Massa fue el claro dominador del debate entre los candidatos presidenciales
Claudio della Croce
En el tercer debate presidenical televisivo de 2023 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en el que Javier Milei y Sergio Massa se vieron por última vez las caras antes de la definición electoral del próximo domingo , el postulante oficialista arrinconó al ultraderechista, quien en vez de pedir explicaciones por la la enorme inflación y la pobreza creciente, tuvo que darlas sobre sus proyectos .
Con picos de 48, puntos de rating. el ultraderechista falló al no poder explotar la responsabilidad del Gobierno en la dura crisis actual, tema que pasó inadvertido. El debate estuvo lejos de centrarse en cómo resolver las causas estructurales de una crisis económica muy profunda, que tiene los destinos del país atados al ruinoso acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Javier Milei eligió presentarse como “economista liberal-libertario” y señaló que la inflación y los altos índices de pobreza estaban enmarcados en lo que él llama 100 años de decadencia argentina, atribuibles al “modelo de la casta que dice que donde hay una necesidad, hay un derecho”
Con su estrategia, Massa logró ubicar en una posición defensiva a Milei, quien tuvo que explicar sus propuestas e inconsistencias, contradiciéndose con muchas de las cosas que había dicho en campaña. El formato que expuso como nunca la preparación gestual y discursiva ante la audiencia, y el aún ministro de Economía pareció beneficiarse de extensos momentos dubitativos del libertario.
Massa le cuestionó sus declaraciones más polémicas, y desdiciendo todo lo dicho anteriormente y las propuestas de su plataforma electoral, el libertario sostuvo que no eliminará los subsidios, no venderá el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta porque “es competencia de las provincias”, y que no cambiará el índice de tarifas hasta tanto “se ordene la economía”.
También, y desoyendo por completo las exigencias de su nuevo socio político, el expresidente neoliberal Mauricio Macri -quien le pidió mayor moderación en este punto- el diputado confirmó que eliminará el Banco Central y dolarizará la economía en caso de llegar a la presidencia.
Macri siguió la disputa entre los candidatos desde Chile. Patricia Bullrich, que no calificó para el balotajem fue la única referente del espacio que salió a respaldarlo. Desde el neoliberalismo proyectan un futuro político incierto y ven una segunda vuelta “reñida” .El pacto entre Macri y Mieli fracturó la coalición y dividió aguas rumbo a la segunda vuelta. El resultado del balotaje del 19 de noviembre definirá si el frente neoliberal se fragmenta o si se reconstituye con otra fachada.
Por primera vez en la campaña, Massa advirtió que el “ambiente sano es uno de los nuevos derechos humanos” y prometió que, en caso de ser presidente, gestionará un “cambio de paradigma en delitos ambientales”, prometiendo que llevará de tres a ocho años de prisión a quienes destruyan humedales, talen árboles y contaminen ríos. Milei, por su parte, se desdijo y negó querer privatizar el territorio oceánico, .
Al final, los candidatos expusieron por qué quieren ser presidentes. Massa abandonó el tono de alerta del debate y sostuvo que quiere ser presidente «sabiendo que algunos me votarán sin estar convencidos, sino como vehículo para no elegir un camino que es de violencia y daño». Milei, por su parte, advirtió que “Nos encontramos ante la elección más importante de los últimos 100 años, muy especialmente de los últimos 40, y es importante si queremos seguir transitando por este sendero decadente”.
En el terreno de las impresiones, uno habló como Presidente y el otro como mero panelista televisivo, encima inconexo y dubitativo hasta el punto de quedarse sin palabras nada menos que en la discusión sobre Seguridad.
Paso a paso
Durante el primer bloque, debatieron sobre tres ejes temáticos: Economía; Relaciones de Argentina con el mundo; Salud y Educación, donde se vio a un Milei errático, algo nervioso e incluso a la defensiva ante la estrategia de Massa.
El eje temático de Relaciones internacionales siguió aún peor para Milei, con una nueva reivindicación de la británica Margaret Thatcher como “gran líder”, habló de “nacionalismo barato” en cuanto a la causa Malvinas y hasta la comparó con un partido de fútbol, y a la británica como si fuera Cruyff o Mbappé (futbolistaas holandés y francés, por cierto) anotándole goles a la selección argentina.
