uruguay, junto a Rodolfo Porrini e Isabel Wschebor .
Además, junto a José Pedro Charlo trabajó en los documentales Memorias de Luchas: de Trabajo y de Trabajadores, Héctor el tejedor (2000), A las 5 en punto (2004), Textiles y papeleros de Juan Lacaze (2006), y Mujeres: trabajadoras y sindicalistas (2006).

Secuestro en Porto Alegre

El 17 de noviembre de 1978 fue secuestrado en Porto Alegre, junto con su compañera de miltancia en el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), Lilián Celiberti y los dos pequeños hijos de 3 y 8 años de ella. Exiliados en Suecia, decidieron acercarse al Uruguay  y eligieron Brasil en razón de la apertura política que se avizoraba en ese país.

Perseguidos por la dictadura uruguaya, intentaban esconderse en un apartamento de la calle Botafogo del barrio Menino Deus, cuando fueron capturados por policías riograndenses encabezados por el tristemente famoso comisario Pedro Seelig y agentes de la represión uruguaya que se movían libremente en Brasil.

La acción era una de las programadas dentro del Plan Cóndor, llevado adelante conjuntamente por las dictaduras de Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile y Argentina, con asesoramiento estadounidense, para atrapar a los opositores sin importar las fronteras ni los derechos humanos. En ese momento se creyó que era apenas una acción coordinada entre el Departamento de Ordem Política e Social (Dops) y la Compañía de Contrainformaciones del ejército uruguayo.

Lílián y Universindo fueron interrogados y torturados durante los cinco años que estuvieron presos en Porto Alegre en la primera etapa del ritual de la Operación Cóndor, previo al traslado clandestino a los calabozos uruguayos, pasando por la fortaleza de Santa Teresa para luego ir a parar al Batallón de Infantería Nº 13.

La vida de ambos quizá fue salvada  por un excelente reportaje realizado por el reportero Luiz Cláudio Cunha y el fotógrafo Joao.Baptista.Scalco, que denunciaron el crimen en las páginas de la revista Veja. Enseguida comenzó la solidaridad de periodistas desde Porto Alegre y los corresponsales desde Buenos Aires, en una campaña por su liberación que al visibilizar la actividad ilegal de la represión, los salvó der asesinados o lanzados a las aguas del océano Atlántico o del Río de la Plata.

El trabajo de investigación de la revista Veja y de los reporteros Cunha y Scalco fue galardonado, en 1979, con el Premio Esso, el premio más importante de la prensa brasileña. El autor de la llamada telefónica anónima que alertó a los periodista, el dirigente del PVP Hugo Cores, que vivía clandestinamente en Sao Paulo en la época del secuestro, dijo a la prensa brasileña en 1993 : “Todos los uruguayos secuestrados en el exterior, en torno a 180, están desaparecidos hasta hoy. Los únicos que sobrevivieron son Lílian, los niños y Universindo”

El secuestro de los uruguayos en Porto Alegre fue el único fracaso de repercusión internacional de la Operación Cóndor.  Un estudio sobre la represión política en la región hecho por el periodista brasileño Nilson Mariano, hace una estimación sobre el número de muertos y desaparecidos en aquella década: 297 en Uruguay, 366 en Brasil, 2.000 en Paraguay, 3.196 en Chile y 30.000 en Argentina.

Los números de los Archivos del Terror–un conjunto de 60.000 documentos que pesan cuatro toneladas y tienen 593.000 páginas microfilmadas– descubiertos por el expreso político paraguayo Martín Almada en la ciudad de Lambaré, en Paraguay, en 1992, son aún más expresivos: en total, el saldo de la Operación Cóndor en el Cono Sur llegaría a 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400.000 presos

 

Tras salir de prisión, Universindo y Lilián denunciaron lo sucedido pero, al entrar en vigor la ley de Caducidad, su demanda fue finalmente archivada. Este año, en el mes de febrero, pidieron la reapertura de la causa. En su denuncia indicaron como involucrados en el secuestro al mayor Carlos Russel y el capitán José Walter Bassani, ambos uruguayos.

En 1991, por iniciativa del gobernador pedro Simon, el Estado de Rio Grande do Sul reconoció el secuestro e indemnizó a los uruguayos . En 1980, la justicia brasileña condenó a dos policías –los inspectores Orandir Portassi Lucas (conocido como “Didi Pedalada”, exjugador de futbol del Internacional y del Atlético Paranaense) y Joao Augusto da Rosa del DOPS (Departamento de Orden Político y Social) gáucho, brazo estatal de la represión política– por ser los hombres armados que recibieron a los periodistas en el apartamento de la calle Botafogo.

Cóndor

La Operación Cóndor fue organizada en Santiago de Chile a finales d.e 1975, en un intenbto por sistematizar las cooperación puntuales entre las dictaduras consureñas, aún cuando en Argentina no se había dado el golpe, pero actuaba la parapolicial Tripe A. Pinochet entendía que los gobiernos debían actuar de forma articulada contra “la amenaza internacional del comunismo”.

La idea era uinir fuerzas para neutralizar especialmente al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (Uruguay), a Montoneros y al Ejército Revolucionario del Pueblo (Argentina), al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Chile)

Actuando fuera de fornteras, la Operación Cóndor asesinó en Argentina al ex presidente boliviano Juan José Torres, dos líderes parlamentarios uruguayos de los partidos tradicionales (Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz), un general y ex ministro chileno, Carlo Prats, un excanciller chileno, Orlando Letelier (en Washington) y a alrededor del cien mil oposiciotores políticos, intelectuales y combatientes antidictatoriales.