Marcha atrás de la Ley Ómnibus de Milei, frenada en el Parlamento

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Rubén Armendariz

Después de dejar en el camino el corazón fiscal de su propuesta y de los sucesivos traspiés en la votación parlamentaria, cuando ya aparecían aprobados artículos en los que se aceptaba disminuir las facultades del Congreso en favor del presidente ultraderechista Javier Milei, el gobierno reconoció su fracaso y pidió regresar a Comisión el tratamiento de la ya muy mutilada Ley Ómnibus.

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Festejos en las plazas

Esto significa comenzar todo de nuevo, ganar tiempo para buscar soluciones a la debacle anunciada. El gobierno sobrepasó sus límites una vez más y el congelamiento de salarios del sector público, la paralización de la ayuda a los comedores públicos, el aumento a las tarifas de electricidad (entre 43 y 200 por ciento lo que podría llegar a 500% en los comercios chicos, según El Destape), gas y gasolina, la suspensión de fondos a personas con enfermedades graves, incendiaron el ambiente.

A ello se debe sumar la dura represión de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a quienes protestaban pacíficamente. A propósito de ello, el juez Sebastián Casanello firmó una resolución en la que exhorta al Ministerio de Seguridad a que “adecue la actuación de las fuerzas policiales y de seguridad federales a los límites impuestos por nuestro Sistema Constitucional de Derecho” y que cumpla con los pactos internacionales con jerarquía constitucional que protegen los derechos humanos.

Le señaló en especial que deben seguir los criterios que marcaron los tres relatores de Naciones Unidas que enviaron al gobierno el 23 de enero una carta donde detallaron aspectos ilegales del Protocolo anti-manifestaciones para evitar que se restrinja el derecho a la protesta pacífica.

Y Milei en Israel     

FotoLa decisión fue tomada desde Israel por el ultraderechista presidente Javier Milei, quien enfrenta su primera gran derrota parlamentaria y  sólo atinó a reaccionar con amenazas contra los gobernadores y tuits contra los legisladores, tras afirmar su apoyo a Israel en el genocidio de palestinos, además de intención de mudar la embajada a Jerusalem y afirmar que la dolarización sigue siendo su objetivo.

Su plan económico contempla un durísimo ajuste fiscal de cinco puntos del Producto Interior Bruto (unos 20.000 millones de dólares). “No hay plata”, repite en discursos y redes sociales al justificar los sucesivos recortes del gasto. El último de ellos ha sido quintuplicar el precio del transporte público, en medio de una inflación del 211,4 por ciento (2023) que amenaza con una crisis alimentaria. De no haber una mejoría en el corto plazo, lo más probable es que el apoyo popular a Milei siga en caída.

El rechazo opositor a su megaley de desguace del Estado enfureció al oficialismo, que optó por levantar la sesión y dejar congelado el proyecto de ley hasta nuevo aviso. “Vamos a continuar con nuestro programa con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país”, advirtió Milei desde el Muro de los Lamentos, en Israel

Lo que mata es la realidad

El misticismo ultraderechista se estrelló tras asumir que los tuits furiosos del presidente no construyen la realidad. Más allá de los 280 caracteres y las imágenes creadas con Inteligencia Artificial para influir en el imaginario popular, hay una Argentina real. Milei tuvo otra noche de furia.

En la red social X se despachó contra los diputados “traidores” y “enemigos de una mejor Argentina” a los que acusó, con nombre y apellido, de “usar el discurso del cambio para poder rapiñar una banca” y de haber hecho caer la ley.

Margarita Stolbizer lamentó el escándalo en Diputados y llamó a preservar el "respeto por el otro" | PerfilLa diputada radical Margarita Stolbizer, integrante del sector amigable al oficialismo, responsabilizó al gobierno por el fallido tratamiento de la Ley Ómnibus: “Fundieron el Ómnibus. No sabían manejar, salieron sin freno y quisieron meter todos los cambios juntos. Error inicial: no mandar leyes por temas. No priorizar los cambios en la economía para bajar inflación. No dialogar ni aceptar ayudas”,  señaló.