Fue uno de los puntos más dubitativos y erráticos de Milei, a quien Massa definió como alguien que se deja llevar por sus “prejuicios ideológicos”. Mientras tanto, seguía con su estrategia de preguntar “por si o por no” mientras aprovechaba en cada oportunidad para pedir a los espectadores que buscaran en Google las declaraciones que este había dado a lo largo de su campaña. En la red X, “Google” y “Si o no” se ubicaron entre las tres primeras tendencias producto de eso.
“Dada la campaña de mentiras, quiero decir que la salud y la educación van a seguir siendo públicas”, dijo finalmente Milei.
El úlitmo eje temático fue el punto de Derechos Humanos y Convivencia Democrática. Milei se cuidó de cualquier exabrupto negacionista y Massa evitó indagar su opinión sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura y su reconocido negacionismo.
Este lunes, tras el último debate, Milei, acusó al postulante de Unión por la Patria, Sergio Massa, de “buscar intensamente” durante todo el debate presidencial de este domingo de sacarlo “de las casillas” y mostrarlo como alguien “desequilibrado, que no está capacitado para gobernar”. “A lo largo de todo el debate él fue muy agresivo y tuvo frases muy ofensivas sobre mi persona”. añadió Milei
Así lo vieron desde afuera
La elección argentina tomó una infrecuente dimensión internacional, más allá de las pullas a Milei en programas humorísticos de Estados Unidos, España y Holanda, ya que sus propuestas abrieron un debate entre economistas.
Un centenar de ellos alertó en el diario inglés The Guardian que las “soluciones aparentemente simples” de Milei “es probable que causen más devastación”, ya que “una reducción importante del gasto público aumentaría los ya elevados niveles de pobreza y desigualdad, y podría dar lugar a un aumento significativo de las tensiones sociales y los conflictos”.
También The Wall Street Journal en Nueva York y The Economist en Gran Bretaña, presentaron al candidato como un peligro para la democracia.
Tras el debate del domingo, El Financial Times, el más influyente medio económico del mundo, tituló: “El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, se impone a Javier Milei en la primera vuelta de las elecciones”.
The Washington Post señala que “Se esperaba ampliamente que el legislador Javier Milei, un descarado economista libertario que congregó a jóvenes votantes enfurecidos con un gobierno peronista que ha lidiado contra la peor crisis económica del país en dos décadas, encabezara la primera vuelta de la votación del domingo.”
“Sin embargo, el abogado y ex legislador Sergio Massa, que ha pasado las últimas semanas advirtiendo de las nefastas consecuencias de una presidencia de Milei, superó al favorito en las urnas. Massa es el ministro que supervisa la ruinosa economía, pero se ha presentado como el líder moderado y pragmático que el país necesita”.
“El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra Javier Milei”,señaló el País de España, que añadió que Massa impuso su agenda durante el debate y Milei no supo aprovechar las debilidades del actual ministro de economía. “Massa domina sicológicamente a Milei en un debate de enorme audiencia en Argentina”, dice El Mundo.
Los medios internacionales calificaron como una “gran sorpresa” la ausencia de los miembros de la coalición neoliberal Juntos pro el Cambio -del expresidente Maujricio Macri y de la candidata perdedora Patricia Bullrich- entre los invitados de La Libertad Avanza al debate.
Queda menos de una semana para la segunda vuelta electoral. El debate del domingo fue un abrebocas, pero también la caída en las ilusiones de la derecha y la ultraderecha de recuperar el gobierno. Es más, mostró una versión descafeinada de Milei que puede ahuyentar a los votantes que lo prefieren justamente por el desenfado con que enfrenta a lo que llama la casta y el tono belicoso de su saludo final.
La frustración llegó al diario Clarín: “Sergio Massa sacó ventaja ante un Javier Milei que no aprovechó la enorme crisis que deja el Gobierno. El candidato oficialista le pidió respuestas constantes al opositor, que prácticamente no lo contraatacó”.señaló en su portada.
*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)