Matan en prisión colombiana a copartícipe en asesinato de fiscal paraguayo Marcelo Pecci
Camilo Rengifo Marín
El coronel Daniel Gutiérrez, director del Instituto Nacional de Penitenciarías y Prisiones (Inpec) de Colombia, confirmó que Francisco Luis Correa Galeano, identificado por la Fiscalía General de la República como el testigo estrella y copartícipe en el asesinato del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, fue encontrado muerto en su celda a primera hora de la mañana del viernes 3 de enero.
Pecci fue asesinado el 10 de mayo de 2022, frente a su esposa, mientras disfrutaban su luna de miel en Cartagena de Indias, Colombia. Un juzgado colombiano halló responsable a Francisco Luis Correa Galeano del crimen. Durante las vistas, este confesó haber trasladado el arma con que se cometió el homicidio de Pecci, que llevaba adelante diversas investigaciones contra mafias de su país y sus vínculos trasnacionales.
Era el fiscal especializado contra el crimen organizado del país del Cono Sur. Tenía a su cargo varios de los más importantes casos de narcotráfico y lavado de dinero de un país que es utilizado por capos del crimen organizado de los vecinos Brasil, Uruguay y Argentina. Se encontraba de luna de miel en las playas paradisíacas del Caribe cuando unos sicarios llegaron en una moto de agua y lo acribillaron a balazos.
En ese momento la Fiscalía aseveró que Correa Galeano fue «uno de los articuladores del homicidio» y que «concretó varios aspectos para materializar el asesinato del fiscal paraguayo». Por este crimen también se ha capturado y condenado a siete personas.
El penalista Francisco Bernate, representante jurídico de la familia Pecci en Colombia, ha comentado en un video que difundió a la prensa local que Correa había aportado información importante para esclarecer el crimen, como parte de una negociación judicial en la que también había aceptado los cargos en su contra. “Su colaboración con la justicia estaba prácticamente terminada y el 19 de enero iba a recibir una sentencia definitiva.
Las investigaciones habían encontrado que utilizaron al menos a otras siete personas para llevar a cabo el crimen: les proveyeron insumos y se reunieron con los sicarios. En febrero de 2024, un juzgado de Cartagena condenó a la esposa de Andrés, Margareth Chacón, por también colaborar en la logística necesaria.
Se le iba a perdonar el delito de homicidio y quedaba solo condenado por el porte de armas”, señaló, tras cuestionar el reciente traslado de Correa desde una dependencia de alta seguridad de la Fiscalía a La Picota, una prisión en el sur de la capital con 6.181 cupos y un notorio hacinamiento, al tener 7.321 reclusos.
Maricel Albertini, la madre de Pecci, también ha pedido explicaciones por el traslado de Correa a la prisión. “Si era una persona clave en todo esto, ¿cómo es que la Fiscalía colombiana no cuidó ciertos detalles?”, ha comentado en W Radio. Las autoridades colombianas han mantenido la cautela. La Fiscalía no ha respondido a las consultas de este periódico ante las declaraciones de Bernate.
El periodista Julio Sánchez Cristo señaló en su programa de W Radio, durante la entrevista con la madre de Pecci, que sus fuentes le comentaron de “una riña de tragos” entre compañeros de patio. “El agresor incluso realizó manifestaciones espontáneas atribuyéndose la responsabilidad”. El periódico El Tiempo indicó que la Fiscalía investiga si Correa “venía haciéndole matoneo a su agresor” desde hace tiempo y si esto ocasionó una reacción violenta.
El asesinato tuvo lugar en la celda 25 del pabellón 32 de la prisión de La Picota, Bogotá. Gutiérrez informó que la muerte de Correa fue resultado de un apuñalamiento con un objeto afilado. Los registros oficiales indican que un guardia de la prisión solicitó asistencia inmediata alrededor de las 12H05 hora local después de descubrir el cuerpo de Correa.
El personal médico llegó rápidamente pero no pudo reanimarlo, confirmando su muerte en el lugar. Según los informes, lo encontraron tendido en el suelo, rodeado de un charco de sangre. Las investigaciones iniciales han señalado a su compañero de celda, Samuel Zuleta Márquez, como el principal sospechoso en este trágico incidente.
Tras el descubrimiento, las autoridades penitenciarias alertaron a las unidades de la policía judicial, que acordonaron la zona para continuar la investigación. Agentes del Cuerpo de Investigación Técnica (CTI) de la Procuraduría General de la República están llevando a cabo acciones urgentes para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de Correa.
*Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)