El martes, el gobierno arrancó festejando al inicio la aprobación de la declaración de emergencias y la delegación de facultades (en seis áreas: económica, financiera, administrativa, energética, tarifaria y seguridad). Pero todo lo que vino después se tornó una pesadilla para el oficialismo: las facultades delegadas en materia energética, administrativa (que hacen a las reformas del estado) y de seguridad fueron cayendo, los votos negativos empezaron a crecer.

El artículo que debía continuar en la votación era el de las privatizaciones de las empresas del Estado, que se venía hundiendo en el pantano de las negociaciones. El panorama era cada vez más negro para el oficialismo. Finalmente el oficialismo pidió un cuarto intermedio: la decisión de volver el debate a comisiones se tomó con la presencia del asesor presidencial Santiago Caputo ante la certeza de que si continuaban iba a ser peor la derrota del gobierno.

Tres puntos que resultan centrales y que se llevarán gran parte del debate que se realizará en el recinto esta semana: la propuesta de privatización de empresas públicas que, originalmente, contaba con 41 compañías, la potestad del gobierno para endeudarse y reestructurar deudas sin el aval del Congreso y, por último, el destino del Fondo de Garantía de Sustentabilidad cuya liquidación había sido retirada pero a último momento el gobierno incorporó con modificaciones.

Mientras las redes sociales se encendieron con el “Javier NI-ley” o “La Anatomía de una marcha atrás”, el gobierno cerró la asistencia de medicamentos a personas con cáncer y enfermedades crónicas. Así, miles de personas en situación de pobreza se quedarían sin sus medicamentos ni podrían costearlos en un cuadro de alza de los precios producto de la política de desregulación y en beneficio de las farmacéuticas.

¿El fin del misiticismo?

Milei se apoya en el respaldo popular que obtuvo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales- contra el peronista Sergio Massa- para justificar su negativa a ceder en artículos como la delegación de facultades legislativas, la privatización de empresas públicas y la concesión de más fondos para las provincias. “Nuestro programa de gobierno fue votado por el 56% de los argentinos y no estamos dispuestos a negociarlo con quienes destruyeron el país”, advirtió a través de las redes sociales.Sumergido en la religión y el misticismo, Milei participa de la celebración de Janucá - Agencia País

La derrota de este martes si bien desnudó la fragilidad legislativa de Milei, también ratificó su voluntad de ir al choque con todo aquel que se oponga a sus intereses. Ahora amenaza con llamar a una consulta popular para convalidar el proyecto legislativo, pero esta sería no vinculante.

La arremetida permanente contra la clase política ha crispado los ánimos incluso entre sus aliados; diez gobernadores de la coalición de derecha Juntos por el Cambio se molestaron por las críticas y aseguraron haber trabajado “incansablemente” para lograr los consensos necesarios para la aprobación del texto.

“Si no se entiende que el presidente tiene la vocación de transformar la realidad, se equivocan, lo va a seguir haciendo. Si tiene que recurrir a consultas populares lo va a hacer también”, amenazó el ministro de Interior, Guillermo Francos: si la ley no se aprueba, el ajuste fiscal será mayor del previsto inicialmente.

El diputado neoliberal Miguel Pichetto, ex candidato a vicepresidente junto a Mauricio Macri, fue contundente; «Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad. Les encanta seguir perdiendo», señaló en medio de la debacle parlamentaria: “Traten de ver cómo receptar algunas propuestas y ganar. No hay que perder, hay que ganar”,

Toda época de crisis social alimenta el misticismo. Crea personajes monstruosos (Gramsci dixit), que condensan las contradicciones de una realidad que ya no es pero tampoco se ofrece como un nuevo futuro. Milei se ofreció como expresión de esas tendencias místicas. Pero este martes el misticismo se estrelló junto a su Ley Ómnibus.

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)