Manipulaciones en el informe de Intermon Oxfam y otras vilezas de El País sobre Latinoamérica

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CÉSAR PÉREZ NAVARRO | Estamos más que acostumbrados, hartos diría, de encontrarnos en El País propaganda contra el socialismo democrático en Latinoamérica en general y en Venezuela en particular. A las abundantes manipulaciones hay que sumar la habitual ausencia de cifras que demuestran los avances sociales y contra la erradicación de la pobreza en el continente.

Tercera Información

En un reciente informe – “Crisis, desigualdad y pobreza” – Intermon Oxfam advierte de que si se mantienen las medidas de austeridad y los recortes sociales la pobreza en España podría afectar a casi el 40% de la población en un década y el país necesitaría 25 años para recuperar el bienestar social. Lo más acertado de dicho informe es que ofrece una comparación de la situación de Europa con la de Latinoamérica de los años 80 y 90;

“(…) En los años 80 y 90 America Latina y el sudeste asiático sufrieron crisis similares. Los recortes aumentaron la desigualdad y la pobreza con enormes costes sociales. Los ajustes estructurales no se tradujeron en un crecimiento económico. Privatizaciones. Recortes sociales. Distribución desigual de la riqueza. Existen alternativas (…)”.

Algunas matizaciones al informe. El paralelo utilizado por Intermon Oxfam evita definir las políticas imperantes como “neoliberales” y prefiere llamarlas “políticas de recortes” suprimiendo el impacto negativo que su informe podría dirigir contra los teóricos de esta nefasta doctrina económica. Otra puntualización. La crisis en Latinoamérica tuvo lugar entre 1980 y 1990, momento en que se pusieron en práctica las recetas neoliberales en el continente aumentando la pobreza del 40,4 al 48,4% y la indigencia del 18,6 al 22,6%. En el informe de CEPAL (ONU) de 2011 puede observarse que entre 1990 y 1999 ya hay un ligero cambio de tendencia. La pobreza se reduce del 48,4% al 43,8%, con un pequeño aumento hasta 2002 motivado porque en ese momento se mantenían aún vigentes tales políticas en países como Argentina (2001, año del Corralito). El ascenso de los gobiernos socialistas en países como Venezuela, Bolivia o Ecuador, o próximos al socialismo (Argentina) acentuó la reducción de la pobreza hasta el 33% en 2009. Los países con mayor reducción de la pobreza o variación de la misma en puntos porcentuales entre 2002 y 2008 fueron Venezuela (-21,0%) y Argentina (-20,6%). Por otro lado, la crisis que dejó a los famosos Tigres Asiáticos en la indigencia estalló en 1997, aunque bien es cierto que las políticas ultraliberales ya dejaron notar síntomas de la enfermedad financiera antes.

Pero volvamos a El País. Su noticia dedicada al citado informe de Intermon Oxfam extrae el titular “España tardará 20 años en volver al nivel de bienestar previo a la crisis” (25 años en los titulares de otros diarios) partiendo de la frase: “el trabajo de la organización basa sus temores en que América Latina y el Este asiático tardaron entre 15 y 25 años en reducir sus niveles de pobreza a los previos a las crisis que padecieron”.

Los niveles de pobreza previos a la implantación de las políticas neoliberales hacia 1980 se recuperaron en poco más de 20 años, tal y cómo puede observarse en el gráfico de CEPAL. En los años siguientes lo que ocurrió fue una mejoría de la situación en otros 10 puntos porcentuales respecto a los niveles anteriores a la crisis, fruto de las políticas económicas puestas en marcha en los gobiernos socialistas y punto que no reconoce el informe de esta ONG ni los titulares de los medios de comunicación españoles. No sólo eso, la noticia de El País, (1) con más de 8.000 recomendaciones en Facebook y 2500 en twiter, cambia malintencionadamente el período al que Intermon Oxfam se refiere -los años 80 y 90- por los años “sesenta y setenta” a fin de confundir al lector y eliminar el recelo de las políticas neoliberales implantadas desde 1980;

La llamada década perdida es una expresión que se emplea para para describir las crisis económicas en América Latina durante la década de 1980 (y para algunos países hasta bien entrada la década siguiente). Una lección para mantenernos precavidos de las sutilezas cuando leemos noticias aparentemente fiables. Otras informaciones como la reciente “El oficialismo usa el cáncer de Chávez en las elecciones regionales venezolanas” (2) titular escrito a partir del apoyo público expresado por los miembros del PSUV hacia la mejora de la salud del presidente, o la columna de ayer de Moisés Naim, “La gente más asesina del mundo” (3), refiriéndose a los latinoamericanos al hilo de la masacre de 20 niños y 6 adultos en EEUU, saltan a la vista por su evidente manipulación y mala ostia, todo hay que decirlo. Para Naim, “la sociedad [estadounidense] no ha perdido la capacidad de indignarse. Esto, en cambio, no sucede en la región más asesina del mundo: América Latina”. La sociedad estadounidense se indigna, sí, pero se mantiene la venta legal de armas en EEUU como el fusil de asalto utilizado por el asesino de Newtown además de otras de menor calibre. Naim, compara además frívolamente las vidas perdidas en Afganistán (y las rebaja a 3.238) con la tasa de asesinatos que se produjo cada mes en Brasil en 2011, o las del “conflicto armado” en Palestina con el “número de fatalidades que hay en un fin de semana “caliente” en Caracas” . También señala a la pobreza como “la causa frecuentemente mencionada” de los asesinatos en Latinoamérica, contradiciendo las cifras de CEPAL. Si bien la cifra de asesinatos aumentó en cerca de 10.000 si comparamos datos de 2000 y 2011, en América del Sur se observó una reducción desde 90.913 hace 10 años a 85.594 en 2011.